Mario Enrique Ricardo Centurión, capitán del Cristóbal Colón JAS, club que compite en la Tercera División de Paraguay, es el hombre del momento en territorio guaraní. El golazo que le marcó a Cerro Porteño en un partido de Copa le está dando la vuelta de forma completamente justificada. Sin embargo, lo que vale la pena compartir es la historia detrás del futbolista de 28 años de edad.
Henry, como le conocen, perdió la visibilidad en su ojo izquierdo. Según cuenta el portal Hoy de Paraguay, un compañero de aulas le introdujo un lápiz. Producto de este lamentable episodio y una mala praxis, Ricardo sufrió la pérdida de su ojo con apenas 10 años de edad. Y esto no lo detuvo.
De acuerdo a lo que recoge el sitio d10 de Paraguay, se inició como portero. Luego, con el pasar del tiempo, se hizo delantero, posición en la que pudo hacerse de un hueco para jugar en el club que fundó su abuelo Herminio Ricardo.
Paralelo a sus entrenamientos y partidos en divisiones inferiores, Mario recuerda sus días vendiendo tomates en el Mercado Municipal de Abastos: «Un tiempo íbamos a Clorinda con un primo a comprar tomates y luego vendíamos en el mercado, lo hacíamos de madrugada, ya que durante el día me tocaba entrenar y hacer otras actividades».
Hasta ayer, Mario era un desconocido para millones de personas.
Fue un partido ante el club de sus amores, el Cerro Porteño, lo que generó que su nombre le diera la vuelta al mundo. Pintaba para ser un duelo copero más, pero él lo convirtió en algo memorable. Su anotación, una salvajada. No es ninguna exageración decir que debe estar considerado para el premio Puskás que entrega la FIFA.
Jaló para ganar la posesión y, al sentirse presionado por un rival, se inventó un sombrero. Después, sin dejar caer el balón, sacó una volea impresionante. El arquero de Cerro solo pudo decorar la anotación. Un bombazo antológico.
EL REBELDE DE LA COPA
Ya tenemos la primera joyita de la #CopaParaguay. A Mario Ricardo, del #CristóbalColón, le importó muy poco que sea #Cerro el rival de turno y se animó a anotar semejante golazo. Mirá ⬇ pic.twitter.com/AmuKsYCHYi— Tigo Sports (@TigoSportsPY) 25 de julio de 2018
Lo mejor de todo fue que su exhibición no se redujo al golazo. Se comportó a la altura mientras estuvo en el campo, siendo el futbolista del Cristóbal Colón que más complicó a los del máximo circuito paraguayo.
Tras el encuentro (Cerro Porteño ganó 3-1), aún sin darse cuenta todo lo que había generado en el mundo digital/medios de comunicación, mostró su lado hincha, deseándole lo mejor a Cerro en su eliminatoria de Libertadores ante Palmeiras: «Y ojalá que clasifiquen ante Palmeiras».
DEL SUEÑO A LA REALIDAD
Pese al triunfo de #Cerro, Mario Ricardo se robó la atención y los aplausos de todos con el golazo que hizo y su juego en sí, defendiendo la camiseta del humilde #CristóbalColón. Mirá su historia acá ➡ https://t.co/Ty9Q3EDmpD pic.twitter.com/vtC2EvhRsf— Tigo Sports (@TigoSportsPY) 25 de julio de 2018
Su performance causó tanto impacto que ha llamado la atención de algunos clubes de Primera División. Incluso, el presidente de Sol de América ya se tomó el tiempo de charlar con él: “Más allá del golazo que metió, por la actitud y el esfuerzo me dejó con un sabor de querer seguir viéndolo. Son oportunidades que algunos necesitan para seguir demostrando. Por su historia de vida, estos son los jugadores que te dan el esfuerzo más ese plus. Aún no consulté con la directiva, fue algo personal”, soltó Miguel Figueredo, directivo de Sol de América, en declaraciones para ABC.
Aún no hay nada oficial sobre su posible llegada a Primera (siguen las conversaciones), pero Mario Ricardo se ilusiona con el escenario: “Si se da, ¿por qué no? Veremos qué pasa (..) Si me gustaría jugar en primera, porque me va ayudar económicamente».
Y es que no se gana mucho en Tercera División. En la entrevista que le concedió al portal Hoy, confesó que alterna el fútbol con ‘changas’ (trabajos ocasionales) y, además, ayuda a su madre trayendo/llevando verduras para la despensa que trabaja en la localidad de Julián Augusto Saldívar.
Perder la visibilidad de un ojo no lo frenó. Siguió trabajando y luchando por su sueño de jugar fútbol. Ahora mismo, después de muchos años de trabajo, dedidación y sacrificio, su nombre se lee en los diarios más importantes del planeta y, encima, parece que se abrió la puerta para competir en Primera División.
Historias de fútbol, y de vida.