Dicen que cuando te conviertes en padre, la percepción de la vida cambia totalmente. Lo que antes creías que era importante pasa a segundo término y lo que antes te preocupaba pasa al fondo de tu listado de prioridades.
Lionel Messi, leyenda del fútbol, confirma esta versión. Antes vivía por y para la pelota. Y hoy, aunque el fútbol sigue siendo una parte fundamental de su vida, sus pequeños hijos Thiago y Mateo son lo más importante que tiene. El argentino, en charla con SportsIllustrated, compartió lo mucho que cambió su vida con la llegada de sus hijos.
«Ser padre es una sensación increíble, el que tiene hijos sabe lo que es y lo que se siente. Explicarlo es muy difícil. Es una situación única. Nuestro primer hijo (Thiago) fue algo increíble y ya, con un poquito más de experiencia/tranquilidad, llegó el segundo. Estoy feliz de la familia que podemos formar y, obviamente al nacer mi primer hijo, cambió mi vida. Y con Mateo, el segundo, mucho más aún», confesó.
Desde la llegada de sus nenes, los días de Messi son más tranquilos. Los entrenos, viajes y concentraciones hacen que se pierda algunos momentos, así que cuando Messi está en casa no quiere hacer nada que no sea disfrutar de la infancia de sus hijos.
«¿Un día mio? Nos levantamos temprano, llevamos a Thiago al colegio. Volvemos, tomamos mate, salimos a comer o comemos en casa. Estamos con Mateo, que es el chiquito. Vamos a buscar a Thiago al colegio, jugamos, estamos con los nenes, cenamos y dormimos. Una vida muy normal».