Cuartos de Final de la Copa Libertadores 2000. Con la serie entre Boca Juniors y River Plate prácticamente liquidada a favor de los de Bianchi, Juan Román Riquelme, el ’10’ del cuadro xeneize, enfrentó al defensor colombiano en un duelo en el que, parecía, el central tenía más ventaja porque el jugador de Boca estaba pegado a la banda.
A pesar de que lucía complicado que Román obtuviera algo mayor que un saque de banda, el mágico mediapunta de Boca se las ingenió para dejar entrar a Yepes y hacerle un cañito de antología. Riquelme pisó la pelota y, de taco, la hizo pasar entre las piernas del jugador de River.
Mario no supo qué hizo Román, pero no bajó los brazos. Y, pese a la humillación, persiguió al ’10’ y provocó que éste sacara el balón por la banda. Bajo esas circunstancias (cañito humillante y la serie prácticamente perdida), el 99% de los futbolistas habrían tirado una patada, pero Yepes no…
Riquelme valora mucho eso: «Siempre que me preguntan sobre esa jugada, siempre digo que tiene más mérito Yepes que yo. En un clásico 3-0 y una jugada de esa manera, yo creo que cualquier jugador de fútbol hubiera pegado una patada. Y él me siguió hasta el córner y no ha hecho nada. Eso es mucho más de hombres que haber tirado un caño en un Clásico».
Le hicieron el que para muchos es el mejor caño de la historia en el fútbol y no perdió la cabeza. Yepes, un CABALLERO DEL FÚTBOL.