Hace treinta años, el argentino Diego Armando Maradona regaló una de las actuaciones más memorables en la historia del deporte. La calidad -y picardía- del ’10’ de la albiceleste fue el diferenciador de un duelo que perdurará por siempre.
Aquel 22 de junio de 1986, Argentina llegaba a Cuartos de Final de la Copa del Mundo tras haber derrotado a Uruguay, mientras que Inglaterra venía de golear a Paraguay. El duelo era de pronóstico reservado.
El partido era ríspido y con pocas ocasiones de gol. Fue hasta la segunda mitad que la genialidad de Diego Armando Maradona apareció. Al 51′, Diego intentó hacer una pared con Valdano, pero Sanson, defensor inglés, se interpuso y terminó levantando el esférico, Diego se suspendió en el aire y conectó el balón con la mano. La sutileza del toque no le permitió ver al silbante que la había metido con la mano, los ingleses no podían creerlo…
Cuando los ingleses y los aficionados aún se preguntaban si el gol había sido con la mano, Diego Armando Maradona recibió el balón en el mediocampo, con un movimiento se sacó a dos ingleses, condujo el balón con una velocidad/destreza impresionante, se quitó a dos ingleses más, se acercó al área, se quitó a otro más, se gambeteó al arquero y mandó guardar el balón. ¿El mejor gol en la historia de los Mundiales? EL GOL DEL SIGLO.
¿En 90 minutos se puede pasar de la picardía y trampa a lo sublime y majestuoso? Sí, DIEGO ARMANDO MARADONA lo demostró, hoy, hace 30 años.