Emocionante primer capítulo del Clásico de las semifinales de la Copa del Rey 2018/19. Real Madrid confirmó la mejoría que se ha visto desde hace varios partidos, completando una exhibición altamente competitiva en la cancha del Camp Nou. En otro escenario, y con otros jugadores, un 1-1 como visitante significaría mucha ventaja para el que cierra en casa. Acá la realidad es que la eliminatoria no deja de estar abierta.
Hicimos varios apuntes sobre el duelo y queremos compartirlos con ustedes. Esperamos que disfruten mucho de la lectura. Y cuando finalicen, no duden en dejar sus impresiones en cualquiera de nuestras plataformas.
CONCLUSIONES: VIBRANTE EMPATE EN EL CAMP NOU
➔ La presión del Real Madrid. La primera media hora de juego fue completamente blanca. El 0-1 parcial, la verdad, le salió barato a los de Valverde. Conscientes de la filosofía del FC Barcelona (amantes del fútbol posicional, de salir jugando desde atrás), y sabiendo que Messi no era titular y no podía lastimar en transiciones, el equipo de Solari salió a asfixiar a los blaugranas. Compromiso bestial de todos los involucrados. Los centrales no podían dar su primer toque con comodidad y los interiores estaban teniendo complicaciones para girarse. El gran trabajo del Madrid se tradujo en balones robados en campo rival y, por ende, en ocasiones de gol. Les faltó finalizar mejor las jugadas. Un Vinícius más fino y pudieron haberse puesto 0-3.
➔ La reacción del Barça. Presionar alto y con tanta intensidad produce un desgaste bárbaro. Es complicado mantener el ritmo, y Real Madrid lo resintió sobre el final del primer tiempo. En ese lapso, la principal vía de peligro del FC Barcelona fue Malcom, quien contó con el apoyo de Nélson Semedo. Juntos, entre que Vinícius no siente la marca y que Marcelo está lejos de su mejor versión, dañaron partiendo desde la banda. Keylor tuvo que exigirse en par de ocasiones, evitando el golpe anímico de un empate antes del entretiempo. Siempre confiable el tico.
➔ El cambio de postura en el segundo tiempo. El plan del Madrid cambió en el complemento. Dejaron atrás la presión alta, replegaron y juntaron líneas. La intención era clara: tapar las conexiones importantes del FC Barcelona y buscar dañar vía contraataques. La postura fue entendible, pero, por cómo se dio la primera media hora del juego, nos parecía que daba como para otros 20/25 minutos de salir a ensuciar la salida blaugrana. No fue así. Y los blaugranas no tardaron en empatarlo.
➔ El ingreso de Vidal y Messi. El momento anímico era de los locales. Y, con Messi y Vidal en la cancha, el mensaje era claro: tratar de ganar. Faltó precisión. El 10 intimidó en sus primeros minutos en la cancha, pero no estuvo atinado. Y era algo que se esperaba, ya que, aunque no hubo reporte médico, no iba a las disputas con la confianza de encontrarse al 100%. Incomodó e inquietó, más no pudo marcar diferencia como suele a hacerlo. En cuanto a lo de Vidal, aportó más músculo, más recuperación y más dinamismo en la mitad de la cancha. Aunque a nosotros Rakitic nos parece un jugadorazo (su Mundial fue para grabarse), llevamos tiempo sin verlo a tope. No es ni desastroso ni trascendental. Y en esa zona del campo, cuando enfrentas a interiores como Modric y Kroos, necesitas impactar. Vidal debería ser titular en la cancha del Santiago Bernabéu.
➔ El final del Real Madrid. Las jugadas que quería el Madrid en el segundo tiempo llegaron sobre el final del encuentro. La tuvo Bale y la tuvo Kroos. Ninguno pudo exigir a Marc-André ter Stegen porque se aparecieron Gerard Piqué y Nélson Semedo. Pudieron ganarlo en el Camp Nou. El problema de la noche: la finalización de las jugadas.
➔ Arthur Melo es un espectáculo. La decisión es difícil porque hubo jugadores que tuvieron actuaciones verdaderamente destacadas. Ponemos a Arthur como MVP porque, a nuestro entender, fue el más consistente en la cancha. Piqué, Semedo y Malcom fueron de menos a más. Arthur mantuvo un nivel parejo durante los 90 minutos. Cuando el Real Madrid asfixió, él se convirtió en la única vía de oxígeno. El que más veces superó la línea de presión blanca y el que buscaba descargar con trazos hacia las bandas. Y cuando el FC Barcelona ganó protagonismo, él se encargó de organizar y transmitir seguridad desde la base (es rarísimo que pierda la posesión). El mejor en un enfrentamiento en el que había jugadores de la talla de Modric, Kroos, Busquets y Rakitic. Un partido completísimo. Qué fichaje hizo la dirección deportiva culé. Mediocampista para muchos años.
➔ Imperial Gerard Piqué. Hay quienes trasladan el repudio que sienten por Piqué (tiene muchos detractores por sus polémicas extracancha) a su ‘análisis’ futbolístico. Gerard ha tenido noches fatídicas, como cualquier otro central. Pero son muchas más las buenas que las malas. Es uno de los mejores zagueros de la época. En términos de interpretación del juego, sentido de anticipación y timing para cortar, pocos en su escalón, eh. En este partido, después de un inicio incierto (todo el FC Barcelona lo tuvo), fue un Kaiser. No es nada fácil frenar contraataques (normalmente estás en desventaja numérica), y él lo hizo en varias ocasiones. Retrasó, cortó, tapó disparos, anticipó y también le hizo coberturas a su lateral. Juegazo. Y para confirmar lo que escribimos, acá sus números: ganó 7 de 9 duelos individuales, 94% efectividad en sus entregas, 0 pérdidas, 6 despejes, 0 faltas cometidas y 2 disparos bloqueados.
➔ Siempre Keylor Navas. Garantía. Cada que es requerido, se comporta a la altura. Y fuera de las canchas, pese a cualquier maltrato o decisión no relacionada con su rendimiento, su actitud es ejemplar. No se queja, no genera conflictos en el interior del equipo y no entra en intercambios vía medios de comunicación. Dos atajadas, sin contar la acción en la que pitaron offside a Malcom. La portería del Real Madrid está segura. Y pase lo que pase en el próximo mercado veraniego, el costarricense ha escrito su nombre -con letras de oro- en la historia del Real Madrid. El único portero que ha ganado tres UEFA Champions League de forma consecutiva. Y que la cuenten como quieran.
➔ El atrevimiento de Vinícius Júnior. Lo vimos pedirla, lo vimos buscar enfrentamientos individuales, lo vimos participando en la elaboración del gol del Real Madrid, lo vimos generando ocasiones y lo vimos complicado a la defensiva del FC Barcelona con gestos técnicos que están al alcance de muy pocos. Hizo un montón de cosas bien. Nota positiva. La cuestión es que decidió mal en muchos ataques prometedores. O quería jugarla individual, o tardaba en soltar el pase al compañero mejor posicionado, o su disparo simplemente no prosperaba. No hace falta verle mucho para saber que se trata de un jugador distinto. Pero, para consolidarse en la élite, debe trabajar/mejorar la finalización de las jugadas: la definición o el último toque. Ojo, que también se debe entender y contextualizar la situación de Viní. Apenas tiene 18 años, es su temporada de debut en Europa y está jugando para un gigante en plena etapa de transición. Es normal que, por estos factores, no siempre decida bien. Lo que definitivamente no es normal es que un chico, a su edad, tenga tanta personalidad/desparpajo para jugar el partido de partidos en el fútbol español. Mérito, también, de Santiago Solari, quien ha confiado en él. No se fija en el acta de nacimiento, sino en el juego. Y Vinícius juega mucho.
➔ Dani Carvajal y Raphael Varane estuvieron notables. Raphael Varane mandó en la zaga central. Salió bien librado cuando buscaron enfrentarlo, sirvió de apoyo para sus mediocentros (Llorente/Casmiro) y tapó, de forma oportuna, varios intentos del Barça desde la frontal. Luego de un bajísimo arranque de curso, va recuperando sensaciones. Y Dani Carvajal se fajó en una noche en la que la misión principal no era proyectarse hacia el frente, sino defender y tapar el lado fuerte del FC Barcelona: el de Jordi Alba. Cuando lo hizo, estuvo intratable. El detalle es que la felicidad del español no fue completa debido a que, en una de las pocas acciones en las que atacó, quedó mal posicionado y fue ahí cuando se desencadenó la anotación blaugrana. Mención a Lenglet, quien identificó el espacio y soltó el pie con mucha intención.
➔ Sémedo y Marcelo, contrastes en zona lateral. Lo de Marcelo, especialmente en la primera mitad, fue dramático. Mal perfilado en muchos duelos, incapaz de imponerse en acciones en las que partía con ventaja y, por si fuera poco, no pudo tirar el offside en el mano a mano que erró Malcom (el VAR hubiese entrado). En el segundo tiempo no fue tan exhibido porque Malcom salió y porque todos sabemos que, aunque Messi es un teórico extremo derecho, juega mucho más por dentro. Nélson Semedo, en contraparte, jugó su mejor partido desde que arribó al Barça. Supo sufrir en el arranque y fue creciendo minuto a minuto. Es difícil no ser superado cuando te atacan jugadores con la velocidad/regate de Vinícius/Marcelo. Sin embargo, el saldo fue positivo para el portugués. Recorridos largos para apoyar a Malcom en ataque, piso el área rival y bloqueó avances del Madrid que pudieron condicionar la eliminatoria. Su primer gran Clásico. Acertó Valverde poniéndolo. Somos muy de Sergi Roberto, pero llevaba varios partidos perdido en tareas defensivas. En la vuelta, otra vez debe aparecer Semedo.
➔ Malcom y una noche merecida. Creímos que el mano a mano errado lo derrumbaría. Pasó todo lo contrario. Fue creciendo con el pasar de los minutos. Exhibió a Marcelo en 1 vs 1, generó ocasiones con un par de centros y un pase a Luis Suárez y, antes de salir del encuentro, convirtió un buen gol. Recuperarse anímicamente en un mismo partido, y más considerando lo poco que ha venido jugando, habla de una fortaleza mental muy importante. Se ganó que Valverde no lo sacara antes de Coutinho (de hecho sacó al ex Bordeaux porque estaba fundido) y se ganó que, de cara al cierre de campaña, sea mucho más utilizado. Es una variante muy válida y poco especulativa.
➔ La situación de Philippe Coutinho. La palabra para definir el momento de Coutinho en el FC Barcelona es: preocupante. No solo es que se involucra poco en el que juego. Pasa que, cuando lo hace, lo normal es verlo fallar una entrega o perder la posesión por complicarse la jugada. Faltísimo de confianza. Luce extraviado en el terreno de juego. Desorientado. Y es algo que sorprende porque empezó muy bien su ciclo como azulgrana. Lo hizo tan bien en sus primeros partidos que los hinchas se lamentaban no haber podido contar con él en las rondas KO de la UEFA Champions League 2017/18. Valverde le ha dado rodaje. El problema pasa más por la cabeza del brasileño. Necesita relajarse un poco, liberarse y disfrutar, tal y como lo hizo en el cierre del periodo 2017/18. Visto lo que se le ha visto en las últimas noches, lo más lógico es que presencie los futuros partidos de alto riesgo desde el banquillo.
➔ Karim Benzema con el beast mode activado. Pocos jugadores en el mundo dominan el arte de jugar y hacer jugar a los demás. El francés es uno de ellos. El gol de Vázquez fue posible, en buena medida, a su seguimiento de la jugada y calidad técnica (cómo controló y asistió rápido). Juega entrelíneas, casi siempre pone a sus compañeros en ventaja y, sin importar lo acelerado que luzca el juego, siempre le da un tiempo extra a los que tiene al lado. Es un 9 con alma de mediapunta. El futbolista que más ocasiones (4) generó durante el partido en el Camp Nou. Si Vinícius, Bale y Kroos salen más finos, Karim hubiese finalizado la noche con un par de asistencias. Nos da gusto que muchos comiencen a darle el reconocimiento que merece. Aunque nos sorprende leer comentarios en los que parece que es otro Benzema, que nunca había estado así. Y no. Salvo un par de cursos en los que le costó mucho (problemas físicos y bajón de confianza), su fútbol ha sido el mismo. Lo que pasa es que, en años anteriores, estaba eclipsado por la pegada de Cristiano Ronaldo. Los focos -merecidamente- iban para el portugués, y a Karim no le molestaba en absoluto. Es más, con su juego asociativo, sus movimientos de arrastre y sus lanzamientos, se encargaba de que el brillo de las luces que caían sobre CR7 fuera aún más potente.
➔ Disfrutamos los espectadores. Si bien no hubo ganador, estamos convencidos de que todos los que seguimos el partido terminamos satisfechos. Hubo lapsos de dominio para cada equipo, hubo ocasiones, hubo goles, hubo atajadas, hubo entrega, hubo determinación y, sobre todo, hubo competitividad. Coincidimos con Solari: fue un Clásico precioso.
➔ La vuelta en el Santiago Bernabéu. La localía y el gol de visitante es de los blancos, pero la eliminatoria sigue estando para cualquiera. Real Madrid, pese a no tener el plantel imponente de otras ciclos, ha recuperado ese roce competitivo que no permite que se le descarte. Y FC Barcelona llegará al Bernabéu con un Messi al 100% y con Ousmane Dembélé recuperado. Con este par disponibles para todo el juego, el panorama es muuuy diferente. Y tampoco olvidemos lo bien que, en el pasado reciente, le ha sentado la casa blanca a los de la ciudad de Condal. Muchas ganas de que llegue el 27 de febrero. Viene un choque que, seguramente, nos hará escribir mucho en la entrega correspondiente de #ConclusionesInvictas.
Gracias por llegar hasta acá.
Y gracias a los que estuvieron siguiendo El Clásico en nuestras plataformas. No tienen idea de cómo valoramos que nos hagan parte de su rutina en días tan especiales en el mundo del fútbol. #TodosSomosInvictos