Sabía que lo estaban viendo con lupa. Sabía lo que se estaba jugando América. Y sabía que el momento en la final era del equipo que capitanea. Pero, bueno, el señor Rubens Sambueza ha vuelto a ser víctima de su falta de equilibrio emocional y ha pagado carísimo su error…
Con su amarilla de cajón por reclamarle al cuerpo arbitral, Sambueza, en el minuto 102 del tiempo extra, tuvo la brillante idea de cometerle una clara falta a Hugo Ayala, cuando ya le habían ganado la posición por el balón. Si bien no fue una entrada violenta, había argumentos para mostrar amarilla y el árbitro no dudó en hacerlo.
Más allá de cualquier diferencia con el juicio del colegiado, Rubens dio argumentos para hacerse expulsar cuando su equipo estaba arriba en el marcador y tenía superioridad numérica. Insostenible. Y es el capitán…