Eres el presidente de la Real Federación Española de Fútbol. A menos de un mes de que inicie la Copa del Mundo, renuevas al DT de la selección mayor hasta 2020. De repente, a un par de días de la inauguración del Mundial de Rusia 2018, recibes un par de llamadas en las que te informan que se anunciará que tu actual entrenador será fichado por otra institución.
Tu reacción inmediata es pedir que no se publique nada, que tomas un avión para involucrarte en la situación. Y, para tu sorpresa, a los 5 minutos de esa conversación, revisas la prensa y te das cuenta que tu míster, el míster que tenía que dirigir a España en Rusia 2018, ha sido confirmado como entrenador de un club.
¿Qué haces?
Hacer como que no pasó nada es una opción, y seguro es la más conveniente a nivel deportivo. Pero si esa es tu determinación, estarías omitiendo que pasaron por alto a la RFEF. Estarías permitiendo que le falten el respeto a la entidad. Y además, a nivel interno, el mensaje al resto de trabajadores no sería el correcto (las reglas/valores se pueden violar).
Bueno, pues Luis Rubiales vivió ese escenario, y tuvo que reaccionar. Y la resolución que tomó, con la aprobación de la Junta Directiva, fue despedir a Julen Lopetegui. Él sabe -y en la conferencia de prensa dejó claro- que no es la mejor decisión deportiva/futbolística. Sin embargo, optó por no traicionarse a sí mismo y, sobre todo, a la RFEF.
«Yo no voy a venir aquí a decir que esta es la mejor de las soluciones, pero en la vida, y yo he llegado a la RFEF con un discurso, de cómo creo que se tienen que hacer las cosas, y lo que no voy a hacer nunca es traicionarme a mí mismo. Por lo tanto estoy actuando con la responsabilidad, con el apoyo total de la junta deportiva y con conocimiento de todos. He hablado con todo aquel que tenía que hablar antes de tomar esta decisión”.
La RFEF se enteró del vínculo Lopetegui-Real Madrid en la misma hora que se anunció: «Es algo que no podemos dejar pasar por alto. Nos vemos obligados, porque siempre he dicho que el mejor para llevar la selección es Julen Lopetegui, para mí es un profesional impecable. Pero las formas son importantes”.
El debate se podría centrar en la decisión de la RFEF. En que tuvieron que dejar las cosas como estaban, anteponiendo lo deportivo sobre lo institucional. Pero la realidad es que Julen Lopetegui fue quien puso en este envoltorio a la Federación. Y no debió ser así.
Al Real Madrid le puede importar un carajo la Selección de España y el Mundial de Rusia 2018. A la directiva blanca solo le puede interesar lo que viene para su club y centrarse en tener lo mejor disponible para la próxima temporada. Y, guste o no, es válido.
El lío pasa más por Lopetegui. No estuvo a la altura. Debió comentar internamente sus negociaciones con el Real Madrid, para tratar de sobrellevarlo de la mejor forma posible, de buscar lo mejor para todos los involucrados.
Quizá por su reciente renovación, pensaba que no encontraría apoyo. O quizá creyó que no era un tema a platicar con los directivos a unos días del Mundial. O quizá había algo en sus pláticas con el Madrid que se podía complicar si hablaba. No importa. Debió avisar a sus jefes.
Si al Real Madrid no le importaba desestabilizar a la Selección de España (no lo compartimos, pero es respetable que solo vean por sus intereses), Lopetegui debió cuidar el fantástico trabajo que realizó con España durante dos años (y varios más en selecciones juveniles) y reservarse esa oportunidad de alcanzar la máxima gloria deportiva. Por él, por sus jugadores y por quienes lo contrataron.
Se habla de los casos de Louis van Gaal (Holanda/Manchester United) y Antonio Conte (Italia/Chelsea), pero esto es atípico. Julen estaba recién renovado y la RFEF no tenía idea de nada hasta 5 minutos antes de que saliera a la luz el comunicado del Real Madrid.
Nosotros, estando en la posición de Rubiales (y pensando netamente en lo mejor a nivel deportivo), probablemente hubiéramos dejado que Lopetegui digiera el Mundial. Pero entendemos totalmente la postura que tomó junto a la RFEF. La institución/entidad sobre la persona, sin importar circunstancia. Hizo lo pertinente, no lo conveniente.
En España pueden cargar con todo contra Rubiales y la RFEF, pero la verdad es que ¡¡no debieron estar en esa posición!! Reiterando que el Real Madrid tiene todo el derecho de no interesarse en la Selección de España (pese a que tenga jugadores en el plantel), el máximo responsable se llama JULEN LOPETEGUI.
Al final, todos pierden. Algunos más y algunos menos, pero todos pierden. Real Madrid se ve involucrado en un escándalo que no es nada oportuno tras la era de Zidane. Lopetegui se pierde la competencia por la que trabajó muchísimo durante los últimos años. La RFEF queda señalada por un sector de aficionados/periodistas por anteponer lo institucional sobre lo deportivo. Y la Selección de España llega tocada a Rusia 2018 por temas extra-cancha.