El primer capítulo fue del Real Madrid.
El equipo de Chamartín viajará a París con una ventaja significativa, luego de ganar la ida por un marcador de 3-1. El resultado no reflejó lo que fue el trámite. PSG tuvo una fase importante de dominio, pero pudo más la jerarquía/pegada del elenco dirigido por Zinedine Zidane.
REFLEXIONES INVICTAS: REAL MADRID VENCIÓ AL PSG
➔ Real Madrid Club Fútbol. Es la grandeza del Rey de Europa. Incluso en una noche que se tornaba muy oscura, sacaron el pecho y dieron un golpe de autoridad. No se puede negar la realidad: en el trámite, PSG fue superior. El tema acá fue que, ante los cambios desde el banquillo, hubo más pegada, deseo y espíritu competitivo del lado blanco.
➔ El inicio del partido. 4-4-2 (o 4-3-1-2, cuando Isco flotaba en zona de mediapunta) contra el 4-3-3 del PSG. Real Madrid arrancó presionando alto y, aunque llegó a incomodar, PSG se pudo asentar en el terreno de juego. Ambos equipos hicieron lo suyo. Nos gustó cómo Zidane interpretó que el partido se ganaba en el mediocampo (el francés entendió que Lo Celso podía otorgar facilidades, y pobló la zona). Del PSG nos agradó que, cada que atacaban, despertaban sensación de peligro. Aunque, bueno, también nos parece que Neymar/Mbappé pudieron decir mejor en varias transiciones.
➔ Giovani Lo Celso y un examen reprobado. Unai Emery trabajó esta variante desde que inició el 2018. El rosarino lo hizo bien en el fútbol francés, pero es clarísimo -y Rabiot lo comentó- que no es lo mismo enfrentarte al Dijon que al Real Madrid. Gio padeció este juego. Comprometió a su equipo con entregas en su campo, perdió balones en salida, casi no ganó duelos individuales, cometió un penal y se jugó la tarjeta roja. Con balón, hizo un par de lanzamientos largos muy buenos. Y es que era obvio: con la pelota, es un jugador inteligentísimo. Pero, sin el esférico y jugando como mediocentro, todavía no adquiere el sentido de ubicación/marca que se necesita en zona medular (y más en esta clase de partidos). Un mediocentro fiable no se hace en cosa de 5-6 semanas.
➔ El PSG del segundo tiempo. Los primeros 30-35 minutos del segundo tiempo fueron del PSG. Cuando se veía más cercano un segundo tanto visitante que una anotación madridista, los de Unai Emery parecían cómodos sobrellevando el empate. Sí, sí exigieron a Keylor, sin embargo, faltó ese extra que se necesita para darle un impacto de KO a un gigante.
➔ El cambio de Unai Emery. A 25-30 minutos del final, el español decidió sacar a Cavani para darle juego a Thomas Meunier. Tras el ingreso del belga hubo varios ajutes en el campo: Meunier se ubicó como lateral derecho, Dani Alves se adelantó como extremo y Mbappé fue posicionado como centrodelantero. Con este acomodo, el PSG controló por un lapso considerable. Entonces, ¿dónde está el error de Emery? Fácil. A que era clarísimo que, con el empate, Zidane terminaría metiendo a jugadores como Gareth Bale, Marco Asensio y Lucas Vázquez. ¿Por dónde llegan los dos últimos goles de Cristiano? Por el sector derecho del PSG (Meunier/Alves). Y es que, entre que Alves no fijaba a Marcelo, la lógica intención del Madrid por ganar el partido y lo bien que entró Asensio, se los comieron vivos.
➔ La respuesta de Zidane. A Zizou había que verlo en una noche como ésta. Con la temporada pendiendo de un hilo, y con su equipo siendo superado como local, fue valiente. Pudo jugar a guardar el empate y ver si, por ahí, lograban algo con los que estaban en el campo, pero no. Arriesgó. Con 10 minutos en el reloj, se lanzó con todo por el triunfo, pese a todos los riesgos. Mientras Emery no entendió que cuenta con un ejército de élite, Zidane sí que conoce lo que representa su club. Estando en buen momento o estando en mal momento, el Madrid tiene que competir respetando su historia.
➔ Cristiano Ronaldo es Mr. Champions. Es diferente. De perderse dos ocasiones, a firmar un nuevo doblete en Copa de Europa. Ni se asocia ni influye ni desequilibra como antes, pero eso no significa que ha dejado de ser determinante. Su incansable deseo de superación y mentalidad pueden más que cualquier otro cosa. Reiteramos lo que escribimos durante el partido: 5 goles contra Bayern Munich, 3 goles contra Atlético de Madrid, 2 goles contra Juventus, 3 goles contra Borussia Dortmund, 2 goles contra Tottenham y 2 goles contra PSG. No más dudas y cuestionamientos. Disfrutemos a uno de los más grandes de todos los tiempos. Es el amo y señor de la UEFA Champions League.
➔ El rompimiento del partido. El cambio que le dio un giro total al partido fue Marco Asensio. Jugando por izquierda, el mallorquín armó un lío bárbaro. Los dos goles que hizo el Madrid sobre la hora fueron, en gran medida, su responsabilidad. A nosotros nos fascinan los jugadores poco especulativos, y Asensio es uno de ellos. La situación con él es encontrar la consistencia que separa a los muy buenos jugadores de los cracks. Considerando lo que ha mostrado en los dos últimos partidos, no nos extrañaría que inicie en París. Otro 4-4-2 de ZZ.
➔ El alma del Madrid. El lateral que más y mejor ataca en el mundo lo volvió a hacer. Atrás siempre sufrirá porque es un defensor con alma de mediapunta, pero arriba es todo verticalidad, regate, desequilibrio y, cuando sale en su noche, contundencia. En duelos individuales (faceta defensiva) no es TOP. Marcelo defiende atacando. Si se echa atrás a esperar, lo exhiben (ojo al gol del PSG). Y eso debe estar clarísimo para la vuelta. Si el Madrid quiere culminar la obra no se puede dejar asfixiar. A Mbappé lo tiene que mantener ocupado obligándolo a que lo siga, no marcándolo.
➔ El penal de Kroos. La mayoría de ese tipo de contactos no se señalan, pero eso no quiere decir que no haya infracción. Toni Kroos exagera, sí. Pero Gio Lo Celso pecó de inocente. Sí agarró y dio un leve jalón. Es decir: dio argumentos como para que el árbitro, que estaba cerca de la acción, señalara un penal.
➔ El arbitraje fue un desastre. Y para no adentrarnos tanto en este tópico seremos concretos: el arbitraje fue malísimo para ambos equipos. Tardó en amonestar a madridistas que salieron a cazar a Neymar. Si pitó el penal de Lo Celso, era doble amarilla. La mano de Sergio Ramos se debió señalar como penal. Le perdonó la doble amarilla a Neymar por un clavadazo. Y fue penoso verlo amonestar a Rabiot por un clavado de Lukita Modric. Ni jodió ni benefició con deliberación, simplemente fue un trabajo arbitral incompetente. Y algunos siguen renuentes a la tecnología en el fútbol, JAJA.
➔ La serie todavía no está definida. Dudamos que haya alguien que crea que la historia de esta eliminatoria terminó. Hoy, reconocimiento total al ADN competitivo madridista, pero sigue faltando la cita del mes de marzo. 90 minutos más. En este partido, los jugadores del PSG se dieron cuenta que pueden dominar al Real Madrid. Tocará ver si ponen lo que hay que poner para ‘matar’ a un gigante. En estas instancias no basta con buenos ratos de fútbol, hay que definir. Y a los grandes no es suficiente con golpearlos, es ir por el KO. Aunque anímicamente el Madrid ha ganado muchísimo, sigue siendo un equipo con jugadores clave que no están en su mejor versión (Benzema, el más claro ejemplo) y con notorios problemas en zona defensiva. RM no debe traicionarse. Salir a guardar la ventaja podría costarles carísimo.