Después de ocho años de lucha en el fútbol europeo, Guillermo Ochoa está de vuelta en el club de sus amores. Dejó el confort para irse a perseguir un sueño. Y aunque para muchos será un ‘fracaso’ porque no pudo llegar a algún club TOP, transitó un camino que ningún otro portero mexicano se había atrevido a transitar.
EL COMPLICADO PERIODO DE OCHOA EN EUROPA
No lo vamos a negar. Quedará la espina de que pudo jugar en sitios mucho más importantes, pero esto es así. El juego, a veces, no termina por darte lo que -por ahí- te mereces.
En sus primeros cursos con América, entre que lo querían retener y surgían volantazos sobre la hora (como el caso del Fulham), nada se cerró. En 2011, cuando estaba a punto de firmar por el PSG, se cruzó el asunto del positivo por Clembuterol (carne contaminada de la que no tuvo ninguna responsabilidad). El club del Parc des Princes creyó que sería un conflicto de duración considerable, y optó por retirarse de la puja.
Y luego vino el lío del pasaporte comunitario. En Francia, el requerimiento para obtenerlo es de 5 años. Memo solo estuvo 3 años en Ajaccio, así que no pudo iniciar con el trámite allá. Pudo quedarse más tiempo en Francia, pensando en esta situación. Sin embargo, el modesto club francés descendió, él quedó libre en 2014 y, tras su buena participación en Brasil 2014, Málaga vino a escena.
En La Rosaleda, las cosas no salieron bien desde lo deportivo (el míster apostó por Kameni tras un fallo de pretemporada). Lo ‘positivo’ era que solo precisaba 2 años ahí para aplicar por el pasaporte. Memo estuvo el periodo necesario, e inició el procedimiento. La cuestión fue que, según Marca Claro, la solicitud quedó atrapada/estancada por un fallo informático. En 2017, El País compartió que más de 400,000 solicitudes quedaron pendientes; y sí, entre ellas habría estado la del canterano americanista.
Por todo esto, se pueden decir un montón de cosas. Se puede cargar contra el representante, e incluso se puede iniciar un debate sobre el alcance futbolístico de Ochoa. Lo cierto es que, por distintas razones, la carrera de europea del nacido en 1985 no fue lo fácil que pudo haber sido si hubiera tenido el mentado pasaporte.
El documento citado marca una diferencia tremenda porque no son muchos los clubes de primera línea que están dispuestos a entregar una plaza de extracomunitario en el arco.
Hace un año, Napoli estuvo muy interesado en fichar Memo. El presidente expresÓ públicamente lo quería. ¿El problema? Se abrieron otras posibilidades (David Ospina fue una de ellas) y lo normal es que se elijan a arqueros que, además de ser buenos, tienen pasaporte de la Unión Europea.
Si tú fueras dueño de un club importante, quieres fichar a un golero y tienes varias opciones que pertenecen al mismo escalón de calidad, ¿a quién fichas? ¿Al que ocupa plaza extracomunitaria o al que tiene su pasaporte y te permitiría ocupar esa plaza de extranjero con un jugador de campo? La respuesta es bastante lógica, ¿no?
Una vez repasados los obstáculos con los que tuvo que lidiar Ochoa, y tras haber seguido detalladamente su carrera en el viejo continente europeo, el balance, en cuanto rendimiento, sin lugar a dudas es positivo. Los que claramente no seguían los partidos del mexicano, replicarán diciendo: ‘jugó con puros equipos malos, descendió dos veces y tiene el récord de más goles recibidos en una campaña de Liga de España’.
Pues sí, pero las historias se deben contar completas.
1. Ochoa es el único portero mexicano que ha jugado en Ligas TOP5 de Europa. 2. Con él como máximo referente, Ajaccio, un club que no pintaba para quedarse mucho tiempo en Primera División, pasó tres años en la Ligue 1. 3. Se hizo ídolo en Córcega (en encuestas, aficionados lo colocaron como el mejor jugador que han tenido en toda su historia). 4. Tiene el récord -negativo- de más anotaciones recibidas en una temporada de Liga, pero también el de más atajadas. 5. MVP en Standard y referencia total en el campeonato belga. 6. Y salvo la etapa en Málaga (fue más apuesta de la dirección deportiva que del cuerpo técnico) se ganó el respeto y cariño de todas las aficiones.
Insistimos: las historias deben en su totalidad.
EL BOMBAZO DEL AMÉRICA
Los planetas se alinearon para que esta operación se completara. Agustín Marchesín, pilar en los últimos años, se marchó. Hubo dinero para buscar a un recambio de garantías. Y seguramente las ofertas en Europa, por la edad y por el eterno apuro del pasaporte, no eran más atractivas que atender el llamado de casa.
El oriundo de Guadalajara vuelve en el momento más maduro de su carrera. Hace apenas unos meses, fue fundamental para que México conquistara la Copa Oro, demostrando que es, con diferencia, el mejor guardameta de nuestro país.
No había mejor recambio para Marchesín.
Es más, haciendo la evaluación global (nivel futbolístico, vínculo con la afición e impacto mediático), tener a Memo es un salto respecto a Agustín. Dejaron ir a un cancerbero buenísimo y trajeron a otro cancerbero buenísimo que, por si fuera poco, representa mucho más en lo comercial y tiene un lazo inquebrantable con el hincha.
Rendimiento deportivo, venta de camisetas, mejor entrada en los estadios, interés de marcas y mayor expectación de la prensa. Un bombazo con todas las letras.
La clavaron en el ángulo.
EL MEJOR PORTERO MEXICANO DE LA HISTORIA
Sostener que Memo Ochoa es el mejor portero mexicano de todos los tiempos no significa que otros grandes, como Jorge Campos, Pablo Larios, Oswaldo Sánchez, La Tota Carbajal, Nacho Calderón o el propio Oscar Pérez, sean de Tercera División. No va por ahí la cosa. Todos son grandes.
Simplemente nosotros, al momento de evaluar, ponemos a Memo como número uno. Lo consideramos así porque prácticamente desde que debutó tiene status de selección, porque ha sido reconocido por organismos locales (MVPs al mejor arquero de la Liga MX) e internacionales (el primer mexicano en estar entre los nominados al Balón de Oro y diversos premios de la IFFHS), porque ha tenido actuaciones mundialistas fuera del alcance de cualquier otro representante azteca (sin importar posición) y porque, encima, tuvo la valentía que ningún otro guardián mexicano al salir a competir en Europa (ahora mismo no se valora).
En cuanto a las cualidades, bajo palos (reflejos, capacidad de reacción, lances y recorridos de línea), no hay mexicano a la altura de Ochoa. Y con esas fortalezas, sin ser un portento con los pies (ha mejorado mucho) o jugando su área, ha regalado actuaciones que quedarán para la posteridad.
Sabemos que a estas alturas de la nota, hay quienes nos están pendejeando y pensando: ‘pobres Invictos Millennials, nunca vieron a Jorge Campos’. Falso. Vimos, seguimos y admiramos muchísimo al Brody. Era espectáculo garantizado. Un portero-líbero que fascinaba porque más que arquero era un jugador con la facultad de usar las manos.
Nos podríamos pasar horas escribiendo un recuento sobre los éxitos que cosechó Campos (2° en nuestro ranking), pero lo que les interesa es por qué lo ponemos abajo de Memo. Y acá están la razones: no tuvo la consistencia del flamante fichaje americanista (Memo va por su quinta Copa del Mundo con un estado de forma suficiente para ser titular/referente, mientras que él a su tercer Mundial fue para ‘hacer grupo’). Su carrera pasó por la Liga MX y MLS (no hubo deseo real -sacrificio de por medio- por pelearla en Europa). Y jamás, pese a que ganó un par de Copas Oro y atajó en la gloriosa Confederaciones 1999, tuvo performances internacionales del nivel de Memo Ochoa.
La intención no es convencerlos de nada, eh. Si piensan que Campos u otro es el mejor, es muy válido y respetable. Simplemente quisimos explicar el porqué del titular y de los posts que a veces hacemos en nuestras plataformas.
CONCLUSIÓN
Repasando las decisiones de Ochoa, si hubiese tenido algo verdaderamente ilusionante en Europa, hubiera alargado su aventura fuera de México. Seguramente su idea, tras la campaña 2018/19 en Bélgica, era esa. Pero se presentó un escenario que lo sacudió todo. Y dicho escenario incluía un momento de necesidad de la entidad a la que le debe muchísimo.
Memo regresa al América en un momento deportivo fantástico (se vio en la Copa Oro 2019). Y estando bien en lo futbolístico, en su caso específico, lo mediático/comercial vendrá por añadidura. Es un ganar-ganar para todos los involucrados: Marchesín cumple su sueño europeo, Ochoa retorna a su hogar, América ficha a un portero TOP (y a una figura mediática) y el aficionado disfrutará -desde la cercanía- a uno de sus más grandes ídolos.
Felicidades a la directiva del América. En un futuro, cuando se hable de grandes movimientos de mercado en el fútbol mexicano, se mencionará este traspaso. Mejor gestión, imposible.
Felicidades al aficionado azulcrema. Les tocó vivir una era muy jodida y ahora, pese a algunos altibajos, han regresado al protagonismo. Ahora sí están confeccionando plantillas acordes a la historia del club y recuperaron la etiqueta de candidatos a ganar todo lo que disputan.
Y, por último, felicidades a Memo Ochoa. No tienes nada que reprocharte. Luchaste en un camino completamente desconocido para el portero mexicano. Mereciste más, pero no siempre, por diversas circunstancias, se cosecha todo lo que se siembra.
En estos días, difícilmente se valorará tu batalla en su justa medida. Pero, en unos años, mucha gente se dará cuenta del esfuerzo/sacrificio que hubo detrás de tu trayectoria en Europa. Y notará que, con tus actuaciones en grandes torneos internacionales, volviste a poner al arquero azteca en el mapa.
Ahora te toca disfrutar y luchar por más trofeos con el club de tu vida.
Al final, uno siempre vuelve al lugar donde fue feliz…