No nos podíamos permitir no compartirles las conclusiones que hicimos sobre la goleada (3-0) que le acomodó el Liverpool de Klopp al Manchester City de Pep Guardiola, en la ida de los Cuartos de Final de la UEFA Champions League 2017/18.
Fue una noche memorable para los reds. Una velada en la que exhibieron su contundencia, pero también su capacidad para defender y manejar un resultado favorable.
Se jugó a lo que quiso Liverpool. Así de claro.
CONCLUSIONES INVICTAS: EL HEAVY METAL DEL LIVERPOOL
➔ El heavy metal. Verticalidad, intensidad, presión, compromiso y contundencia. Liverpool aturdió al Manchester City en un lapso de 20 minutos. Los sky blues no iniciaron mal el partido, pero no pudieron contener el juego directo del equipo de Klopp. Cada que los atacaron, los dañaron. Y la presión alta que volvió a proponer el club de Anfield, provocó errores del City en fase de salida. Liverpool ganó, gustó y goleó. Porque, aún cuando replegó y aguantó, hizo un trabajo extraordinario.
➔ Fallas en zona baja. La historia no puede terminar bien si Kyle Walker es incapaz de despejar un balón tras un rechace, si Otamendi compromete queriendo salir con una conducción larga y si uno de los interiores rivales tiene todo el tiempo/espacio para disparar desde la frontal del área. La presión, concentración y pegada del Liverpool doblegó al equipo más dominante de la temporada 2017/18
➔ Mohamed Salah, el fichaje de la temporada. No sólo está exhibiendo un nivel TOP en la Premier League, también lo ha hecho en la máxima competición del viejo continente. Estamos hablando -escribiendo- sobre un jugador que ha marcado en la fase previa, fase de grupos, Octavos de Final y Cuartos de Final de la presente Copa de Europa. Hoy, un partidazo más. Marcó, metió una asistencia de crack y, como siempre, fue clave en faceta de presión. Pep Guardiola hizo que Laporte sufriera de forma especial. Quizá probarlo como lateral/marcador por izquierda no es tan mala idea, pero difícilmente la vas a pasar bien contra uno de los futbolistas en mejor estado de forma. Ojalá lo de su lesión no sea grave. Sin él, Liverpool pierde muchísisisimo. Es su jugador más valioso.
➔ Pep Guardiola y sus ajustes. Sorprendió lo que hizo Pep. El cambio en la lista de nombres sólo fue Gundogan por Sterling, pero ajustó la idea e intención en la cancha. Atrás, jugó con una línea de cuatro (un tanto asimétrica). Laporte, como ante Everton, defendió por izquierda. Y le tocó padecer a Salah. Ilkay, por su parte, inició cargado por derecha, y nunca se encontró. Sus condiciones lo orientaban al centro y dejó que Robertson saliera/recorriera mucho más. Poblar el mediocampo para tratar de controlar las transiciones en velocidad del Liverpool y poner a un marcador -apoyado por otro central- para contener a Salah no sonaba mal. Al final, no salió. Y todo se redujo a lo que pasó en un lapso de 20 minutos. Coincidimos con Guardiola: su equipo no estuvo terrible en todo el partido. La sacudida llegó tras el gol de Oxlade-Chamberlain.
➔ The Ox la rompió. Revivió con Klopp. Ha caído de maravilla en un equipo que propone un fútbol vertical, intenso y poco especulativo. Su gol, a nuestro entender, fue el punto de inflexión; lastimó mucho al City. Lo dejaron decidir, y no dudar. Boom para sacar, en el renglón mental, a los sky blues. Tuvo una de las actuaciones más sólidas que le recordamos. Porque, más allá del gol, ganó muchísimos duelos ante un mediocampo con jugadores como De Bruyne y David Silva. Not bad.
➔ Los laterales del Liverpool. Una noche europea que Alexander-Arnold y Andrew Robertson no olvidarán nunca. Los dos estuvieron a un nivel altísimo. Casi imposible no perder algunos enfrentamientos con jugadores como los que tiene el City, pero, en la evaluación global, ambos terminaron muy bien parados. Lo de Robertson no es nuevo. Sabe que está ante la oportunidad de su vida y se está dejando todo en cada partido. Un fichaje de bajo perfil que le ha resultado más que rentable a Klopp. Impresiona lo mucho que recorre, su ritmo, la intensidad con la que juega y lo agresivo -en el buen sentido- que es para defender. Y, bueno, lo de Alexander-Arnold fue bestial. Apagó a Leroy Sané. Lo asfixió. El lateral de 19 años ganó duelos directos, evitó enfrentamientos cortando trazos largos, frenó intentos de proyección con pura anticipación/lectura (Silva constantemente le buscó la espalda) y fue el jugador defensivo con más intercepciones exitosas. En nuestro podio del juego.
➔ Un City sin ideas. Ni con la entrada de Sterling, Manchester City pudo dañar al Liverpool. Los afectó muchísimo el haber encajado goles tan consecutivos, ya que estaban fallando entregas que, en condiciones normales, no regalan. Nos faltó más de Silva y de Kevin De Bruyne. Y es que, en estas noches, los jefes tienen que aparecer para matar la dispersión y regresar al equipo al partido. Un fracaso los ataques posicionales del City. La falta de chispa en el último tercio los hizo muy predecibles. ¡¡0 tiros al arco en 90 minutos!! ¡¡0 jodidos tiros!! Aproximaciones e intentos, sin una pizca de precisión.
➔ La línea defensiva del Liverpool. Si hace unas semanas, nos planteaban el escenario de esta noche, jamás habrías apostado que Liverpool, replegando y cediendo la iniciativa, hubiese colgado el cero ante el City. El 2T fue exactamente eso. Dejaron entrar al City, se pararon bien atrás y se quedaron a la caza de algún contraataque. Ya destacamos a los laterales, pero lo de van Dijk y Lovren también fue superlativo (sí, aunque no lo crean, Dejan también estuvo bien). La solidez y experiencia que ha venido a sumar Virgil está a la vista de todos. Ojalá lo hubiesen fichado al inicio de temporada, carajo.
➔ El tridente de la temporada. Normal que Salah acapare la atención, portadas y notas, sin embargo, es necesario destacar lo que han significado Mané/Firmino para este Liverpool. Sadio es un chuchillo por la banda izquierda. Cuando parece que no está enchufado, tira una diagonal hacia el centro y su impacto se refleja al marcador. En cuanto a Firmino, creemos que Salah tiene mucho que agradecerle. Un falso 9 que es muy útil jugando como poste, que sabe asociarse por carril interior, que tiene definición que, además, no es nada egoísta. Disfruta igual marcando que dándole un pase a Mo. Son una pasada. Una ofensiva que mezcla efectividad con espectacularidad. Klopp no se armó fijándose tanto en los nombres, sino en atacantes con cualidades complementarias.
➔ No se puede descartar nada. Un 3-0 puede sonar lapidario, pero esto es fútbol. Si equipos sin tantos argumentos futbolísticos -ni variantes- han gestado hazañas que han quedado para la historia, no es una locura pensar que el City de Pep Guardiola puede darle un giro a esto. Los sky blues deben aprender mucho de esta noche. El trámite será muy similar al de segundo tiempo en Anfield, con la agregado del factor desesperación. Un minuto en el que pierdan la concentración, y se van a casa (nos parece que el Liverpool se los dejó claro hoy, ¿no?). Es momento de sacar el repertorio: hay que abrir el juego con laterales apoyando a los extremos, deben tratar de romper líneas con el juego asociativo que tanto ha maravillado al mundo del fútbol (ante barrera defensivas, nada como un pared o una triangulación) y el golpeo de media/larga distancia también puede ser un recurso muy válido/útil. En la ida, Liverpool se comportó de manera extraordinaria en faceta defensiva. Pero no es -ni cerca- una constante de su temporada. No sabemos si al City le alcanzará para remontar. Lo que sí nos animamos a pronosticar es que hará sufrir a los dirigidos por Klopp. Qué ganas de que sea el partido de vuelta.
Gracias por leernos y siempre estar pendientes de lo que compartimos, Invictos.
Los TKM.