El árbitro central en la final del Mundial de Clubes 2016, Janny Sikazwe, ha salido a explicar por qué decidió no sacarle la segunda tarjeta amarilla a Sergio Ramos, cuando, claramente, se le vio con la mano en el bolsillo tras una indiscutible infracción del capitán del Real Madrid.
El colegiado de Zambia aclaró que se trató de un problema de comunicación con su árbitro asistente: «No fue más que una falta de comunicación entre mi asistente y yo. Él me señaló la falta y me dijo por el auricular ‘sin tarjeta’, pero yo entendí ‘tarjeta’. No fue más que eso: una falta de entendimiento», declaró, según lo recogido por Marca a filgoal.com
La falta de Ramos sí que merecía una tarjeta amarilla, pero el primer árbitro decidió hacerle caso a su asistente. Además, aclaró que el videoarbitraje no tuvo nada que ver: «No fue por el vídeo arbitraje, fue algo que quedó entre mi asistente y yo».
Más allá de las críticas, el juez se dijo contento y agradecido por ser el primer africano en pitar una final de Mundialito: «Agradezco a Dios la oportunidad de ser el primer árbitro africano en dirigir una final de la Copa del mundo de Clubes».