Juventus llevó al límite al rey de Europa, pero no pudo culminar la obra. Con un penal que ha despertado un montón de polémica/comentarios, el Real Madrid se metió a las semifinales de la UEFA Champions League por octava temporada consecutiva.
El partido tuvo tantas cosas que era necesaria una entrega de #ConclusionesInvictas. Esperamos que disfruten la lectura y no duden en hacernos llegar sus comentarios en cualquiera de nuestras plataformas.
CONCLUSIONES: REAL MADRID, A SEMIS DE LA CHAMPIONS
➔ El penal de la polémica. Abrimos con este punto porque queremos zanjar el tema arbitral lo más pronto posible. Nuestra opinión: hay argumentos suficientes para pitar la pena máxima. Benatia fue imprudente, sí contactó a Lucas Vázquez y, aunque no lo arrolló salvajemente como muchos explican, lo terminó derribando. Dicho esto, entendemos que haya polémica (varias tomas despiertan dudas). Pero también hay que valorar algo: el árbitro no tuvo 983542 repeticiones, eh. Vio cómo Lucas Vázquez tenía ganada la posición y vio cómo llegó Benatia (brazos/pierna). La verdad, no nos resulta escandalosa la marcación (nos sorprende que se hable de robos/atracos). Por ahí, muchos nos planteaban el escenario de qué hubiera pasado si la jugada se hubiese dado en el área del Real Madrid. Bueno, no sabemos. Lo que sí creemos es que, si no se hubiera pitado el penal, la polémica de este día sería que al Real Madrid no le pitaron un penal en el agregado. El debate y los reclamos se agudizan porque, por el partido que hizo la Juventus, millones de personas querían que se consumara la remontada y porque no es normal que se pite una pena máxima en el tiempo de compensación. En resumen: se la damos por buena al señor Michael Oliver.
➔ Juventus dio un partidazo en el Bernabéu, pero esto fue de 180 minutos. Lo que hizo Juventus en el partido de vuelta fue heroico. Una hazaña. ¡Se pusieron 0-3 ante el Real Madrid en el mismísimo Santiago Bernabéu! Estaban goleando y superando al rey de la competencia, en una cancha en la que no caían en UCL desde 2015. Por cómo se definió la historia, la sensación es que un penal se los cargó, pero no. Esto es de 180 minutos y, en la ida, la Juve concedió mucho. Les hicieron un gol de vestidor, no tuvieron contundencia (cof cof Higuaín cof cof), el golazo de Cristiano llega tras una falla de comunicación Buffon/Chiellini y, tras la expulsión de Dybala, no pudieron cerrar el juego para no encajar un gol más. Si encaran toda la eliminatoria con la seriedad, concentración y pegada con la que lo hicieron en la capital de España, avanzan sobrados. La cosa acá es que dejaron todo para la vuelta y enfrente tuvieron a un equipo de jerarquía. Un cuadro que, incluso en una mala noche, te genera ocasiones y te mete en tu área. Y si te mete en tu área, pues te expones a una jugada como la de Benatia/Lucas Vázquez.
➔ Cristiano Ronaldo y su cita con los momentos TOP. El portugués no pitó el penal, él sólo pateó. Y se necesita tenerlos cuadrados para, después de lo vivido, liquidar la eliminatoria. Era el último minuto, era un tiro decisivo, los jugadores de la Juve presionaron (incluso quisieron dañar el manchón penal), pasó mucho tiempo antes de la ejecución y le cambiaron al arquero. Hay quienes sostienen: «no tenía nada que perder, si lo fallaba se iban a tiempo extra y ahí lo ganaba el Madrid». Puede ser, pero ¿cuántos equipos, aún jugando en superioridad numérica, se pierden mentalmente tras recibir un gol sobre la hora, o errar un penal? Cristiano tenía que meterlo, y lo metió. Volvió a aparecer en un momento de altísimo riesgo. Y lo hizo en una noche en la que no estuvo nada bien. Este animal es capaz de resolver jugando bien o jugando mal. Su mentalidad es inquebrantable. Es el amo de la competencia. Es Mr. UEFA Champions League.
➔ La noche en la que Pjanic dominó en el Bernabéu. Miralem ofreció un recital en la cancha del bicampeón de Europa. Él mandó. Casi siempre bien posicionado, buenas decisiones al momento de distribuir, proyectó con sus trazos largos, permitió que Matuidi/Khedira rompieran y ayudó muchísimo a sus centrales. Todo lo mencionado toma un valor mayor si se considera que vio la tarjeta amarilla desde los primeros minutos del partido. El bosnio fue el jefe del mediocampo, en un partido en el que enfrentó a jugadores como Modric, Kroos y Casemiro. Lo distinta que pudo ser la eliminatoria si hubiese jugada la ida..
➔ Douglas Costa, la pesadilla del Madrid. Intervino en 2 de los 3 goles de la Juventus, completó 7 de los 8 regates, ganó 11 de 18 duelos individuales y fue una auténtica pesadilla para Marcelo. ¿Cómo dañar al lateral que mejor ataca en el mundo? Atacándolo. Vieira se ha mantenido en la élite por lo que hace con el balón los pies, no por sus condiciones defensivas. Allegri y Costa entendieron esto, y lo aprovecharon. Y ojito, Douglas no buscó llegar a línea de fondo para enfrentar a Marcelo, lo sacaba de la jugada recortando hacia el centro. Uno de los mejores partidos de toda su carrera profesional. El rostro de sufrimiento que se le veía a Marcelo sólo lo recordamos en noches en las que ha enfrentado a Lionel Messi. Así de imponente fue la noche de Douglas Costa en el Santiago Bernabéu.
➔ El último partido europeo de Buffon. Si no cambia de parecer en el próximo mes, el 11 de abril de 2018 fue el último día de Gigi en la UEFA Champions League. La expulsión no mancha nada. Entendemos que se haya vuelto loco. Partido casi perfecto, a unos cuantos segundos del tiempo extra y te pitan un -polémico- penal. Su reacción fue normal. Era la impotencia de saber que todo el esfuerzo se había ido al carajo. Nos apena por Gianluigi, pero debe saber que su legado es imborrable. Con o sin UEFA Champions League en su palmarés, el mejor portero de la historia. Y es que es impresionante la cantidad de años que se ha mantenido a un nivel tan alto. Con 40 años de edad, fue clave en la reacción de la Juventus en el Bernabéu. 5 atajadas importantes para mantener la ilusión. No sólo es lo bueno que es y que ha sido, sino la consistencia que ha tenido a lo largo de su carrera profesional. Nadie
➔ La llave Mandzukic. Con balón en el césped, Carvajal le compitió. Con balón al aire, el croata lo destrozó. Aprovechando la diferencia física, Mario se apuntó dos goles -más- ante los madridistas. Mientras Higuaín fijaba en zona central, Mandzukic entraba con todo desde sector izquierdo. Los dos remates fueron buenísimos. Para soñar, había que definir. Y el ex Bayern Munich cumplió con lo suyo. Sin Dybala en el campo, la fórmula para convertir tuvo que cambiar y, gracias a la contundencia del dorsal 17, funcionó.
➔ Los recorridos de Matuidi/Khedira. Juventus ganó y casi remontó el global porque ganó la batalla en el mediocampo. Pese a que el Madrid tuvo ratos con superioridad numérica en zona medular (en el primer tiempo), Sami, Miralem y Blaise impusieron condiciones. Impresionante lo que recorrieron, y el sentido con el que lo hicieron. Pjanic se quedaba a dirigir y Khedira/Matuidi se turnaban para presionar alto/incorporarse al ataque. Fue espectacular la que armó este tridente. Nada, absolutamente nada, que reprocharse.
➔ El papel de Gonzalo Higuaín. Poco que recriminarle en faceta de presión y en movimientos para arrastrar marca. La cuestión es que, para trascender en la máxima competición europea, necesitas que tu killer no perdone. El Pipa se perdió una en la ida y se perdió una en la vuelta. Otra gran cita en la que no cumple con su principal función: definir.
➔ Real Madrid fue superado. Es tanta la calidad individual que tienen que es prácticamente imposible que terminen un partido sin ocasiones de gol. Pero, más allá de que sí llegaron al arco de Buffon, la realidad es que no estuvieron nada finos. La presión de la Juventus los hizo cometer errores en salida, les costó muchísimo tapar la banda derecha del equipo de Allegri (mejoraron cuando entró Asensio) y arriba las jugadas colectivos fueron pocas. Si Benatia no peca de imprudente, quién sabe cómo termina esto, eh.
➔ La baja de Sergio Ramos. A Sergio no lo echaron de menos por lo bien que defiende, lo extrañaron por lo que representa en la cancha, por su liderazgo, por su personalidad y porque, además, se convierte en un arma para las pelotas paradas. El capitán sufrió desde fuera y sus compañeros lo extrañaron muchísimo.
➔ Los cambios de Zidane. Movió al equipo cuando debió moverlo. No tardó. Si bien es cierto que la Juventus fue más, y que algunos de sus jugadores no estuvieron a la altura (Modric y Bale, por ejemplo), el francés sacudió al Madrid con el ingreso de Asensio y Lucas Vázquez. Con la dupla española en el campo, Real Madrid recibió el 3-0. Sin embargo, tapó mejor el juego de banda de la Vecchia Signora (no hubo más centros y remates buscando al Pipa/Mandzukic). Valvarde, ante AS Roma, se tardó en reaccionar, Zizou no.
➔ Lo lamentamos por Keylor Navas. Cuando es héroe, se habla poco de él. Cuando falla, se le señala como a pocos. Por no ser tan mediático ni expresivo, ha sido discutido desde su llegada. Porque, si te vas a lo netamente deportivo, no hay argumentos para sostener que el costarricense no ha sido un portero digno para el Real Madrid. Nos apena el error que cometió. Tenemos la sensación de que lo marcará y, si esta temporada no tiene final feliz (tricampeonato de Champions), la directiva terminará invirtiendo 100 millones de euros en otro arquero.
➔ Gareth Bale nunca estuvo. Zidane inició con Gareth porque visualizó un partido en el que Madrid tendría oportunidades para romper con transiciones en velocidad. La lectura no fue del todo equivocada, pero ni Juventus se lanzó alegremente al ataque ni el galés pudo marcar diferencia. No fue capaz de meterse al partido, no estuvo atinado en las decisiones que tomó y lo vimos hasta lento (por ahí Chiellini le ganó una carrera). Si Bale quería cerrar la temporada jugando, nos parece que se ha vuelto a poner la etiqueta de suplente. Y si termina la campaña fuera del XI, quizá también sean sus últimos meses en el club de Chamartín.
➔ Aplausos para la Juventus. Después de la ida, ¿cuántos pronosticaban algo como lo que se vivió en el segundo partido? Quizá, después de lo que hizo AS Roma, volvió el discurso de «cualquier cosa puede pasar», pero prácticamente nadie veía con vida a la Vecchia. Merecen un gran reconocimiento porque, como escribimos en un punto inicial, tuvieron al borde del KO al rey de Europa, ¡en su propio patio! (será difícil volver a ver un 0-3 parcial en el Santiago Bernabéu) Orden, entrega, jerarquía, contundencia y huevos. Hay formas de caer. Y el 11 de abril de 2018, la Juventus de Turín cayó como gigante.