Momento de compartir algunos de los apuntes que hicimos tras la victoria de la Selección de México ante Islandia (3-0). Se logró un gran marcador, pese a no mostrar mucho a nivel colectivo. Definimos lo que sucedió en Santa Clara, California como una victoria de destellos.
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CONCLUSIONES INVICTAS: MÉXICO GOLEÓ A ISLANDIA
➔ Partido de destellos. El marcador no refleja lo que fue el trámite. México fue mejor, sí. Pero no para terminar goleando. Lo resolvimos con destellos. Golazo de Marco Fabián en un tiro libre indirecto, jugadón del Chucky/Layún y una anotación ‘sin querer queriendo’ del propio Miguel Arturo. Ganar siempre es importante. Sin embargo, se debe ser consciente de que no fue una noche redonda. Faltaron asociaciones en carriles interiores y, hasta la entrada de Hirving Lozano, prácticamente no hubo profundidad con los extremos.
➔ El plan de Osorio. 3-4-3 (o para ser más precisos con el rombo 3-1-2-1-3). Corona, en el arco. Araujo, Salcedo y Moreno, centrales. Diego Reyes, mediocentro. Layún y Guardado, interiores. Tecatito/Gallardo, carrileros-extremos. Marco Fabián, mediapunta. Y Raúl Jiménez, centrodelantero. El plan: 1. Conscientes del poderío físico/aéreo de Islandia, Osorio mandó en el XI a 5 jugadores con un gran estatura/juego aéreo (los saques de banda eran como córners). 2. Buscar profundidad/amplitud (muchas veces con trazos diagonales desde zona central) con Tecatito/Gallardo. 3. Utilizar el disparo de media distancia como arma (Guardado, Layún y Fabián jugaron en el mediocampo). 4. Dañar entre líneas con volantes de buen pie. 5. Poner a competir a Raúl Jiménez en el centro. Nos pareció claro lo que se pretendió, pero falló la ejecución. Como explicamos en el primer punto: prácticamente no hubo asociaciones y lo de Tecatito/Gallardo fue bajísimo (sorprenden las oportunidades que recibe el futbolista de Pumas UNAM).
➔ La mejoría en el complemento. México fue más en el segundo tiempo y eso se debió, en gran medida, a la calidad de los jugadores. Ni el plan ni el sistema cambió, sí los nombres. Con jugadores como Hirving Lozano, Carlos Vela y Jesús Molina, el equipo mexicano dañó y ocupó más al cuadro islandés. La conclusión acá es: no se puede prescindir de los jugadores que pueden marcar diferencia en cualquier momento.
➔ Miguel Layún y su doblete. Cuando se soltó, dañó. No desconoce jugar como volante interior pero, a veces, lució desorientado. Sus mejores minutos llegaron en la segunda parte porque le puso más sentido a sus movimientos. Aunque todos los focos (en el segundo gol) se han ido a la acción Hirving Lozano, lo de Miguel tiene un mérito bárbaro. Recorrido largo porque entendió que hacia allá se podía orientar la jugada y mucha clase para definir. Necesitamos a un Layún que no sobrepiense las cosas. Cuando se libera, la mete hasta sin querer, JA. Mucho mejor en ataque que en faceta defensiva, así que no nos desagrada nada verlo como volante.
➔ Hirving Lozano, el mexicano en mejor estado de forma. Si Hirving Lozano mantiene este nivel en Rusia 2018, nuestras posibilidades aumentarán. Es extremo, pero también puede dañar en el centro, lo que lo hace aún más peligroso. Es un jugador que nos fascina. Velocidad, regate, desequilibrio, pegada, ha madurado mucho al decidir su último toque y, además, no le gusta especular con el balón en los pies. Muchísimas ganas de verlo en Rusia 2018. Puede ser su vitrina para algo más grande.
➔ Nos preocupa El Tecatito. Quienes nos han leído durante la presente temporada saben que hemos expresado nuestra preocupación por el momento de Jesús. Lo de esta noche fue el reflejo de su campaña en Portugal. Hay ganas/actitud, no calma y claridad. Inseguro en sus intervenciones y no estuvo nada fino en los duelos individuales (Moreno lo habilitó varias veces con trazos largos y no pudo ser diferenciador). Necesitamos recuperarlo en los próximos meses, que no es que tengamos muchos elementos con ese nivel de desequilibrio.
➔ Rodolfo Pizarro tiene que estar en Rusia 2018. Lo tenemos que escribir: nosotros no dejaríamos fuera del Mundial al futbolista distinto de Chivas. Ahora mismo, está por encima de Giovani dos Santos y de Marco Fabián, quien viene saliendo de una lesión y que esta noche no pesó en zona de creación (su gol vino de un tiro libre indirecto). Pizarro va muy bien entre líneas, está a tope físicamente y, además, maneja muy bien las transiciones rápidas. Si bien el rebaño ha tenido un semestre lleno de complicaciones, Rodolfo ha mantenido una regularidad que debería valerle para en la justa mundialista. Ojalá lo tengamos como variante, aunque todo indica que no será así…
➔ Jesús Corona, factor. Con el 0-0, tuvo un par de intervenciones muy importantes. El arquero del Cruz Azul respondió y confirmó lo que todo sabemos: el arco es la zona del campo en la que menos debemos preocuparnos. Dicho lo dicho, seguimos pensando que Memo Ochoa debe ser el portero titular en el Mundial. Por su experiencia en torneos importantes, por su personalidad en momentos de apremio (le gustan los partidos de alto riesgo) y por la consistencia que ha mantenido en Bélgica, debe ser nuestro portero en Rusia 2018.
➔ Buenos minutos de Govea. 20 minutos en los que mostró intensidad, ritmo, jerarquía y mucha disposición. Jugó como interior y no como mediocentro, que es el puesto que desempeña en el balompié belga (es uno de los dos mediocampistas centrales). Nos agradó lo que le vimos. No sabemos si le alcanzará o no para este Mundial, pero nos parece que será recurrente en el TRI a mediano/largo plazo.
➔ Un triunfo que invita a la reflexión. El 3-0 no debe hacernos creer que se ganó con autoridad y holgura. No fue así. La idea/plan estuvo ahí, la ejecución no acompañó. Errores en intentos por salir jugando, faltó poder colectivo, escasa generación entre líneas y no hubo explosión por bandas (salvó un par de incorporaciones de Lozano). Destacamos que México tuvo la calidad/personalidad para resolver el encuentro, no la forma. Crucial la autocrítica que hagan internamente. Se ganó sin hacer muchas de las cosas que se pretendieron. Para reflexionar.