El tiempo pasa rapidísimo, Invictos. Y para prueba basta con decirles que la memorable actuación de Zlatan Ibrahimovic ante la Selección de Inglaterra fue hace EXACTAMENTE CUATRO AÑOS.
Aquella noche del 14 de noviembre del 2012, el delantero sueco se despachó un póker ante el combinado inglés. Los goles de Ibra generalmente son buenos, pero en ese inolvidable partido se mandó uno que, meses después, fue reconocido como el mejor del año en la gala del Balón de Oro.
El duelo entre Inglaterra y Suecia se celebró en Friends Arena en Suecia. El combinado sueco llegaba al partido tras haber empatado ante Alemania en la eliminatoria mundialista, mientras que los ingleses también viajaron a Suecia, luego de haber empatado con Polonia en la clasificación para Brasil 2014.
A los veinte minutos de tiempo corrido comenzó el festival de la leyenda vikinga. Ibrahimovic aprovechó un gran desborde de Alexander Kačaniklić y, tras dos intentos de remate, apareció para convertir. Inglaterra reaccionó de inmediato. Danny Welbeck empató el partido a los 35 minutos y, tres minutos después, el entonces debutante Steven Caulker puso el 1-2 en la pizarra.
En la parte complementaria, la tónica del partido cambiaría por completo. Suecia se lanzó al frente y los ingleses pagaron, cuando Hodgson comenzó a hacer cambios. Para empatar, Zlatan recibió de pecho un pase largo y, sin dejar caer el balón, definió ante un Hart que no pudo salir a tiempo.
Al minuto 83, Zlatan firmó la remontada -y su hat-trick- de tiro libre. Suecia ya ganaba y el estadio ovacionaba de pie a su ídolo. Pero no sería la última obra maestre de Ibra, ya que, en tiempo de compensación, nos regalaría uno de los mejores goles de la última época…
Joe Hart intentó despejar con la cabeza, pero el balón le cayó a Zlatan quien, con una chilena desde fuera del área -sin siquiera mirar a la portería- marcó un gol que le dio la vuelta al mundo. Un ejemplo total de lo que es tener imaginación y técnica individual.
El último gol de Zlatan no solo significó la cereza en el pastel para el triunfo sueco sobre Inglaterra. También sirvió para que el ex jugador del AC Milan se convirtiera en el primer futbolista en marcarle cuatro goles en un mismo partido a la Selección de Inglaterra en más de 140 años de historia.