Hace dos años, todos estábamos listos para presenciar una de las semifinales del Mundial de Brasil 2014. Alemania y la anfitriona Brasil se medirían en el Mineirao. Alemania llegaba al partido tras vencer, por la mínima diferencia, a Francia en los Cuartos de Final, mientras que Brasil arribaba, luego de echar a Colombia, la selección sensación del certamen.
El combinado dirigido por Luis Felipe Scolari no podía contar con su máximo referente: Neymar da Silva. El jugador del FC Barcelona recibió un rodillazo de Juan Camilo Zuñiga en la espalda baja en el Brasil vs Colombia que no le permitiría disputar este partido. A pesar de la ausencia del ’10’, la verde amarelha partía como favorita por la motivación que significaba jugar en casa.
En Alemania aún no se olvidaban de la final de Corea-Japón 2002, por lo que querían cobrar su revancha ante Brasil, en su propia casa. De ganar, los germanos estarían regresando a una final de Copa del Mundo tras 12 años de sequía.
Desde el comienzo del partido, se pudo ver que Alemania tenía la intención de romper el cero lo más pronto posible. Apenas al 11′, Thomas Muller abrió la cuenta en un tiro de esquina. Al 23′, vivimos un momento histórico, ya que, Miroslav Klose aprovechó un rechace de Julio César para marcar su décimo sexto gol en Copas del Mundo, convirtiéndose en el único máximo goleador histórico de los Mundiales. El récord de Ronaldo quedaba en el olvidó.
La pachanga germana continuó con Toni Kroos y Khedira como principales protagonistas. Al 24, Kroos marcó el tercero con un disparo que Julio César no pudo contener. Al 26′, el mismo Kroos hizo el cuarto a pase de Sami Khedira. Y, al 29′, Sami Khedira se unió a la fiesta tras empujar el balón al fondo de las redes tras un gran pase de Ozil. ¡¡5-0!!
Los jugadores brasileños no lo podían creer. En un abrir y cerrar de ojos, ya tenían 5 goles en la frente. La afición sudamericana lloraba en las gradas y el Mineirao estaba helado ante lo que estaba viendo. El scratch se fue al entretiempo con una ‘manita’ alemana.
En la parte complementaria, Scolari sacrificó a Hulk para poblar más su mediocampo y buscar que no cayeran más goles. El cambio no sirvió de mucho, puesto que, al 69′, Schurrle hizo el sexto. Y, al 79′, el mismo André selló su doblete para poner el séptimo. Alemania pudo marcar otros dos tantos, pero Julio César y Ozil decidieron dejar las cosas así. Oscar marcó el tanto de la honra al 90′.
Las reacciones de la afición, jugadores y el pueblo brasileño tras aquel partido conmocionaron al fútbol mundial. «Es la mayor humillación en la historia del fútbol», aseguraban los diarios más importantes del planeta. Alemania llegó a la final de Brasil 2014 y terminó consagrándose campeón por cuarta vez en su historia. El combinado germano esperó 12 años para cobrarse lo de Corea-Japón 2002, y lo hizo sin piedad alguna…