En cuanto se enteró que su equipo, Boca Juniors, disputaría la final de la Copa Libertadores de América 2018 contra River Plate comenzó a movilizarse. Le pidió días de vacaciones a su jefe, compró su vuelo rumbo a Buenos Aires y se preparó mentalmente para pasar más de 60 horas (ida/vuelta) en aviones.
Por cuestiones laborales sabía que solo estaría un día en suelo argentino, pero eso no lo detuvo un carajo. Entendía la dimensión de la eliminatoria frente al acérrimo rival y emprendió la aventura.
Lamentablemente, todos sabemos lo que pasó.
Se suspendió la Superfinal de ida por las fuertes lluvias y, ahora, el fiel Isamu Kato tendrá que volver a su país, sin haber podido disfrutar del primer capítulo de la final más épica en toda la historia del balompié sudamericano. Hizo todo lo que estuvo en sus manos para acompañar al equipo con el que más simpatiza. Sin embargo, las condiciones climáticas truncaron el sueño.
EL HINCHA JAPONÉS QUE VIAJÓ A ARGENTINA Y NO PODRÁ VER A BOCA
«Solamente por la ida 33 horas. Y total 60 horas más o menos. Voy a estar en Buenos Aires 24 horas. Le pedí a mi jefe tomar unos días de vacaciones para ir a Argentina. Se lo expliqué. Era el partido más importante de mi vida».
«El pasaje me salió en 2400 dólares y he decidido ir a Buenos Aires cuando Boca se clasificó a las semifinales. Lloré porque tengo aguante como Boca».
Y ojo al cántico que se mandó en charla con TyC Sports, JA.
Increíble la historia de @isamilito, fanático de #Boca, que vino de Japón solo por 24 hs y se vuelve a Tokio sin ver la final.
Nos contó los detalles de su viaje y ¡hasta se animó a cantar!@matipelliccioni pic.twitter.com/Yl1JBhhfD9— TyC Sports (@TyCSports) 11 de noviembre de 2018
VÍDEOS QUE SUBIÓ MIENTRAS ESTUVO EN LA BOMBONERA
試合延期に抗議するボカのサポーターたち😅 pic.twitter.com/nlN5Q0Ugx5
— Isamu Kato (@IsamiLito) 10 de noviembre de 2018
降りしきる大雨の中、熱唱するボカのサポーター💙💛💙
Mi obsesion🏆🏆🏆🏆🏆🏆🏆 pic.twitter.com/17edjM0rHL— Isamu Kato (@IsamiLito) 11 de noviembre de 2018
Gasto de 2400 dólares (casi 50,000 pesos mexicanos) en el paseje, un viaje (redondo) de más de 60 horas, esperó empapado en La Bombonera y, tristemente, ha tenido que volverse a Japón. Lees esto y es imposible no hablar de mala suerte. Pero más que risas o burlas, lo que provoca Isamu es admiración por esa fidelidad y amor a la camiseta.
Por más hinchas como él.