Real Madrid lo volvió a hacer.
A pesar de que el Liverpool tuvo ratos altamente competitivo, el REY DE EUROPA volvió a mandar. Una final con lesiones, con acciones inesperadas, con fallas insólitas y con una anotación que jamás se olvidará.
Les compartimos lo que nos dejó la final de Kiev.
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CONCLUSIONES INVICTAS: LAS 15 DE INVICTOS
➔ Los reyes de Europa. 3 títulos de Champions consecutivos, 4 títulos de Champions League en los últimos 5 años, y 8 semifinales de Champions consecutivas. Es su competencia. Incluso en noches complicadas (como ante Juventus y Bayern Munich), resuelven. Una jerarquía incomparable. Y no es que el escudo/camiseta gane. Es que, en cuanto escuchan la palabra ‘Champions’, los jugadores se vuelve locos. Dominaron en blanco/negro y dominan a color. Irrepetible.
➔ Klopp no sorprendió. Karius; Alexander-Arnold, Lovren, van Dijk, Robertson; Henderson, Milner, Wijnaldum (no estaba The Ox); Salah, Firmino y Mané. La realidad es que le compitieron bien al Real Madrid, pero la historia comenzó a torcerse tras la lesión de Salah. El equipo cayó en un bache, Real Madrid apretó y vinieron los errores de Karius. Lo de Mohamed pegó durísimo y el arquero alemán lo condicionó todo.
➔ La apuesta de Zinedine Zidane. No inició con Bale, que venía rompiéndola en Liga de España. Jugó con Isco. Con el diario de domingo o lunes, pues es fácil decir que se equivocó. Pero la realidad es no vimos mal la idea. Poner a Bale era exponerse al ida/vuelta desde un inicio. Zizou no quiso que ‘pelea de box’ se abriera pronto, y buscó mayor control con Alarcón. La cuestión acá fue que el malagueño estuvo desafortunado. Nunca se terminó de meter en el juego. No anduvo en duelos individuales, le costó acomodarse entre líneas y se perdió la ocasión importante que tuvo. No falló Zidane con su intención, falló Isco.
➔ La llave de Ramos con Salah. Escribimos algo sobre el tema en Twitter, y generó mucha polémica. Quizá no fuimos tan claros, así que trataremos de explicar un poco mejor: Sergio Ramos buscó el cruce/roce con Salah (él sí tiene intención de que exista contacto entre ambos, para hacerse sentir). Lo que no diríamos con ligereza es que haya salido con la intención de lesionar al egipcio (dudamos que haya pensado: ‘¡oh, después de esta disputa no va a jugar la final!’). Colmilludo, canchero, marrullero, pueden ponerle el adjetivo que prefieran porque, sí, Ramos suele jugar al límite para tratar de desconcentrar a sus rivales. Pero, a diferencia de otros casos, no va y pega arteramente. Con los antecedentes de Sergio, todos sabemos que si quiere ir a lesionar/lastimar, va y lo hace (pregúntenle a Messi). Para nada estamos defendiéndolo. Quiso contactar, quiso cruzarse de esa manera y quiso hacerse sentir. Eso no está nada bien. Sin embargo, nos parece fuera de lugar sostener que quiso joderse a Mohamed. Igual se vale no coincidir, eh. Nosotros creemos lo que les estamos compartiendo porque, después de haber seguido toda la carrera de SR4, nos parece clara la diferencia entre cuándo va a dañar/golpear y cuándo quiere amedrentar/hacerse notar. Conclusión: muy mal que un zaguero con su calidad vaya al límite -o utilice artimañas- para tratar de destantear a sus rivales, pero seguimos pensando que, en esta ocasión, no va directo a lesionar.
➔ Una acción que le pegó al Liverpool. Por lo que aporta en las transiciones, por lo que apoya en faceta de presión y por lo que representa en el interior equipo, la baja de Salah le impactó imucho a los jugadores del equipo de Klopp. No la pasaron bien en los últimos quince minutos del 1T y les estaba costando mucho en el inicio del segundo tiempo. Con Lallana en el campo, más que 4-3-3, era un 4-4-2 (Mané cambió de banda). Perdieron muchísimo poder para contragolpear y, sin Salah en el campo, Marcelo tuvo mayor oportunidad para proyectarse. Hasta antes del cambio de Mo, Liverpool estaba siendo más que el Real Madrid. Así de claro.
➔ Los errores de Karius. No es que se precipitara en una salida o que lo anticiparan en un balón parado, sus errores fueron de portero improvisado. En esas dos acciones pareció que le habían prestado los guantes porque el Liverpool ya no tenía más opciones. Lo de Benzema no tiene perdón (desconcetración total) y lo de Bale no fue más que el resultado de la desconfianza post-primera falla. Una pesadilla. Y es una pena porque, al igual que Ulreich (el portero del Bayern que se entregó en el Bernabéu), tuvo una gran temporada. Los reds estaban luchando de tú a tú, y Karius los sacó del ring. La dura vida del arquero: si un delantero se equivoca, vendrá otra ocasión. Si un mediocampista falla, está la línea defensiva. Si un zaguero pierde una disputa, le queda el portero. Y si el portero erra, no hay nada más por hacer. Noches como esta, definen. Si Karius consigue recuperarse de lo que vivió en suelo ucraniano, será mucho mejor portero de lo que ya era. Si no lo logra, será el caso de otro cancerbero prometedor que se pierde por un partido fatídico.
➔ El mejor momento del Liverpool. Los primeros 30 minutos del juego, complicaron al Real Madrid. No es que le apedrearan el rancho a Keylor, pero su labor de presión, su movilidad, su intensidad y su velocidad complicó al elenco de Zidane. Estaban haciendo las cosas tan bien que provocaron que jugadores como Modric, Kroos, Varane y Carvajal se precipitaran en sus entregas. Realmente pintaba bien su final. Una lástima para la causa red que pasara lo de Salah y lo de Karius.
➔ El tridente más goleador en un curso de Champions. En lo poco que pudieron jugar juntos en Kiev, respondieron. Los primeros en presionar/incomodar, los primeros en romper para las transiciones y los primeros -como debe ser- en preocupar a las dos últimas líneas. Mané/Salah estaban haciendo lo suyo por bandas y Firmino, en el arranque del juego, tuvo intervenciones brillantes, participandocomo poste. Con sus números quedaron el el libro de récords. Se les negó, al menos en esta campaña, la posibilidad de ser eternos.
➔ Qué lateral es Robertson. Muy buenas incorporaciones ofensivas en la primera mitad, llegó a pintarle la cara a Isco, metió un par de centros con mucho criterio y, por si fuera, tuvo cierres defensivos de altísimo nivel (le quitó un gol a Cristiano en el complemento). De la línea defensiva del conjunto inglés, el que más nos gustó fue Andrew. Una de las mejores noticias para Liverpool en la campaña 2017/18 es que encontró a un lateral izquierdo para muchos años.
➔ La final de Karim Benzema. Zidane lo bancó cuando nadie creía en él, y Karim le volvió a responder en el momento bravo. Su gol es un premio por nunca salirse del trámite. El francés fue vía de descargué, trabajó por banda, sirvió de poste y le dio continuidad a jugadas colectivas. Básicamente, hizo lo que ha hecho toda su carrera. Porque sí, aunque parte como centrodelantero, es más un mediapunta que un killer. Si se va o no en verano, será lo de menos. Ya hizo historia. Ganó 4 Champions como el Real Madrid y no fue animador, sino protagonista. TOP3 del Madrid en Kiev.
➔ Siempre Luka Modric. Con o sin premios, Lukita siempre está. Tuvo un inicio titubeante (como todo el Real Madrid), pero se terminó asentando. Y cuando comienza a sentirse cómodo, él es el que manda en la mitad de la cancha. Sus números en el partido ayudan a sustentar nuestro punto: 94% efectividad de pases, 9 de 12 duelos individuales ganados, 4 de 6 regates completos, bloqueó 1 disparo y tuvo 4 entradas exitosas. Lo mejor de Modric es que no sólo es clase, distribución, manejo de tiempos y lanzamientos, también es sacrificio, compromiso defensivo y recorridos. En este partido fue tremendo su desgaste y no olvidemos que ante Bayern Munich prácticamente trabajó de lateral (ayudó a Lucas Vázquez ante la ausencia de Carvajal). Modric es uno de los mejores fichajes que ha hecho el Real Madrid en toda su historia. Cómo la clavaron Mourinho y Florentino.
➔ Gareth Bale, el MVP. Después de tantas críticas (algunas excesivas e injustificadas) y lesiones, necesitaba una noche así. Le dieron media hora, e hizo valer cada minuto en el terreno de juego. Su gol de chilena, un poema. Los que nos leen a detalle saben que siempre hemos defendido a muerte el gol de Zinedine Zidane (vs Bayer Leverkusen) como el mejor que se ha visto en una final de UEFA Champions League, pero el del galés nos ha puesto a reflexionar. Es más, a estas alturas de mayo de 2018, diríamos que nos quedamos con el de Gareth. Pero, bueno, ese debate tampoco es tan importante. Lo que sí debe ser importante para el Madrid es definir el futuro del galés. Si estuviéramos del lado de Florentino, haríamos todo por retenerlo. Y si estuviéramos del lado de Gareth, nos sentaríamos a escuchar ofertas, porque es evidente que no ha contado como él quisiera en las últimas campañas. A ver que pasa con El Ciclón. Está claro que, en plenitud física, es de lo mejor que hay en el mundo. Y, además, es de los que se agiganta en partidos de alto riesgo.
➔ El motor Kroos. Apoyó a Marcelo cuando estaba Salah, se metió entre centrales para sacar limpia la pelota y, salvo unas imprecisiones en la primera mitad, fue casi infalible en sus entregas (95% de efectividad, con 9 de 11 trazos largos incluidos). Otra final de UEFA Champions League, otra Copa para su palmarés. Llegó para ganar, y no ha dejado de hacerlo. Casemiro, un seguro de vida. Kroos/Modric, la dupla que mejor se posiciona, mejor maneja y mejor distribuye el esférico. La BBC, sí. Pero el tridente del mediocampo también es historia pura.
➔ Cristiano Ronaldo y su final. No fue su noche. Prácticamente ni la vio. Flojísimo en duelos individualidades, decidió mal en un par de jugadas que prometían y su único tiro al arco lo sacó más por ambición, que por estar ante una buena oportunidad para marcar. Tampoco es para volverse locos. Se sabe que Cristiano Ronaldo cada vez depende más de sus compañeros. Si lo surten de balones, no hay nadie como él en todo el mundo. Si casi no lo activan, pues sucede lo que le vimos en Kiev. Esta vez, el aporte de CR7 no estuvo en la final, sino ante PSG y Juventus, que fueron eliminatorias en las que Real Madrid tuvo lapsos muy sombríos.
➔ Las desatinadas declaraciones de Cristiano Ronaldo. Innecesario lo que armó. Era la noche del tricampeonato del Madrid, la noche de Bale, la noche de Modric, la noche de Benzema y la noche de Zidane. No era su momento. Con sus palabras (puso en duda su continuidad con el Real Madrid), dividió la atención. Al no ser actor principal en el terreno de juego, se metió a la conversación con declaraciones que, aunque fueron sinceras, salían sobrando en un momento histórico para el madridismo. Pero, ¿qué más se puede hacer? Así es Cristiano Ronaldo. Para lo bueno y para lo malo, al portugués no le gusta pasar desapercibido. Si es noticia hasta cuando confiesa lo que su novia le dice cuando se quita la camiseta, imagínense lo que iba a provocar con frases como las que soltó… Supo exactamente lo que hizo. Y quizá se habría reservado si hubiera terminado la noche con un gol. Quiso acaparar reflectores, y lo consiguió. Así como se le aplaude/reconoce las cosas que hace bien, también se debe apuntar cuando patina. Opacó lo que debió ser una fiesta absoluta. Con tantas Champions, tantos Balones de Oro y tantos momentos de gloria, tocaba repartir el pastel. Muy mal CR7.
➔ Zinedine Zidane, el primer tricampeón de Europa. Si bien es cierto que aún no exhibe los recursos de un Pep Guardiola o de un José Mourinho, no se le puede desacreditar diciendo que entiende poco sobre cuestiones tácticas/estratégicas. Estamos de acuerdo en que su principal cualidad es la de manejo de grupo (él fue una estrella y entiende a la perfección a los grandes grandes), pero su éxito no sólo ha llegado por tener felices a los jugadores. Zizou es el que apostó a muerte con Casemiro como escudo. Zizou es el que, en varios partidos TOP, prescindió de la BBC. Zizou es el ha ido centralizando a Cristiano (y lo convenció en la dosificación). Y Zizou es el que supo romper el 4-3-3 para darle juego a Lucas/Asensio. Es momento de valorar su extraordinario trabajo. Ganar 3 Copas de Europa, en el formato UEFA Champions League, es una barbaridad. Hasta hace un año, nadie había, en más de veinte años, podido refrendar el título. Como jugador alcanzó el olimpo. Como DT, en menos de tres temporadas, ha hecho lo que entrenadores legendarios no pudieron. Zidane es sinónimo de triunfo. No hace falta agregar más.
➔ Keylor Navas, un histórico del Real Madrid. Después de ver lo de Karius, se debe dimensionar mucho más al costarricense. No es nada fácil defender el arco de un club como el Real Madrid, y mucho menos plantarse en escenarios como finales de UEFA Champions League. Por supuesto que falla, pero son muchísimas más las buenas. Se ha hablado/escrito muy poco sobre la atajada que hizo en el primer tiempo. No sólo evitó el tanto de Trent Alexander-Arnold, ¡no dejó rechace! Mientras siguen ‘trayendo’ a mil porteros, Keylor sigue coleccionando títulos. Su nombre ya está grabado en la historia del Real Madrid y de la Copa de Europa. Más respeto para el único portero que ha sido bicampeón y tricampeón de UEFA Champions League.
Antes de cerrar la nota, queremos agradecerles por compartir una nueva final de UCL con nosotros. No tienen idea de cómo disfrutamos este tipo de jornadas. Más allá de cualquier debate/discusión/diferencia, lo más importante es disfrutar y compartir la pasión por el deporte más hermoso del mundo. Son grandes, chingao. Ahora, a preparar la bendita Copa del Mundo. Viene un mes de locura. #VieneLoSabroso