1461 días han pasado desde que dimos un paso importantísimo en nuestra vidas. Dejamos de planear y comenzamos a hacer. Días antes de aquel inolvidable 18 de julio del 2012, las tres personas que siempre hemos estado por estos rumbos tuvimos una conversación que nos marcó en demasía…
En esos espacios que hay entre clases, nos sentamos a platicar como muchas otras veces. Parecía que sería una plática poco relevante, pero, de pronto, nos pusimos a pensar en lo que vendría para nosotros. Pensamos en qué estábamos haciendo y hacia dónde estábamos encaminando nuestras vidas.
Dos de nosotros teníamos ofertas laborales interesantes en la mesa. Había ilusión, y no nos referimos sólo al renglón económico, sino al profesional. El margen de aprendizaje y crecimiento era muy amplio, por lo que lo más sensato era aceptar los ofrecimientos y comenzar con la aventura.
De pronto, entre la charla de los detalles de las ofertas laborales, uno de nosotros hizo una pregunta que nos hizo detenernos de manera radical. «¿Trabajando en qué o en dónde, se levantarían felices todos los días de su vida?«, fue el cuestionamiento que frenó la entretenida conversación.
«Si me levantara todos los días a ver partidos de fútbol no tendría ningún problema», dijo uno de los que tenía la oferta laboral. «La verdad, yo tampoco. Que tu trabajo sea ver, hablar o escribir de fútbol debe ser lo más -inserte grosería- del mundo», respondió el otro que, además de ser dueño de un léxico depurado, tenía pie y medio en una compañía importante.
No teníamos duda de que elegimos la carrera correcta y que nuestro inicio como empleados sería extraordinario por nuestra capacidad. Pero esa pregunta nos hizo reflexionar muchísimo. Entramos a clase y, cuando salimos, en lugar de hablar sobre el examen que acabábamos de presentar, continuamos con la plática que habíamos dejado pendiente.
La pasión por el fútbol no era ninguna novedad. Compartimos muchos equipos. Nos reuníamos para ver jornadas enteras de fútbol nacional e internacional. Y era muy raro el día en el que no debatíamos sobre el tema deportivo del momento. Además, cuando recién iniciábamos la carrera universitaria, nos habíamos planteado lanzar un blog para escribir sobre el deporte al que tanto tiempo le dedicamos.
La idea del blog, entre todo lo que envuelve la vida de jóvenes universitarios, quedó un poco olvidada. Pero, gracias a esa charla que parecía insignificante, resurgió y nos hizo recordar lo que siempre quisimos y nunca nos habíamos animado a intentar.
Esa noche seguimos platicando. Y nos decidimos. Era momento de intentar.
¿Cómo carajos esperábamos que nuestro trabajo fuera ver, analizar y hablar de fútbol si no hacíamos nada para que eso pasara?
Las cosas no llevan por arte de magia. Había que trabajar y comenzar a aterrizar todas nuestras ideas. Durante un par de semanas planeamos y comenzamos a acomodarnos. Había que ajustar horarios, plantearnos objetivos a corto, mediano y largo plazo, definir qué haríamos y establecer nuestro plan de acción.
Lanzar el blog era lo que sonaba más lógico para tres tipos con conocimientos millennials de redes sociales y poco interés en otras páginas deportivas. Pero decimos tomar otro camino… «Primero hay que lanzarnos en Facebook, compartir nuestros trabajos, ver si le gusta a la gente y, si llegamos a cierto número de seguidores, vamos creciendo poco a poco».
No a todos nos convencía la idea, pero decidimos hacerlo. ¿Nuestro nombre? Invictos. Lo debatimos, pero se quedó. Nos gustó porque creemos que la derrota no es un estado absoluto. Puedes llegar a estar perdido, pero sólo están derrotados los que así lo desean.
Con el nombre listo, llegó el momento de hacer lo más difícil: iniciar. Creamos la página en Facebook a las 2:00 am. Los tres estábamos presentes. Habíamos planeado todo, pero una vez que la página estuvo live lució insignificante. Nuestro primer post fue una análisis previo al arranque del Apertura 2012 de la Liga MX.
Después, esa misma noche, hablamos sobre algunos partidos y comenzamos con secciones que se mantienen hasta la fecha como Frase a enmarcar y Diamante en bruto. Uno de nosotros, en aquel 2012, le entraba sabroso a las apuestas (ahora es el #InvictoApostador) y también soltaba algunos datos para ayudar a los apostadores que nos leían.
Todo se fue dando. Iniciaron los experimentos. Los ejercicios a prueba y error. Al principio éramos pocos, pero fuimos creciendo. Desconocíamos estrategias para crecer en redes sociales, así que nuestro crecimiento fue -y ha sido- totalmente orgánico. Por esa razón, tenemos tanta conexión con todos ustedes. Porque nunca los hemos visto como un lector o un número más. Leemos y conocemos prácticamente a todos los que nos han escrito en alguna ocasión.
Siempre tuvimos claro qué tipo de página queríamos ser. Información la da cualquiera, pero el cómo lo cambia todo. Nosotros nunca buscamos imitar a nadie, y eso ha sido clave. Encontramos nuestro estilo. Imprimimos parte de nuestra personalidad a todos nuestros trabajos. Y la historia fue creciendo de manera sumamente positiva…
Tras romperla en Facebook, dimos el salto a Twitter. No éramos muy tuiteros, pero la red social nos atrapó en poco tiempo. La cercanía que brinda en el tipo de interacción nos agradó muchísimo y nos permitió acércanos más a todos ustedes.
Las cosas iban tan bien en Facebook y Twitter que el tema del blog se fue postergando porque no queríamos lanzar cualquier cosa. Luego de casi un año de trabajo lanzamos www.inv17.wpengine.com, el sitio en el que podemos profundizar y ampliar información sobre cualquier tema futbolístico.
Inolvidable aquella noche de lanzamiento, en la que tumbaron los servidores en un abrir y cerrar de ojos, JAJA. Nos hicieron invertir más en temas operativos, pero ha valido la pena, ya que, gracias a su apoyo, el sitio web se ha convertido en uno de los más visitados de México y Latinoamérica.
No queríamos aburrirlos con tantas palabras, pero creímos que nuestro aniversario era un momento ideal para contarles un poco más de nuestros inicios. Han pasado 4 años desde el nacimiento de Invictos y poco más de 1500 días de aquella conversación que le dio un giro total a nuestras vidas.
No vamos a decir que todo ha sido lindo y que no ha habido momentos en lo que queremos mandar todo al carajo para descansar un poco más. Pero, después de 4 años, tenemos claro que tomamos la decisión correcta al rechazar las ofertas laborales que teníamos para perseguir NUESTRO SUEÑO.
Constantemente nos agradecen por nuestro trabajo y dedicación, pero los agradecidos siempre seremos nosotros.
Gracias por todo, Invictos. Sin ustedes nada de esto sería posible.
#TODOSSOMOSINVICTOS