Dos empates consecutivos del Real Madrid en la Liga de España. Siguen como líderes invictos, pero hay varias cosas que valen la pena apuntar. ATENTOS a la entrega de #ABotePronto sobre la noche del equipo de Zinedine Zidane en Gran Canaria.
→ El ajuste táctico de Zidane. Con Marco Asensio como titular, Zidane ajustó el parado táctico del equipo. 4-2-3-1 (ó 4-2-1-3). Nacho, ante la ausencia de Marcelo, jugó como lateral izquierdo. Kroos/Lukita, en el mediocentro. Marco jugó como mediapunta. Bale/Cristiano se cargaron hacia las bandas. Y Morata fue el ‘9’ titular. En el papel, buen plan. En la práctica, la cosa no se vio tan bien. Pero bueno, es correcto mencionar que muchos de los que participaron no estuvieron a la altura, así que no seríamos muy severos con esta formación. En otras condiciones, puede ser una variante táctica muy válida. El tema es que, en este partido, el equipo no anduvo.
→ Casemiro, Pepe y los demás. Nos revientan cada que lo decimos, pero no podemos dejar de apuntar realidades: ahora mismo, sin Pepe, Real Madrid sufre muchísimo en la zona central de la defensiva. Varane puede hacer historia en el club blanco, pero no vive un buen momento, y Sergio Ramos lleva rato sin ser garantía defensiva. Pero bueno, no sólo se extrañó a Pepe, también se echo de menos a Marcelo y Casemiro. Al lateral no tanto por su aporte defensivo, sino porque suele fijar a los volantes rivales por sus constantes incorporaciones. Y al mediocentro por sus recorridos, recuperación e interpretación. Sin Casemiro, Kroos y Luka se tienen que amarrar/preocupar por la recuperación y la zona de creación del Madrid pierde muchísimo. Al Real Madrid que le falten los que sean menos Casemiro y Pepe.
→ El partido de Las Palmas. Corrieron, lucharon y creyeron, pero no tuvieron la generación ni circulación de otros partidos del presente curso. Es más, el año pasado en el que Real Madrid le sacó el partido con un remate de Casemiro, nos agradó mucho más su juego. Así son las cosas en el fútbol. En marzo, cuando entregaron un performance que rayó lo superlativo, no sumaron. Y hoy, quizá sin hacer lo que un partido ante el Real Madrid, en condiciones normales, exige, lograron sumar. Mucho mérito porque no contaron con Boateng y se les lesionó Jonathan Viera. Lo de Roque Mesa, en el mediocampo, no deja hacer ruido. En Las Palmas lo querrán por siempre, pero no dudamos que lluevan las ofertas. Un manejo y temple con/sin balón que no puede pasar desapercibido…
→ Cristiano Ronaldo no anda desde hace rato. Zidane asegura que no considera a jugadores que no están al 100% físicamente, así que si a CR7 le está faltando algo es completamente futbolísitco. Partiendo de ahí, es normal que le cueste en los primeros partidos tras salir de una lesión importante. Eso sí, la versión de CR7 ante Osasuna, Villarreal y Las Palmas no dista mucho de la versión que se ha mantenido constante en lo que va del 2016. Si bien es cierto que ha tenido grandes noches, como ante Wolfsburg, Hungaría, Gales o el propio FC Barcelona, el 2016 ha estado lejos de ser su mejor año a nivel individual. Lo que comentamos va más allá del Balón de Oro, el punto va enfocado al aporte y peso que Cristiano ha tenido, últimamente, con el Real Madrid. Sobre su cuota goleadora no hay nada que cuestionar, pero es imposible no mencionar lo poco que se involucra en el juego colectivo del equipo. Volverá, porque es un monstruo y uno de los mejores de todos los tiempos. Pero no anda, y no es cosa de esta noche o los últimos partidos, lleva rato sin influir -como algún lo hizo- en el renglón colectivo.
→ Reacción de Cristiano Ronaldo tras salir de cambio. Siendo honestos, la veíamos venir. Normal que un animal competitivo se moleste cuando no está en posibilidad de seguir jugando, pero creemos que se pudo reservar más. CR7 no es ningún novato y sabe el revuelo que se va a despertar por los gestos de cabreo que soltó. Seguro que la molestia fue consigo mismo y con el hecho de salir, no con Zidane, pero vendrán los rumores y un montón de comentarios que no eran necesarios en un grupo donde se veía puro buen rollo y buena vibra. Además del resultado, CR7, al no reservarse un poco más, le ha dado puerta a temas ajenos a la cancha que pueden llegar a fastidiar en el entorno madridismo. Repetimos: entendemos la rabia y no esperábamos que saliera con una sonrisa, pero hay momentos -casi siempre- en los que hay que pensar en el equipo antes que en el individuo. Este tipo detalles, como los gestos que hace cuando no se la dan, son cosas que él, como líder, debería aprender a controlar. Hay situaciones en las que cuesta un montón contenerse, pero debe entender que a ningún grupo le viene bien ver a un referente haciendo corajes en el campo o cuando sale del mismo. Había que tener calma, Cristiano. Mucha calma.