Pues sí. Ganó México, pero el sabor agridulce. Medianamente contentos por el resultado, pero no tanto por el funcionamiento. Es algo tarde para hacer conclusiones, pero INVICTOS nunca les puede fallar. Vamos con algunas conclusiones.
→ Memo Ochoa, nuestro portero titular. Lo dijimos desde que comenzó a tener actividad en Málaga: cuando está jugando regularmente, Memo es el mejor portero que tenemos en México. Vive un gran un momento y lo demostró esta noche, cuando fue exigido. Titular en lo que resta de la Copa, señor Osorio.
→ Se repitió el parado casi todo el partido. 3-5-1-1. Pero se cambiaron los nombres. Se fueron Talavera, Guardado (suspensión), Reyes y Aquino. En el lugar de los mencionados entraron Ochoa, Dueñas, Yasser y Jiménez. Eso sí, ocuparon su lugar en la alineación, pero no en la cancha. Yasser fue central, Dueñas jugó como interior derecho y Jiménez jugó como carrillero/extremo derecho. Esta vez, Márquez trabajó como mediocentro y Layún intentó -no pudo- hacerla de Guardado. Ante, Jamaica, la idea no resultó. Entre errores en salida y los rompimientos en velocidad de Jamaica, los del Caribe se plantaron más frente al arco. Por ratos formamos línea de 4 con Layún, pero seguimos dando facilidades.
→ Falta de coordinación. Lo que no pasó en el 1T de Uruguay, pasó acá. No hubo coordinación entre líneas. El vinculo que debe existir entre defensiva y mediocampo se rompió, y Jamaica encontró muchísimos espacios.
→ Jamaica nos perdonó. Es una realidad. Si Donaldson fuera delantero de Premier League y no de Championship, no la contamos. Se hicieron cosas como perder y, por la falta de precisión de los delanteros jamaiquinos, no caímos. Memo también estuvo muy bien, pero hubo unas fallas de Jamaica que cuesta creer.
→ Errores en la salida. Los tres centrales (jugamos la mayoría del partido con línea de tres) se equivocaron, al menos una vez, tratando de salir con balón dominado. Fuimos un desastre en ese sentido. Con tres en el fondo, no se pueden comprometer tanto las entregas, porque quedamos en inferioridad numérica atrás. Yasser, Néstor y, hasta, Héctor Moreno pecaron de imprecisión. Lo de Yasser se está haciendo insostenible…
→ Molina al mediocentro sí o sí. Tiene que jugar. Es el hombre ideal para darle equilibrio a la Selección de México. Reyes nos gustó, por ratos, ante Uruguay. Y Márquez como MC -con línea de tres atrás- sufre muchísimo con los recorridos y el posicionamiento sin balón. A veces, se necesita músculo en la medular. Y Jesús Molina es el elemento pintado para brindarlo.
→ Chicharito, goleador de élite. El futuro máximo goleador histórico de la Selección de México. Punto final.
→ Hirving Lozano, el revulsivo de lujo. Volvió a entrar de cambio, y volvió a marcar diferencia. Nos gustaría verlo de arranque junto a Javier y al Tecatito. Participó en un gol y fue un dolor de cabeza para Jamaica desde que ingresó. Le sigue faltando calma en zona de definición, pero irá mejorando. Si lo hace pronto, tiene todo para brillar en una Liga TOP. No nos deja de impresionar su verticalidad. Todavía no recibe y ya piensa en dañar al rival. Qué joya tenemos en México.
→ Bien Oribe Peralta. Importante que los hombres que vienen del banquillo entren conectados al partido. Inició la jugada de su gol, y definió. Otro futbolista que, cuando se viste de verde, se agranda. Inamovible en las convocatorias.
→ Miguel Layún y su posición. Sí, es plurifuncional. Y sí, suele cumplir. Pero está claro que en la posición que más explota sus cualidades es como lateral izquierdo. Le gusta tener todo carril para recorrer y poder contar con la opción de enganchar hacia el centro para buscar un trazo diagonal o probar al arco rival. Jugará donde lo pongan e irá mejorando si lo quieren como interior, pero si tenemos al lateral con más asistencias en todo el mundo, hay que aprovecharlo, ¿no?
→ Dueñas y su juego. El que normalmente cumple, no cumplió. Como interior derecho nunca se encontró. Mucho desgaste, pero recorridos carentes de sentido y poco contacto con el balón. De lo más flojo de la noche.
→ Yasser y Araujo, los chicos de Osorio. Lo de Néstor, pese a las pérdidas en este partido, va en ascenso. El central de Santos Laguna ha respondido a la confianza brindada y nos ha sorprendido gratamente. Yasser Corona, por su parte, sigue quedando a deber. No sólo es al que más le está costando en las salidas, también es el que menos sentido de marca tiene; sufre un mundo ganar duelos individuales. Visto lo visto, el nuevo jugador de Xolos debería ver lo que resta de Copa en el banquillo.
→ El rival también juega. Hemos leído muchas críticas hacia la Selección de México, pero nada de mérito a Jamaica. ¿Y la presión que ejercieron? ¿Y el buen trabajo de tipos como McCleary y Hector? ¿Y la cantidad de ocasiones que provocaron con su empuje/presión? Jamaica ha mejorado muchísisimo en los últimos años. Y quien piense lo contrario, lo ha visto poco en el pasado reciente. No se le ganó a un flan. Se le ganó a una selección que fue finalista de la Copa Oro 2015 y que le ha competido bien (en el último año) a Uruguay, Paraguay y Argentina.
→ No seamos bipolares. Tras el 1T ante Uruguay, Osorio es un genio. Esta noche, tras el triunfo ante Jamaica (sí, se ganó), Osorio es un loco que inventa posiciones. Ojo, el colombiano no ha inventado nada. Las posiciones que, para muchos, son extrañas las han jugado los protagonistas. El tema es que tendrá que ir descartando algunas opciones y no aferrarse a detalles que no tienen tanto potencial. Corregir tras ganar siempre será lo ideal. Estamos convencidos que, tras los partidos ante Paraguay, Chile, Uruguay y Jamaica, Juan Carlos/cuerpo técnico han hecho muchos apuntes y no dudarán en ajustar.
→ Ilusión. Quizá el partido no dio argumentos para que sigamos ilusionados con la Copa que puede hacer México, pero nos agrada muchísimo que se trabaje en variantes, que se muestre capacidad de reacción y que haya disposición absoluta de jugadores. Cualquier cosa puede pasar en lo que viene, pero seguimos confiando en esta selección.