Su nombre sonaba y el talento estaba. Faltaba alguien que confiara en él para que se sumara al primer equipo de Instituto de Córdoba. Apenas tenía 17 años de edad, pero su calidad futbolística hizo que el entrenador DARÍO FRANCO lo ascendiera de Quinta División al cuadro absoluto.
Lo hizo debutar en la temporada 2011/12, cuando el conjunto cordobés buscaba su ascenso a la máxima categoría del balompié argentino. Paulo respondió desde el día uno. Era un juvenil, pero tenía un desparpajo y personalidad de jugador diferente al resto. Lo mismo que hacía en Quinta División, lo hizo en el primer equipo. Y lo mismo que hacía en los entrenos, lo hizo en los partidos.
Franco, a quien se le recuerda en México por su pasado en Monarcas Morelia, confió, y Paulo le respondió. 17 goles en 38 partidos en su campaña de debut como jugador de primer equipo. El ascenso se negó, pero en Córdoba aún no olvidan aquel equipo, y menos a La Joya.
Mientras muchos se sorprenden por lo que ha conseguido Dybala, Franco se muestra muy tranquilo. Supo, desde aquel lejano 2011, que Paulo tenía todas las condiciones para convertirse en un futbolista de clase mundial… y no se equivocó.
«No me sorprende el nivel de Dybala. Uno cuando lo empieza a ver jugar en la Primera de Instituto, viendo con la responsabilidad que jugaba, veía que no podía llegar a tener un techo y que podía hacer lo que él quisiera si mantenía ese nivel, por lo humilde que es, pero acompañando esta humildad, por la personalidad que tiene para jugar», declaró Franco, en febrero del 2016 a Cadena3.
Paulo juega igual en entrenos, partidos amistosos o duelos de alta tensión: «Eso que hoy hace en Europa en cada partido que juega con Juventus es lo que le vimos hacer aquellos primeros tres días, cuando empezamos a trabajar con los chicos en La Agustina, y después lo hizo en los entrenamientos con la Primera, en los partidos, y en Europa».
Paulo ha tenido muchos entrenadores en su carrera, pero del que no se olvidará nunca, sin ningún tipo de duda, es del primero que confió en él. Del que creyó cuando apenas era un pibe…