El 2017 terminó mal.
El equipo quedó eliminado de la UEFA Champions League en fase de grupos, luego de solo poder sumar 7 de 18 puntos posibles. Tocó competir contra Chelsea, AS Roma (futuro semifinalista) y Qarabağ, y no pudieron avanzar. Entre los errores cometidos en partidos ante el cuadro de Azerbaiyán, la gran noche de Alisson en el Olímpico y el hecho de no poder inscribir jugadores en el mercado veraniego (Costa y Vitolo no pudieron jugar hasta enero), el papelón se consumó.
Griezmann cerró con 2 goles y 2 asistencias en 529 minutos (marcó ante Chelsea y AS Roma), pero no pudo evitar el fracaso. Le afectó especialmente el hecho de no encontrar a un gran socio. Gameiro, con quien parecía tener afinidad, no terminó por explotar. Torres luchaba, pero llevaba tiempo alejado de su mejor versión. Y con Correa, estaba obligado a trabajar como delantero referencial.
El fracaso es innegable. Sin embargo, hubo fondo.
GRIEZMANN EN EL PERIODO DE EVALUACIÓN DEL BALLON D’OR 2018
En el primer semestre del año natural 2018, Antoine tenía tres grandes retos: ganar la UEFA Europa League, que el Atleti terminara lo mejor ubicado posible en la Liga en la que compiten los mejores clubes del mundo (Real Madrid y FC Barcelona) y hacer historia en la Copa del Mundo. Cumplió todos de manera extraordinaria.
➔ Firmó una UEFA Europa League sin precedentes. Hizo 6 goles y dio 2 asistencias en 8 partidos disputados, siendo capaz de convertir en todas las rondas KO que disputó. Marcó en dieciseisavos de final, marcó en Octavos de Final, marcó en Cuartos de Final, marcó en semifinales y marcó en la final. No es que solo levantó la UEL, sino que arrasó con ella. Fue MVP de la final y MVP del torneo. Hizo lo que nadie más había hecho en la competición.
➔ El mejor del Atlético en la Liga. En 2018, con Diego Costa como aliado (El Lagarto por fin pudo ser inscrito), se vio a una extraordinaria versión de Griezmann. Máximo goleador y máximo asistente rojiblanco. En los partidos de Liga que jugó durante el primer semestre del 2018, hizo 14 goles y dio 6 asistencias en 18 partidos disputados. El MVP del subcampeón de Liga.
➔ Campeón del mundo con Francia. De menos a más en el torneo, como toda la selección. Deschamps inició con un 4-3-3, en el que ningún elemento de ataque se sintió cómodo. Volvió al 4-4-2 (que en ataque era 4-2-3-1), y comenzó la diversión. Griezmann convirtió en fase de grupos, convirtió en Octavos de Final, convirtió y asistió en Cuartos de Final, asistió en semifinales e intervino en 3 de los 4 goles de Francia en la final. Fue el MVP del partido más importante que puede llegar a disputar un futbolista profesional: la final de una Copa del Mundo. Se habla un montón de Mbappé, Varane y Kanté, y sí los tres fueron importantísimos. Pero la gloria mundialista de Francia no se podría entender sin Griezmann. Francia fue un equipo que cedió la iniciativa y mató a sus rivales vía transiciones rápidas o pelotas paradas. Bueno, ese plan no habría funcionado sin un mariscal de campo como Griezmann. El fue el hombre del criterio. El jugador pensante. Fue el cerebro absoluto de Francia.
«Ay, Invictos, Griezmann solo marcó penales». Primero: marcar una pena máxima -y más en una Copa del Mundo- no es una misión sencilla. Es un duelo psicológico durísimo, así que hay tenerlos bien puestos. Después: decir que Griezmann solo aportó los tiros penales es haber visto muy poco de Francia en Rusia 2018.
En Octavos de Final abrió la cuenta ante Argentina y generó muchísimos líos con sus lanzamientos. En Cuartos de Final, que fue un partido durísimo ante Uruguay, él estuvo involucrado en las dos tantos: pelota parada para Varane y disparo que Muslera no pudo atajar. En semifinales, ofreció un recital ante Bélgica. Más allá de que fue quien ejecutó el córner que Umtiti mandó a guardar, fue un espectáculo jugando entre líneas y en términos asociativos. Y, bueno, en la final, impactó con autoridad. Jugó el partido más importante que existe en el deporte como si estuviera entrenado. Intervino en 3 de los 4 goles. Importa correr y desgastarse, pero no puedes ser campeón del mundo sin pensar. Y el francés que más pensó en la pasada Copa del Mundo fue, inobjetablemente, Antoine Griezmann.
En el segundo semestre del 2018 (el resto del periodo de evaluación del Balón de Oro), Griezmann ha mantenido la consistencia. El título de UEFA Europa League permitió que disputaran la Supercopa de Europa ante Real Madrid, y la ganaron. No fue su mejor noche (recién se incorporaba de las vacaciones), pero ayudó a su equipo durante 57 minutos.
En el arranque de la Liga 2018/19 y la UEFA Champions League, diferenciador. Lleva 2 goles y 3 asistencias en 8 partidos del campeonato liguero (Atleti es TOP3 y está a un punto del líder). Y en la máxima competición europea ha sido el jugador más importante en las victorias colchoneras ante AS Mónaco y, sobre todo, Brujas.
GRIEZMANN PUEDE GANAR EL BALÓN DE ORO 2018
Escribimos un día esto después de leer todas las reacciones que generó la portada de France Football protagonizada por Griezmann (dijo que el Balón de Oro 2018 debe ser para un francés). Entendemos que muchos puedan considerar que algún otro futbolista deba llevarse el reconocimiento, pero no compartimos -en absoluto- que se esté demeritando o queriendo pasar por ‘normalito’ el 2018 de Antoine.
Sin duda, uno de los máximos candidatos a llevarse este premio.
Si Cristiano o Messi hubieran hecho lo que Griezmann hizo en la Copa del Mundo, ¿qué se estaría comentando? ¡El Balón de Oro se entregaría casi por unanimidad! El mundo entero le daría el Balón de Oro. No importaría tanto lo que sucedió a nivel clubes, lo exigirían para aquel que marcó/asistió en todas las rondas KO de Rusia 2018, que fue MVP de la final mundialista y que levantó la Copa del Mundo.
Acá tenemos a un jugador que ha tenido un muy buen año con su club y que influyó como nadie con su selección en la conquista más importante a la que aspira un futbolista. Y, por incongruente que suene, hay quienes no solo no lo contemplan, sino que se mofan de que comente que se siente con opciones de ganar.
Decidimos hacer un texto sobre esto porque, a diferencia de lo que sucede con Luka Modric (FIFA, UEFA y aficionados sí están reconociendo su histórico 2018), nos parece que se está infravalorando severamente lo conseguido por el 7 del Atlético de Madrid y de la Selección de Francia.
Si el próximo 3 de diciembre Griezmann resultara ganador del Balón de Oro 2018 no nos parecería, ni cerca, una grosería o un atraco (adjetivos que hemos leído en redes sociales cuando les plantean ese escenario). Lo estaría ganando un jugador que cumplió con sus objetivos a nivel clubes en el año natural, que ganó 3 títulos colectivos y que se inmortalizó en el torneo más importante del planeta. Casi nada.