2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017 y 2018.
Nuestro séptimo fin de año con ustedes.
Qué locura.
Cuando iniciábamos este recorrido teníamos claro que nos entregaríamos al máximo y que nos dejaríamos todo por poder solidificar el proyecto. Sin embargo, aún con esa mentalidad y ese espíritu positivo, el escenario más probable era que no consiguiéramos trascender. Que no pudiéramos dedicarnos a esto.
Éramos estudiantes universitarios, nuestras carreras no tenían nada que ver con el deporte y, encima, nuestros conocimientos sobre el ecosistema digital eran limitadísimos. No solo no sabíamos qué se necesitaba para lanzar/mantener una página web, sino que tampoco entrábamos mucho a las redes sociales.
Sentíamos que no era la nuestro.
No le dábamos mucha bola.
Pero todo cambió.
Vimos en el mundo digital una alternativa para compartir nuestra pasión por el deporte que seguimos desde que tenemos uso de razón. Bueno, siendo más sinceros, era nuestra única vía de salida, ya que, además de que estábamos encausando nuestros estudios a otras áreas, no contábamos con ningún contacto dentro de la industria.
Iniciamos completamente de cero: cero pesos, cero contactos y cero entendimiento de cómo funcionaba el entorno digital. Lo que hizo que todo esto no nos detuviera fue la ilusión. Creímos en nosotros, creímos que nos encontraríamos con personas que se identificaríamos con lo que teníamos que escribir y creímos que no podíamos seguir siendo espectadores.
Siendo muy jóvenes entendimos que la vida es demasiado corta, como para no intentar dedicarte a lo que más te gusta. Como para despertar todos los días laborales lamentándote por una jornada más. Necesitábamos arriesgarnos. Si nos salía bien, qué chingón. Y si no nos salía bien, aprendimos de un sector que desconocíamos y nos quitábamos el peso más lapidario que existe: el famoso ‘¿qué hubiera pasado?’.
A partir de ese momento, del día en el que emprendimos esta aventura, nos consideramos personas exitosas. Muchos relacionan el éxito con el dinero. Nosotros relacionamos el éxito con la valentía, el atrevimiento y la paz interior.
El mundo puede pensar que la estás rompiendo porque te compraste una casa grande, porque manejas un buen automóvil y porque usas ropa de marcas reconocidas. Pero, al final de la historia, cada uno sabe si lo que está haciendo le llena. Si, más allá de lo que se aparenta, estás disfrutando del recorrido.
Desde hace 7 años, cuando apagamos la luz y nos preparamos para dormir, terminamos contentos. Y ojo, no es por los resultados, por el índice de interacción, por las visitas al portal o por los ingresos generados. Es porque dejamos de hablar y comenzamos a hacer. Porque no nos traicionamos. Y porque renunciamos a la posibilidad de un camino mucho más cómodo, pensando en lo que verdaderamente nos mueve/apasiona.
No es nada fácil aventurarse.
Ahí está lo que consideramos nuestro éxito.
Eso sí, tampoco vamos a mentir escribiendo que todo está poca madre y que no tenemos malos periodos. Hay etapas llenas de dudas. Ha habido jornadas en las que queremos mandar todo al carajo y apostar por un trabajo convencional. Lo importante es que esos lapsos de crisis no nos desorienten. Quizá tendríamos más descanso y mayor estabilidad (empezando por un sueldo fijo), pero difícilmente la plenitud que hemos encontrado siendo Invictos.
Sepan que hemos disfrutado muchísimo y que estaremos enteramente agradecidos con todos los que, de una u otra forma, nos han escrito, nos han leído y nos han permitido ser parte de su vida.
➔ A los que nos apoyan. El pilar de esto. En esos ratos de dudas y de agotamiento físico/mental, nos ayudan a recuperarnos. Nos llenan de motivación para seguir. Nos emociona mucho leer que hay miles de personas que reconocen, valoran y admiran nuestra labor. Invictos no solo nos ha permitido convertir nuestro hobbie en un ‘trabajo’, también ha sido vehículo para conocer a personas fantásticas. Hay quienes no nos creen que identifiquemos a la perfección a todos los que nos alientan y mandan buena vibra, pero realmente es así. Por eso es que nos hemos detenido un poco en incorporar a más personas a la operación. Y es que queremos mantener el contacto tan especial que tenemos con muchos de ustedes. Eso, por más que crezcamos, jamás se perderá. Gracias totales.
➔ A los pocos que saben quiénes somos. Se cuentan con los dedos de una mano las personas que saben quiénes somos, cómo hacemos lo que hacemos, qué cosas/momentos hemos sacrificado y cuánto nos ha costado (en términos de tiempo y dedicación) darle vida a Invictos. Cuando lo más sensato era decirnos que dejáramos esta lucha y volviéramos a lo que estábamos haciendo, nos apoyaron. Cuando esto parecía un juego carente de fondo/forma, nos respaldaron. Cuando aparecieron los primeros grandes obstáculos, no nos desanimaron. Y cuando nos hemos ausentado de eventos importantes, lo han sabido entender. ¡Ah! Y, por si fuera poco, han sabido mantener el secreto a la perfección, JA. Las palabras no son suficientes para expresar nuestra gratitud. No es que ustedes confiaran en el proyecto que emprendimos (al principio no sabían con exactitud qué hacíamos), confiaron en nosotros. En las personas. Nos han permitido vivir/trabajar nuestro sueño. Y eso jamás lo olvidaremos. Nunca saldaremos nuestra deuda con ustedes.
➔ A los lectores silenciosos. Sabemos que, por ahí, hay miles de personas que, a pesar de no manifestarse constantemente con comentarios o reacciones, no se cansan de leernos. Sean notas informativas, sean columnas de opinión, sean dinámicas o sea alguna sección, están a a tope. Gracias por eso. Nos gustaría que se reportaran para tenerlos en el radar, pero respetamos el comportamiento de cada usuario. Si se sienten cómodos así, manténganse con la misma distancia. Y si alguna vez se animan a dejarnos algún comentario o retroalimentación, tengan por seguro que lo leeremos y lo responderemos con mucho gusto.
➔ A los haters. No gasten más su tiempo en tratar de destruir. El tiempo es el recurso más valioso que existe y no tiene sentido dedicárselo a algo/alguien que no te agrada. La vida no debe ser tan complicada. Si algo no te gusta, no lo consumas. No lo consumas ni un poco. Es respetable y muy válido que no les guste la forma en la que trabajamos, pero ¿cuál es el objetivo de buscar confrontaciones, desacreditar y tratar de increpar? Exacto. No nos molesta ser el costal para que algunos descarguen sus frustraciones, pero no podemos dejarlos de invitar a reflexionar. Vivimos en un mundo en el que no abundan las personas valientes, atrevidas y entregadas. Entonces, ¿por qué tratar de apagarlas con comentarios nocivos? Mejor invertir esa energía en iniciar/concretar algo que te motive/ilusione porque está clarísimo que, si vas por ahí queriendo dañar, tu vida no va por el rumbo que te gustaría. No se trata de no opinar o no criticar, se trata de no tratar de frenar a los demás. A los que están intentando. Si no me agrada cierto cantante, programa, actor o portal, no lo sigo. ¿Qué hay detrás de aquellos que dicen no simpatizar/gustar de alguien, pero comentan y están pendientes de todo lo que hace? Rabia, envidia y, sobre todo, vacío. Y, definitivamente, no llenarán ese espacio manteniendo ese comportamiento. El sol sale para todos. Pero si quieres que te dé, tienes que ir a buscarlo.
➔ A los futbolistas y personajes que admiramos que nos han escrito. Cuando arrancábamos sabíamos tan poco de la onda digital que nunca imaginamos que, algún día, tendríamos contacto directo con futbolistas de élite y personajes que hemos admirado por mucho tiempo. En estos casi 7 años, hemos recibido mensajes que rebasan cualquier expectativa o proyección. Algunos nos han agradecido por algún apunte/dato, otros nos han expresado su gusto por el trabajo que realizamos y hay quienes, incluso, han tenido la confianza para ir más allá de una felicitación. Gracias por darnos esos ‘pequeños grandes’ highlights en esta travesía.
➔ A los tres Invictos fundadores del futuro. Pase lo que pase en los próximos años, estén muy orgullosos de ustedes. Estén orgullosos de lo que construyeron. Estén orgullosos de lo que lucharon. Y, sobre todo, estén orgullosos de la valentía que tuvieron para remar contracorriente y arriesgarse cuando todo era desconocido. Siempre que se sientan confundidos, vengan a leer este párrafo. Y nunca olviden la frase que tanto los ha identificado. Nunca acepten la derrota como un estado definitivo: «No somos Invictos porque nunca perdemos, sino porque no aceptamos la derrota como un estado definitivo. En la vida, puedes llegar a estar perdido, pero solo están completamente derrotados los que así lo desean».
Adiós, 2018. El año en el que, sin lugar a dudas, más hemos disfrutado de Invictos.
Gozamos como nunca porque, en medio de todo el ajetreo, fuimos muy conscientes de lo que hemos conseguido, del trabajo que nos ha costado llegar hasta acá y de todo lo que podemos hacer para seguir pavimentando un camino que, en un inicio, estuvo lleno de un montón de piedras.
No publicaremos nuestros propósitos y tampoco adelantaremos los planes que tenemos para el 2019. Simplemente esperen lo que se viene. Es momento de dar una sacudida y seguir explorando nuevos territorios. ¿Incertidumbre? Mucha. ¿Miedo? Negar que lo sentimos sería engañarnos. Pero, con su apoyo, confianza y preferencia, lo peor que podríamos hacer es no intentar.
Los queremos con la vida.
TODOS SOMOS INVICTOS.