Este partido no se podía quedar sin su entrega de #ConclusionesInvictas. Lo estuvimos esperando tanto que fue imposible no hacer algunos apuntes sobre lo que se vivió en la cancha del Etihad Stadium. Después de 20 jornadas, el Liverpool de Klopp perdió el invicto en la Premier League 2018/19. Se les apareció el campeón. No pudieron con el Manchester City de Pep Guardiola.
CONCLUSIONES INVICTAS: EL CITY LE PEGÓ AL LIVERPOOL
➔ Bendita Premier League. Nivel futbolístico, competitividad, intensidad, tensión, ambiente y, aunque muchos se resisten a aceptarlo, argumentos tácticos. El gol tardó en llegar cuarenta minutos y no hubo tantas ocasiones en la primera mitad, pero nunca se esfumó el interés por el juego. El campeonato inglés te hace querer no perder ningún detalle de los partidos que sintonizas. La mejor Liga del planeta.
➔ La batalla de la pizarra. Formaciones espejo. 4-3-3 vs 4-3-3. Sin Mendy (lesión), Delph (expulsado) y Walker (decisión técnica por baja de juego), Pep Guardiola arrancó con Laporte/Danilo como laterales. En zona central, se decantó por Kompany/Stones. En el mediocampo, Fernadinho trabajó con los Silva. Y arriba, su mejor tridente posible: Leroy, Sergio y Raheem. Klopp, por su parte, rompió el 4-2-3-1 que venía funcionando para volver al 4-3-3. La idea era que Salah/Mané buscaran duelos individuales contra los laterales no titulares del City. Importantísimos los apoyos de los mediocampistas del City, quienes ayudaron a que Mané/Salah tuvieran muy poco influencia en el trámite. El mejor lapso del Liverpool se vio cuando Fabinho ingresó y recuperaron el 4-2-3-1. Wijnaldum se cargó a la izquierda, Mané apareció por derecha, Salah fue falso 9 y Firmino, que fue el que terminó marcando, quedó libre en zona de mediapunta. Un partido muy parejo y con buena dirección de ambos entrenadores. Al final, lo ganó el que menos falló atrás (o el que no alcanzó a enmendar sus fallas, como si pudo hacerlo Stones en el primer tiempo, JA).
➔ El factor Lovren. Lastimoso performance del croata. Permisivo, desorientado, le pintaron la cara en prácticamente cada duelo individual y su lectura de juego lo exhibió. En el primer gol del City, El Kun se lo devoró. Lo anticipó con una facilidad indigna para un zaguero que acaba de ser finalista de Copa del Mundo y de UEFA Champions League. Y en el segundo tanto, el de Sané, no supo qué hacer. Salió como para intentar cortar, pero no se decidió. Ni se le fue con todo a Sterling ni tapó la línea de pase. Virgil van Dijk jugó solo en la central. Mucho VVD para tan poco Lovren. Al Liverpool le urge que vuelva Joe Gomez. Esta versión de Lovren sería un hueco muy aprovechable para el Bayern en los Octavos de Final de la UEFA Champions League.
➔ Adaptarse a distintos scripts. Con Pep en el banquillo, Manchester City nos ha acostumbrado a dominar a través de la posesión. A ir doblegando a sus adversarios con ataques posicionales. Contra el Liverpool, el juego fue distinto, y se supieron adaptar. Los presionaron alto, así que hubo momentos en los que jugaron largo (tener a Ederson es una ventaja porque no despeja, sino que suelta pases largos). En el segundo tiempo, los reds, como era de esperarse por la desventaja, tuvieron más tiempo la redonda. El City no luchó con locura por la posesión. Cedieron unos metros, se pararon bien atrás y apostaron por transiciones en velocidad. Un City que va madurando y que está aprendiendo a lastimar aún cuando el juego los aleja del escenario en el que se siente más cómodos.
➔ Raheem Sterling, el generador. Escribimos en Twitter que Raheem Sterling dio un partidazo, y muchos nos respondieron que nos volvimos locos, que Sterling estuvo mal. Pues ‘estando mal’, Raheem generó las ocasiones de gol más importantes de todo el compromiso (considerando ambos equipos). De sus botines, surgieron 4 chances para el City. Puso en ventaja a sus compañeros en las dos mitades, participando, además, en la anotación del triunfo. Obviamente le ganaron muchos duelos y no siempre estuvo atinado (él debe arriesgar). Sin embargo, no podíamos dejar de destacar con rendimiento, cuando nos dimos cuenta del fantástico criterio con el que tomó decisiones en, al menos, tres contraataques. El peso de Sterling no estuvo en los manos a mano contra Robertson. Marcó diferencia en la construcción de juego. Hizo que sus colegas recibieran con ventaja. Notable.
➔ El soldado de Guardiola. Otra sensacional exhibición de uno de los mejores futbolistas de la temporada: Bernardo Silva. Un mediapunta que, a lo largo del curso, ha trabajado como extremo, interior, mediocentro, e incluso carrilero. Esta noche, como interior, apareció en todas partes. Se fajó por el equipo. El que más distancia (13.7 km) recorrió. En faceta de presión, el encargado de tapar a Henderson y, en algunos ratos, ir a incomodar hasta al arquero. Y cuando Liverpool avanzaba, no dejaba de apoyar a Danilo. Fue por todas a tope. ¡Ah! Y también asistió. No solo es correr mucho, se trata de hacerlo con sentido. Se está convirtiendo en un jugador completísimo. A este nivel, Bernardo meterá en un ‘lindo problema’ a Guardiola (dos posiciones en zona interior para tres jugadorazos, como lo son Bernardo, David Silva y De Bruyne). Showman.
➔ El Kun y su legado. Manchester City no había pateado al arco en 40 minutos, cuando El Kun, en medio de van Dijk y Lovren, fue por un tiro-centro de Bernardo Silva. Convirtió una jugada de cobre en oro. Anticipó y, con su primer toque, preparó la zurda para liquidar a Alisson. Un cañonazo con la ‘pierna menos hábil’, y estando en una baldosa. Boom. En el segundo tiempo, también tuvo un par de intervenciones buenísimas: el movimiento de arrastre para que Sané recibiera solo (gol de la decisivo) y el desmarque de ruptura que respetó Sterling (Alisson le terminó atajando). Un atacante que no necesita mucho contacto con el balón para ser diferenciador. Jugar con y sin la pelota. El mejor en toda la historia del City y uno de los mejores atacantes de la época.
➔ Los laterales del Liverpool. Una noche más en la que se comportan a la altura. En el renglón defensivo, Robertson nos gustó más. Y en ataque, por la intención/precisión de sus entregas, Trent Alexander-Arnold se convirtió en un arma protagonista para la visita. El gol va a los registros de Firmino, pero fue ‘todo’ de este par. Repasando la acción, tres toques de los dos, cerrando con el cambio de orientación de TAA y la asistencia de Robertson. Merecieron un mejor desenlace, pero así es el fútbol. Más allá del resultado de este encuentro, Liverpool tiene a dos laterales como para no sufrir -en esa zona- por muchos años.
➔ Fernandinho, el dueño del mediocentro. Saber estar. Robar y frustrar ataques rivales por pura lectura/colocación. Fernandinho no es un portento físico, pero lee tan bien el juego que suele orientarse para tener ventaja. Ganó casi todos los duelos que protagonizó, despejó pelotas que pudieron dificultar a su equipo, arriesgó cuando estuvo en zona para hacerlo y finalizó la noche sin pérdidas (nunca lo desarmaron). Fue el eje para salir y el hombre que sostuvo cuando había que replegar. Él y Bernardo Silva, los mejores en la cancha.
➔ El golpe en la mesa. Manchester City ganó el partido que necesitaba ganar. Liverpool perdió en la noche en la que no debía perder. Un empate para los de Klopp, era bueno. Una victoria, era un golpe de autoridad. Fallaron. La buena noticia es que, a pesar de quedarse sin invicto, siguen líderes y tienen una ventaja significativa (4 puntos). La mala es que el resultado de esta noche los debilitó en lo anímico y, encima, fortaleció al rival directo. Viene una dura prueba para el equipo de Anfield, porque el calendario se aprieta (en febrero se reanuda la Champions) y encararlo con dudas podría nublar su panorama para el cierre de temporada. A ver qué tal responden.
Cómo se puso la Premier League, Invictos.
Sigamos disfrutando.