El mutlicampeón italiano mantuvo la línea de remontadas de locura en los Octavos de Final de la UEFA Champions League 2018/19. Era una misión complicadísima, y la superaron en una noche que difícilmente olvidarán sus aficionados (y todo seguidor del buen fútbol). Ahora, una vez entre los ocho mejores de la máxima competición, vuelven a soñar con la posibilidad de romper una sequía europea de más de dos décadas.
CONCLUSIONES INVICTAS: NOCHE HISTÓRICA EN TURÍN
➔ El deporte más hermoso del mundo. Sería falso de nuestra parte escribir que veíamos venir esta remontada. Juventus arribaba tras un partido flojísimo en el Metropolitano y actuaciones no muy convincentes en la Serie A, mientras que Atlético hizo el viaje tras acumular cinco partidos consecutivos sin encajar anotaciones y acercándose, poco a poco, al juego que les ha permitido cosechar éxitos en las últimas temporadas. Pero la noches KO de UEFA Champions League tiene un espacio único para la épica. Y no tienen idea de cómo disfrutamos de esta clase de jornadas. De ser completamente superados en el Metropolitano y estar un par de semanas en terapia de recuperación, a dar un partido que rozó la perfección y volver a situarse entre los máximos candidatos al título. El fútbol y sus benditos giros.
➔ Allegri pudo más que Simeone. Después de lo que se vio en la capital de España, Massimiliano sabía que necesitaba hacer ajustes en la estructura táctica y, sobre todo, en su plan. Tenía claro que, con la ventaja en el marcador y jugando fuera de casa, Atlético se replegaría y buscaría dañarlos con transiciones rápidos. Por eso, era importante controlar el juego directo con Morata (Diego Costa quedó fuera por sanción), reducir la influencia del mariscal de campo (Giremzann) y estirar, en la mayor medida posible, a los rojiblancos. Con el 4-4-2 cerrado y compacto cantadísimo, el míster de la Vecchia Signora optó por jugar con carrileros y generar superioridad en zona central (3v2) metiendo a Emre Can en la última línea defensiva (en muchos lapsos jugó al lado de Bonucci). Lo que en el papel iba a ser un 4-3-3 en fase de ataque y defensa, terminó siendo un 3-4-3 para atacar. Con Cancelo y Spinazzola encontró la amplitud necesaria para lastimar las bandas del Atlético y, afortunadamente para su causa, la apuesta por Bernardeschi le resultó. Sentó a Dybala confiando en el estado de forma de Federico, y el italiano respondió a lo grande. La estrategia fue buenísima y sus opciones de éxito se dispararon considerablemente al contar en su XI con la carta más ganadora que se ha visto en la UEFA Champions League. La victoria de la Juventus se cocinó de forma integral. Todos cumplieron. Los hinchas estuvieron a tope en su equipo, Allegri confeccionó un planteamiento para buscar la voltereta, todos los jugadores salieron enchufadísimos, hubo quienes aportaran lucidez/chispa y, como esperaban desde que lo presentaron en conferencia de prensa, apareció el rey absoluto del certamen.
➔ Siempre Cristiano Ronaldo. Hemos podido disfrutar prácticamente toda su carrera profesional y no deja de impresionarnos. Es un veterano que tiene su museo individual/colectivo al borde del colapso y, pese a eso, sigue queriendo más. Su hambre de triunfo y su mentalidad inquebrantable le permiten convertir lo extraordinario en algo rutinario. Es alucinante ver la intensidad y el ritmo con el que salió a competir. Quería la remontada como el que más. Con toda su experiencia y con su exorbitante nivel de confianza, contagió al resto de sus compañeros. La ‘mentalidad Champions’ reinó en Turín. Porque no sabemos ustedes, pero desde que cayó el primer gol tuvimos la sensación de que la Juventus pasaría. Se notaban seguros, fuertes y concentrados en su objetivo. Y todas esas son cualidades que caracterizan al nacido en Funchal. En el primer gol, marcó porque él fue a buscar el balón; cortó la trayectoria y le ganó a Juanfran; no titubeó ni un segundo. En el segundo gol, se elevó entre Godín/Giménez (poca cosa) y, pese a estar rodeado, tuvo la calidad técnica y poderío físico para imprimir la potencia que necesitaba su remate. Y el tercer gol no fue más que una muestra más de una personalidad incomparable. En los momentos en los que lo común es dudar y sentirse expuesto, él se agiganta. La naturalidad con la que ejecuta penales en escenarios de alto riesgo es única en el deporte. Su deseo de gloria siempre podrá más que el temor al fracaso. La figura en un partido a matar o morir. Otra vez. Rendidos ante el futbolista más decisivo en toda la historia de UEFA Champions League. No hay ni necesidad de debate.
➔ La noche de Federico Bernardeschi. Allegri eligió su ofensiva en función de lo no siempre respetada meritocracia (dejó fuera a Paulo Dybala, quien está viviendo la campaña más irregular desde que fichó por la Juventus). Massimiliano confió y Federico atendió al llamado como jugador de clase mundial. Su primera gran noche europea. Inició como extremo derecho y terminó como carrilero/lateral izquierdo. Y lo mejor de todo es que dañó en ambas posiciones y por ambos sectores del campo. Estuvo involucrado en 2 de las 3 anotaciones, aportando el desequilibrio que estaba faltando en el tramo final del encuentro. Las portadas las acaparará, de forma merecida, el señor Cristiano Ronaldo, pero que eso, por favor, no genere que se olvide la exhibición que entregó el ex Fiorentina. CR7 resolvió, él orquestó. Esperemos que esta noche sea el inicio del salto que, por potencial, puede dar. En sus botines tiene todo para asentarse en la élite.
➔ La conducción que valió el boleto a los Cuartos. Justo cuando la Juventus había dejado de asfixiar con centros y tener en propio campo al Atlético de Madrid, Federico se iluminó. Cuando había quienes esperaban el inicio de tiempo extra, el chico de 25 años recbió el balón cargado hacia la banda izquierda y comenzó una carrera con balón que Correa solo pudo detener -de manera irresponsable- con un leve empujón desestabilizador. Regate, conducción, cambio de ritmo, e inteligencia para utilizar su cuerpo (ojo a cómo se le metió a Ángel para que las salidas solo fueran dos: que lo dejara ir o derribarlo). Vaya cabalgata y qué despligue físico. Evitó el sufrimiento y se sacó de encima media hora más de partido. De esas noches que marcan carreras.
➔ El rol de Emre Can. Un interior derecho que, por etapas considerables del cotejo, se convirtió en el tercer central. Las misiones eran evitar que Morata bajara balones largos, apoyar las subidas de Cancelo y cubrir la zaga cuando Chiellini salía jugando desde atrás. Entre la instrucción de atacar constantemente por bandas (carrileros), los problemas defensivos de Joao y las proyecciones de Giorgio, Emre fue una pieza fundamental para sostener. Labor silenciosa, pero importantísima. Despejó dudas sobre su fichaje en un momento de altísima tensión.
➔ Chiellini, el jefe en zona baja. Lo único malo que hizo Giorgio en todo el partido fueron sus exageraciones en la disputa con Morata. De premios Oscar, JAJA. En todo lo demás, imperial. Ganó todos y cada uno de sus duelos individuales, sus conducciones para iniciar jugadas oxigenaron, molestó en cada balón ofensivo al que se incorporó y su agudo sentido de anticipación le ahorró complicaciones con Griezmann y Álvaro.
➔ La sorpresa fue Spinazzola. Allegri pensó en él como alternativa porque Alex Sandro no estaba disponible (amarillas), porque Mattia De Sciglio fue baja por lesión y porque, para el plan trabajado, se necesitaba un carrilero de recorridos largos y buen golpeo. Era arriesgado poner a Leo porque solo había jugado cuatro partidos en la presente temporada y, cuando a un jugador le pasa eso, lo normal es que carezca de ritmo competitivo/confianza. Al final, nada de eso pesó. Encajó de maravilla en la dinámica de sus compañeros y, mientras estuvo en el campo, fue una de las principales vías de peligro de la Juventus. En qué momento tan oportuno se apareció el Spinazzola que maravilló en el Atalanta de Gasperini.
➔ Atlético facilitó las cosas. Juventus superó en todo aspecto evaluable al Atlético de Madrid. En todo. En lo táctico, en lo estratégico, en la contundencia, en ritmo, en intensidad, en concentración y en determinación (en los huevos que tanto presumió El Cholo en El Metropolitano). Y si te vas a las estadísticas, en lo único en lo que los de Simeone se impusieron fue en puntos negativos como offsides, tarjetas amarillas, entradas y despejes. La imagen que dejaron fue tristísima porque no existió ni la más mínima capacidad de reacción. Un dato demoledor es que no patearon al arco en los 90 minutos del partido. No es joda, Invictos. Wojciech Szczęsny pudo haberse lanzado por una tablet y ponerse a ver un par de capítulos de Suits en pleno partido.
➔ Pjanic y Matuidi, los hombres en la mitad de la cancha. Recorrer, distribuir (acá aportó mucho el bosnio), recuperar en campo rival y evitar, en medida de lo posible, que Saúl y Koke pudieran romper. Además, entre su buena ubicación y el apoyo de los centrales, Griezmann no pudo influir jugando a sus espaldas. Blaise, un todoterreno. El músculo en la medular. Y Pjanic merece mucho más reconocimiento. Él, Cristiano y Chiellini han sido los jugadores más consistentes en lo que va de temporada.
➔ Lo mucho que extrañaron a Diego Costa. No tiene mucho caso extendernos en este punto porque Diego no era elegible. Sin embargo, no tenemos duda de que, con El Lagarto en la cancha, Atleti hubiera intimidado más. Costa es personalidad, es coraje, es físico y, sobre todas las cosas, es un animal atacando espacios. Un delantero capaz de complicar con sus propios medios y mucho más capaz producir cuando lo ponen a correr. En la ida, fue un dolor de cabeza para Bonucci y De Sciglio. Se los devoró Seguramente toda la línea defensiva de la Juve celebró el hecho de no tener que lidiar con el hispanobrasileño. Simeone, Griezmann (servicios tendidos) y Oblak (despejes) lo extrañaron muchísimo.
➔ Simeone y el futuro. Atlético tiene una identidad y un modelo de juego definido. Lo conocen hasta en Vanuatu. Se sienten cómodos defendiendo y lanzando contraataques. Buscan llevar al rival al terreno físico y, además, tienen en el balón parado un arma potentísima. Es el sello Simeone y es la filosofía que les ha permitido vivir la época más gloriosa de su historia. Totalmente entendible que quieran seguir compitiendo de esta manera, pero también se debe considerar que muchos de los referentes de esa etapa dorada ya no están o, por cuestiones relacionadas con la pura edad, vienen a la baja. Juanfran, Godín, Filipe Luís se van alejando de su prime time. Y elementos del corte de Gabi y Raúl García no están más en el plantel. Con jugadores como Arias, Lemar, Rodri, Koke, Saúl, Vitolo, Griezmann y Correa da para intentar algo más, ¿no? Nosotros creemos que sí. Hay materia prima para ser mucho más que un equipo reactivo. No estamos sugiriendo que mande todo al carajo y pretendan ser el City de Pep Guardiola, sí que haya más flexibilidad. Simeone tiene a jugadores para buscar más construcción y ratos de posesión. Dejar de lado tanta rigidez, o prepararse para más caídas. Porque, aunque se aferren, ahora mismo no tienen la solidez defensiva de años anteriores. Y si tu principal cualidad no se encuentra al 100%, lo normal es que pagues con este tipo de resultados. El no poder jugar la final de Champions que se celebrará en su cancha debería ser el punto de inflexión para reinventarse e incorporar más matices a su juego.
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