Completó 5 de 7 regates. Ganó 10 de 14 duelos ofensivos. Y generó 4 ocasiones.
Compartir es información no es defenderlo y justificarlo, es apuntar lo que pasó.
En el duelo eliminatorio ante Venezuela, Lionel Messi, pese a tener a algunos lapsos en los que casi no entró en contracto con el balón, fue el mejor futbolista de Argentina. El tema, para no variar, es que no encontró socios que le dieran continuidad a sus ataques, o que pudieran resolver las acciones que él, con su impresionante capacidad de creación, se inventó.
Icardi, Dybala, Di María, Pastore… Todos son buenísimos, sin embargo no han logrado responder en el última fecha FIFA del fútbol internacional (Ángel y Javier desde hace años con selección). Cuando Messi los buscaba para que definieran, o para que le regresaran alguna pared, la imprecisión y precipitación se hicieron presentes.
No escribiremos más, simplemente vean este vídeo.
LA NOCHE DE MESSI ANTE VENEZUELA
If it wasn’t for his teammates who missed the opportunities, things would have been much different in Argentina’s much complicated group. pic.twitter.com/0LcxvwmGJ7
— Sjr (@_ASakka) 6 de septiembre de 2017
«Cuando Argentina gana, Messi lo hizo todo. Y cuando Argentina no puede ganar, los compañeros son los que fallan». Pues no es así de literal, pero la mayoría de las veces en las que la albiceleste se impone es por tres cosas: aguantan atrás, un compañero le da continuidad a a un ataque de Messi o porque algún atacante pudo definir una acción generada por Lionel.
Lo hemos dicho varias veces: si a Messi lo rodeas de forma extraordinaria, marcas época. Si a Messi lo rodeas bien, haces historia. Si a Messi lo rodeas más o menos, compites por todo. Y si a Messi lo rodeas mal, habrá chispazos que, en duelos de altísimo riesgo, no serán suficientes.
Argentina, en años anteriores, ha rodeado a Messi más o menos. Por eso, sin hacer un fútbol espectacular, se han instalado en finales de competencias internacionales. Es el que menos apoyo colectivo necesita en todo el mundo, pero es necesario que tenga socios para que el combinado sudamericano por fin pueda romper la sequía de títulos.
Messi puede quebrar defensivas con sus milimétricos servicios, pero impactarán un carajo si Pastore no pica la pelota (como lo hubiera hecho en el PSG), si Benedetto se traba, si Higuaín erra o si los laterales -o carrileros- sacan centros impresentables.
“Para mí, Leo se hizo cargo de los dos partidos de la fecha en un montón de momentos. Indudablemente que generó situaciones demasiado claras y después el partido (ante Venezuela) se fue deformando. Pero para mí, Leo estuvo por encima del resto. Me preocupa que no fuimos capaces de aprovecharlo porque es un jugador muy valioso y no cristalizar lo que él genera es lo que tenemos que mejorar”, concluyó Sampaoli tras el duelo que se disputó en El Monumental.