8 de julio del 2014. El mundo del fútbol se preparaba para ver lo que, en el papel, era una final adelantada del Mundial Brasil 2014. Por la sede, por la rivalidad y por la historia de ambas selecciones, la opinión general era que se vería un encuentro disputadísimo, pero la historia, tristemente para los brasileños, no fue así…
La cosa empezó mal para el scratch desde antes del silbatazo inicial.
¿La razón? El combinado dirigido por Luis Felipe Scolari no podía contar con su máximo referente, Neymar da Silva, debido a una lesión. El futbolista del FC Barcelona recibió un rodillazo de Juan Camilo Zuñiga que lo dejó fuera de la justa mundialista. Sin el ’10’ en el campo, la cosa se complicaba. Pero, por la localia y la algarabia que se vivía en suelo sudamericano, muchos daban por favorito a Brasil.
Alemanai partió en la suya. Sin hacer tanto ruido, se instalaron en la semifinal. Los germanos llegaban sin más de una década sin jugar una final de Copa del Mundo, así que las ganas de dejar en el camino al anfitrión eran inmensas.
EL PARTIDO DEL TERROR PARA BRASIL: 7-1 HISTÓRICO
Pegar y pegar lo más pronto posible. Alemania inició con todo y supo reflejar su superioridad en el marcador. Apenas al minuto 11, Thomas Muller abrió la cuenta en un tiro de esquina. Al 23′, vimosun momento histórico, ya que Miroslav Klose aprovechó un rechace de Julio César para marcar su décimo sexto gol en Copas del Mundo, convirtiéndose en el único máximo anotador histórico de los Mundiales (adiós al récord de Ronaldo)
La pachanga germana continuó con Toni Kroos y Khedira como principales protagonistas. Al 24′, Kroos marcó el tercero con un disparo que Julio César no pudo atajar. Al 26′, el mismo Toni hizo el cuarto, a pase de Sami Khedira. Y, al 29′, Sami Khedira se unió a la fiesta, luego de aprovechar un gran pase de Ozil. ¡¡5-0!!
5-0 en 29 minutos. Ni en el FIFA.
Los jugadores brasileños no lo podían creer. En un abrir y cerrar de ojos, tenían 5 goles en la frente. La afición local lloraba en las gradas y el Mineirao estaba helado ante lo que estaba viendo. El scratch se fue al entretiempo con una ‘manita’ alemana…
En la parte complementaria, Scolari sacrificó a Hulk para poblar más su mediocampo y buscar que no cayeran más goles. El ajuste no sirvió de mucho, puesto que, al 69′, Schurrle hizo el sexto. Y, al 79′, el mismo André selló su doblete para poner el séptimo.
Alemania pudo marcar otros dos tantos, pero Julio César y Ozil decidieron dejar las cosas así. Oscar, que había entrado en la segunda mitad, marcó el tanto de la honra al 90′.
Las reacciones de la afición, jugadores y el pueblo brasileño conmocionaron al fútbol mundial. “Es la mayor humillación en la historia del fútbol”, aseguraban los diarios más importantes del planeta.
Alemania llegó a la final de Brasil 2014 y terminó consagrándose campeón por cuarta vez en su historia. El combinado germano esperó 12 años para cobrarse lo de Corea-Japón 2002, y lo hizo sin piedad.