Por supuesto que el movimiento genera sorpresa.
¿Quién, a inicios de la presente temporada, se hubiera imaginado que Kevin-Prince Boateng cerraría el curso 2018/19 formando parte del FC Barcelona? Nadie. Ni el propio jugador.
Si la noticia se analiza de forma superficial, la reacción normal es comentar que el ghanés está lejos del mejor momento de su carrera (es la realidad), que se precipitaron con la decisión y que la directiva culé debió concretar lo de Carlos Vela, quien estuvo en la agenda y parecía estar interesado.
Si se repesa de forma detallada, se encontrarán con que lo de The Prince se comprende más que lo de Vela. A ver. El mexicano es un jugador de clase mundial que, estando a tope, es capaz de condicionar en la Liga de España. Su calidad está comprobadísima, pero el ‘pequeño detalle’ es que no compite desde el 1 de noviembre de 2018. Más de dos meses sin jugar un partido oficial.
Barça necesitaba a un jugador que pudiera competir desde su aterrizaje, que conociera las competiciones locales en España, que tuviera una ficha de baja costo (no iban por un bombazo, sino por una variante/recambio), que tuviera experiencia en competencias europeas, que pudiera jugar cumplir con funciones de 9 (y jugar en otros puestos de ataque) y que aceptara, sin problemas, su rol de suplente.
No era muy sensato lanzarse por un jugador que, aunque sea TOP, necesita hacer pretemporada. Carlitos iba requerir al menos un mes para estar a tope, y el calendario azulgrana se cargó desde la semana pasada, con el inicio de las rondas KO de la Copa del Rey.
LOS REQUISITOS QUE CUMPLE BOATENG
¿Boateng puede competir desde ya? Sí. De hecho, viene de jugar el pasado fin de semana contra el Internazionale.
¿Boateng conoce el fútbol español? Sí. Jugó en Las Palmas, donde, por cierto, vivió la temporada más goleadora (10) de toda su carrera profesional.
¿Boateng es un OK a bajo costo? Sí. Fue una cesión y su ficha no es alta si se compara con la de otros atacantes que estaban en la órbita del FC Barcelona.
¿Boateng tiene experiencia en competencias europeas? Sí. Jugó UEFA Champions League con AC Milan y con el Schalke 04. Incluso le marcó un par de goles al que será su nuevo club.
¿Boateng puede jugar como 9 y es plurifuncional? Sí. Sus mejores periodos los vivió como mediocampista. Sin embargo, arrancó su conversión a delantero en Schalke 04 y jugó en esa posición en Las Palmas/Eintracht/Sassuolo. No tiene el despliegue físico de sus primeros años como profesional, así que se ha ido acercando al área. Y sin ser un depredador del área, tiene presencia, buen juego de espaldas y gol.
¿Boateng sabe y acepta que será suplente? Sí. Antes de salir de Italia apuntó que entiende su papel y, pese a eso, siente que se encuentra ante una oportunidad fantástica.
Entonces, como pueden leer, la apuesta no es ningún disparate. Quizá la ‘desilusión’ surge porque muchos imaginan que un club tan poderoso como el FC Barcelona siempre debe dar golpes de mercado. Pero no era la idea, y tampoco era posible (pocos clubes se desprenden de sus figuras a media temporada). La intención era emular la operación Murillo. Soluciones a corto plazo que les permitieran tener más variantes y más experiencia de cara al final del ciclo 2018/19. Quieren una nueva campaña histórica y, para lograrlo, saben de la importancia de tener un buen fondo de armario. ¿Problemas con lesiones de centrales? Bienvenido Murillo, que conoce la Liga y no tuvo problemas para ponerse a jugar. ¿Baja de Munir El Haddadi? Bienvenido Boateng, que conoce la Liga, tiene mucha experiencia y viene con rodaje del fútbol italiano.
No es el Boateng todocampista del AC Milan. No es el interior llegador. Viene para darle descanso a Luis Suárez y para aportar más músculo/personalidad. Ahora, cuando Valverde volteé a ver al banquillo tendrá una opción con características muy distintas a las que acostumbra el mundo Barça. Y en noches como la que vivieron hace unos meses en el Olímpico de Roma, elementos como Vidal/Boateng puede ser diferenciadores. Son jugadores incansables, que meten la pierna y que contagian al de lado. Además, en escenarios de necesidad -o desesperación- Kevin-Prince ofrece argumentos como juego aéreo, pegada de media/larga distancia y disputas físicas para fijar centrales.
Para valorar el acuerdo que consiguió el FC Barcelona se debe repasar el contexto. Y entendiendo las circunstancias y pretensiones de la entidad (que es todo lo que hemos mencionado en este texto), Boateng es una respuesta válida. Sin duda, hace más sentido que lo de Vela o cualquier otro jugador que viniera con más de 60 días sin roce/ritmo competitivo. Por potencial, versatilidad ofensiva y calidad técnica, Carlos. Por situación actual y evaluando las necesidades en el plantel, Boateng. Y eso era lo que buscaban los altos mandos del FCB: una variante ofensiva que sea capaz de jugar/rendir desde el día uno.
Sobre lo de simpatía por el Real Madrid, pues no es ni el primero ni será último caso de un jugador que termine jugando para el acérrimo rival del club al que admiraba. Iniesta algún día confesó que fue ‘madridista a todo poder’ (se enojó porque FC Barcelona goleó al Albacete, conjunto al que pertenecía antes de sumarse a La Masia). Isco admiraba tanto a Messi que le puso a su perro ese nombre. Modric tiraba más por el estilo futbolístico blaugrana. Zidane, en sus inicios, reveló su afición por la Juventus y FC Barcelona. Y Neymar, de adolescente, expresó su admiración por el Real Madrid. Y, como pueden corroborar, no es que no hayan respondido con el equipo que los contrató. Se juega.