FC Barcelona vivía una época muy complicada. Louis van Gaal, Jesús Antonio de la Cruz y Radmoir Antoic habían pasado por el banquillo en menos de un año. El momento era de Frank Rijkaard, personaje holandés que brilló muchísimo como jugador, pero apenas iniciaba como estratega.
Laporte y Rosell, sabían que se necesitaban jugadores importantes para comenzar los cimientos de un proyecto deportivo que ilusionara a la afición. Uno de los jugadores que más había llamado la atención del mundo del fútbol era Ronaldo de Asis Moreira, quien derrochó talento en el PSG de Francia y se había consagrado campeón del mundo en 2002.
FC Barcelona lo quería, pero la operación no sería fácil. Manchester United estaba tras los pasos del nacido en Porto Alegre y todo se podía derrumbar. Al final, FC Barcelona persuadió la situación y logró ganarle la puja a Sir Alex Ferguson.
Cuentan, quienes pertenecían al club en aquel entonces, que un emisario culé acompañó a Dinho cuando llegó a Barcelona por primera vez para evitar que encendiera su celular y gente del United lo llamara. La operación se cerró en 32.5 millones de euros.
«Estuve a punto de fichar por el United. Todo ocurrió muy rápido, en 48 horas. Sin embargo, Sandro Rosell me había preguntado mucho antes de recibir esa oferta: ‘Si soy presidente del Barça, ¿vendrías?’. Y le dije que sí. Solo faltaban detalles con el United cuando Rosell me llamó para decirme que iba a ganar las elecciones. Y yo le había prometido que jugaría en el Barça. La negociación fue rápida; le dije a los ingleses que había elegido el Barcelona», sostenía Ronaldinho.
Poco más de 25,000 aficionados del FC Barcelona recibieron al que se convertiría en su próximo ídolo. El genio sudamericano disputó 207 partidos como culé, marcó 94 goles, dio más de 80 asistencias y conquistó 5 títulos. Pero más allá de sus números, fue el encargado de regresarle la ALEGRÍA al club blaugrana.