Argentina, a remar una vez más. Los de Lionel Scaloni no pudieron sacar un resultado positivo ante Colombia, así que deberán luchar por el boleto a rondas KO en el último par de jornadas. El combinado de Carlos Queiroz, por su parte, completó un performance que los confirma como candidatos a trascender en la Copa América 2019.
EL TRIUNFO COLOMBIANO FRENTE A LA ALBICELESTE
➔ Colombia mandó en la primera mitad. 4-2-3-1 de Argentina (4-4-2 sin balón) contra el 4-3-3 de Colombia (4-5-1 sin balón). Los cafeteros no dominaron a través de la posesión, sino porque se jugó a lo que pretendieron. La idea era clara: ceder los metros iniciales y, en cuanto Argentina se asomaba a la mitad de la cancha, presión intensa. En zona media recuperaron una barbaridad de balones. Y a partir de ahí, y de luchar a tope las segundas jugadas, se colocaban en situaciones de ventaja. Lo que les faltó fue tomar mejores decisiones en el último tercio. A Colombia le debe ocupar el hecho de que, ante una Argentina con episodios de marcado descontrol, no produjeron muchas ocasiones. De hecho, su primer tiro al arco fue la anotación de Roger Martínez. Es un dato que dice mucho.
➔ Misión aislar a Messi. Colombia pudo lidiar con Lionel Messi. Y todo fue más ‘fácil’ porque Argentina, ahora mismo (y desde hace rato), está lejos der ser un verdadero equipo. El rosarino es el que mejor juega en el planeta, pero sin apoyo colectivo, todo se reduce a lo que pueda inventar. Cuando alguien lo acompañó, como El Kun en aquel taconazo, fue peligroso. Sin embargo, tampoco es que haya estado especialmente lúcido. Destacadísima labor de Wilmar Barrios para reducir la influencia del 10 argentino y también fue vital cómo se lo repartieron. No es que el mediocentro del Zenit lo marcara personal. No. No lo dejaba de vigilar, pero lo ‘agarraba’ el que lo veía por la zona. Cuadrado, Lerma e incluso Mateus Uribe tuvieron momentos de duelos con Lionel. Y, además, era normal ver a Davinson Sánchez salir un poco para evitar que girara con comodidad e intentar taparle líneas de pase. El compromiso defensivo de Colombia y el poco soporte asociativo de Argentina impidieron que Messi recibiera balones con mínima ventaja. Y cuando eso sucede, por más grande que seas, toca sufrir.
➔ La mejoría de Argentina. La primera media hora del segundo tiempo fue de Argentina. Se supieron superados en el 1T, y salieron con otra postura. Fueron por Colombia. De Paul entró muy bien (Di María estaba restando) y la presión alta post-pérdida fue clave. Les costaba llegar con balón controlado a campo rival, por lo que optaron por robar allá. Durante esos minutos, Argentina generó las situaciones que no pudo producir Colombia. Ospina fue exigido, Barrios fue al límite, buscaron vía balones parados e intentaron con disparos a media distancia. Su gran problema fue no haber clavado alguna y seguir condicionándose con tarjetas amarillas. Empujar arriba genera más espacios atrás, y Colombia, con Roger Martínez como protagonista, reaccionó a la insistencia del cuadro pampero con un golazo que quebró.
➔ Wilmar Barrios, nuestro MVP. El premio fue a las manos de Roger Martínez, y se entiende. Igual acá no coincidimos. A nuestro entender, el mejor en la cancha fue el ex Boca Juniors. Apareció en todas partes, atento para cubrir algún central, despliegue físico brutal y, como mencionamos arriba, fundamental para que Messi jamás se sintiera cómodo. Está para una Liga TOP5 de Europa. Se veía desde que jugaba para el xeneize.
➔ La línea defensiva de Colombia. Todos, incluido Ospina, se comportaron a la altura. Quizá el más flojito fue Yerry Mina, pero es que la compartiva es con elementos que estuvieron a un nivel altísimo. Cuando Argentina quiso activar el juego directo (balones largos), desconectaron todo. Sus números son positivos en duelos individuales. Mina/Davinson controlaron bien al Kun y apoyaban en la misión Messi. Y Stefan/Tesillo cumplieron tapando el juego de banda de Argentina. Hubo una etapa en la que Medina comenzó a sufrir por el acecho de De Paul y, entonces, Queiroz movió la pizarra (Lerma).
➔ Los cambios de Queiroz. Al portugués le salió todo. Su lectura fue buenísima y se debe destacar porque respondió justo cuando Argentina era más. Lerma para apoyar a Stefan y tapar a De Paul, que estaba siendo especialmente peligroso. Buscar a Roger en el duelo directo con Saravia, quien estaba amonestado. Y Duvan Zapata tras todo el desgaste de Falcao con los zagueros. Fantástico.
➔ El papel de Scaloni. El señalado. Lo del Kun por Suárez no lo entendimos. Si bien Matías ha respondido en partidos previos, no es un rematador, y Argentina no es que estaba siendo muy brillante como para buscar trazos al espacio o a espaldas de los centrales. Esperábamos a Lautaro. Y aunque lo de Guido Rodríguez rompió al equipo, lo entendimos por la amarilla. Minutos antes de salir hubo una jugada que, aunque se recuperó, despertó la sensación de que lo echaban en cualquier momento. No lo compartimos (nos la hubiéramos jugado con el del América hasta el final), solo vimos el fondo. Ojo, que tampoco se vale decir que toda su dirección de campo fue terrible. En el arranque del 2T, corrigió las fallas en el planteamiento inicial. Reaccionó. Lo Celso apoyando metiéndose un poco más, para no quedar en inferioridad numérica en zona medular, y fue valiente al proponer presión alta, pese a que eso dejaba a su selección más expuesta. Nuestros ‘peros’ para Scaloni son la demora en ordenar ese nivel de presión (entregó el primer tiempo), lo del Kun y el no notar lo importante que estaba siendo Rodríguez para sostener al equipo el corrector). Estuvo mal, sí. Terrible estará si no modifica en lo que resta de Copa: Di María no da; más tiempo para De Paul; Paredes y Guido en el campo; Lo Celso tiene que competir por dentro; y no son un equipo que pueda replegar muy atrás (no tienen el físico para quedar tan lejos del arco). Probaríamos un 4-3-1-2, con Messi y Lo Celso rotando posición entre la mediapunta/ataque.
➔ Deprimente Di María. El Fideo, otra vez, bajísimo. No aportó ni atrás ni arriba. Recorridos a medias. Y la ocasión en la que sí bajó a apoyar, regaló la pelota. Restó más de lo que sumó porque dejaba en inferioridad a Tagliafico contra James/Cuadrado y, encima, no estuvo activo para comandar contraataques. La imagen que dejó fue lamentable. De Paul, con dos minutos en la cancha, hizo más que él. Y la verdad, no era muy difícil.
➔ James en el fútbol internacional. Sombrerito a Otamendi, pase con caño a Lionel Messi, desestabilizó con la movilidad que tuvo junto a Cuadrado, asistencia espectacular para Roger Martínez y mucho sacrificio defensivo. Cómo crece cuando se pone la camiseta de su selección. Y lo hace jugando como mediapunta, interior o como falso extremo. Leyenda colombiana. Es más, es muy probable que, cuando se retire, sea recordado como el mejor jugador en toda la historia de la Selección de Colombia. Para nada sería una exageración.
➔ La bestia Duván Zapata. Él abrió el juego, él se metió al área y él resolvió en medio de dos rivales. Respeto eterno para Radamel Falcao, pero no hay duda de que, ahora mismo, el mejor delantero colombiano es Duván. Con su curso en el Atalanta se ganó ser mucho más protagonista en esta Copa. Ojalá Queiroz reconozca su esfuerzo y estado de forma. Zapata, titular. Falcao, líder de vestuario y opción como relevo para determinados contextos.
➔ La inolvidable noche de Roger. Su ingreso fue circunstancial. Ni él se imaginaba que entraría tan pronto. Compitió cargado a la izquierda, lo que le permitió aprovechar sus recortes diagonales, su regate al espacio y su golpeo. Y la amarilla de Saravia le ayudó (no estuvo bien sin jugar condicionado, imagínense lo displicente que fue cuando quería evitar ser expulsado). El golazo para romper el empate cuando mejor estaba Argentina, y la inteligencia para aguantar la pasada de Lerma en el tanto de Duván Zapata. No necesitó entrar mucho en contacto con el balón para ser diferenciador. Su mejor partido desde que lo consideran a nivel internacional.
➔ Espacio para reaccionar. Dentro de todo lo jodido y de los ratos de caos, Argentina debe aferrarse a los siguientes puntos para no caerse en lo anímico: 1. Demostraron competitividad cuando adelantaron líneas y fueron a presionar al rival. 2. Apenas arrancó el certamen y clasifican 8 de 12 selecciones. 3. Pese al descontrol defensivo, no les generaron muchas ocasiones.
El camino, con sus respectivos ajustes, es el de los primeros 25-30 minutos del 2T. Importantísimo que haya autocrítica y no meterse a la dinámica negativa del entorno argentino. En Rusia 2018, tras el empate ante Islandia, ya se estaban sintiendo eliminados. Y jugar así solo tensa e inhibe más. Calma. Hay 6 puntos por delante y el sistema de competencia es extremadamente bondadoso. No ser favoritos y comenzar a ser descartados por algunos les puede beneficiar. Perfil bajo, recuperar confianza e ir creciendo poco a poco, que siguen siendo un cuadro buscando rumbo. Este partido debe servir mucho porque Scaloni debió notar las cosas que no pueden repetir. No están para meterse atrás esperando que El Kun y Messi, partiendo desde mediocampo, protagonicen contraataques. No están para jugar largo (El Kun no es 9 para bajarla y aguantar). Y la agresividad es con balón, no sin él: arriesgar más en distribución y no regalar tarjetas al por mayor. El golpe de Colombia no significa un KO definitivo. No si leen bien lo que pasó y, por primera vez en mucho tiempo, tienen el equilibrio emocional para no sucumbir ante un descalabro. Al menos esta noche dieron señales de vida en un mismo partido. Y eso, considerando cómo venía Argentina, es muy valioso.
Gracias por acompañarnos en el día 2 de la Copa América 2019.
Los queremos con la vida.
TODOS SOMOS INVICTOS.