La noticia es oficial: Rodolfo Pizarro ya no es jugador de Rayados. El mediapunta de 25 años rescindió su vínculo contractual con el Club de Fútbol Monterrey, luego de haber aceptado la brutal oferta que le hizo Inter Miami (nueva franquicia que tiene como dueño a David Beckham).
Un fichaje que se debe atacar desde varios ángulos. Y eso, exactamente, es lo que vamos a hacer en esta entrega especial de #ConclusionesInvictas. Disfruten de la lectura y no duden en compartirnos su retroalimentación.
CONCLUSIONES: RODOLFO PIZARRO A LA MLS
➔ Ejercicio de empatía. Un interés por ti que se refleja en el pago de la cláusula de rescisión. Oportunidad de vivir en Miami, una de las ciudades más espectaculares del mundo. Calendario cómodo que se traduce en un nivel de exigencia inferior y pasar más tiempo con tus seres queridos. Presión diferente a la que se vive en México o en un país con más apego/pasión por el fútbol. Y una oferta económica jugosa (ganar el doble -quizá más- de lo que estás percibiendo ahora mismo). ¿Cuántos de ustedes, genuinamente, rechazarían un ofrecimiento como ese? Exacto. Se puede no compartir la decisión de Rodolfo Pizarro, pero imposible no entender que haya dado el OK.
➔ Salir vía cláusula de rescisión. Cuando se activa una cláusula de rescisión, casi siempre habrá molestias y diferencias. ¿Por qué? Porque el club dueño de la ficha no aceptó negociar con otra entidad. La postura en estos casos es: o pagas lo estipulado en el contrato (derecho de salida), o no hay transferencia. Entonces, hay tres partes en el movimiento, y solo dos terminan contentas: el jugador y el club que está fichando. El que ve cómo se le marcha un activo valioso, obviamente, termina jodido. Le pasó al FC Barcelona con Neymar da Silva, le pasó al Atlético de Madrid con Antoine Griezmann y le pasa a la mayoría de las entidades que, por una u otra razón, ven cómo les depositan la cláusula que pensaban sería suficiente para evitar fuga de talento. En la situación Pizarro-Rayados, el ambiente se tensa todavía más porque habían acordado que habría facilidades si el interesado era europeo. Como no fue así (MLS), pues es comprensible que la directiva del Monterrey se encabrone. Y es que se les está yendo un jugador importante, a medio torneo, a una Liga que, si bien está en crecimiento, se encuentra un escalón por debajo de la mexicana (refiriéndose solo en lo deportivo). Nos parece que el nacido en 1994 se pudo manejar mejor en cuestión de timing. Pero es una valoración que se hace desde la distancia, porque tampoco tenemos la pintura completa (solo el jugador y la directiva del Monterrey la tienen). No sabemos cuándo -exactamente- llegó la propuesta formal, cuándo le comunicó al club que lo estaba pensando seriamente y cuándo tomó su decisión absoluta (no suele ser cosa de días). Lo que sí se debe tener clarísimo es que el plan de Monterrey jamás fue acomodarlo en el mercado estadounidense. Fue decisión total del futbolista ante una oferta que, analizada en frío, tiene más pros que contras.
➔ La gloria deportiva. Campeón con Pachuca, campeón con Chivas (un mérito bárbaro porque había que despertar a un gigante en crisis), campeón con Rayados y campeón con la Selección absoluta de México (Copa Oro). Lapsos de inconsistencia, pero no se puede negar que es un ganador, que ha brillado en el fútbol mexicano y que ha celebrado en todos los sitios en los que ha estado. Su gran sueño, se sabe, era irse a competir al viejo continente. Estuvo cerca de cumplirlo antes de fichar por Rayados (su etapa en Chivas). Sin embargo, las cantidades no convencieron en el regaño sagrado. A estas alturas, sigue teniendo el talento y la edad como para seguir buscando emigrar al viejo continente. La pregunta es: ¿tiene el mercado? ¿Lo buscaron desde allá? Si algún club hubiera venido como lo hizo Real Betis por Diego Lainez, y Ajax por Edson Álvarez, seguramente ahorita estaríamos escribiendo sobre el inicio de aventura en Europa. Como al parecer no sucedió, los escenarios del internacional mexicano eran dos: 1. Continuar en la Liga MX, un campeonato que ya ha ganado con tres clubes distintos (incluidos éxitos internacionales). 2. Probar otro fútbol, vivir en Miami, tener un calendario más corto (más tiempo con los tuyos) y ganar más dinero. ¡Ah! Y ninguna de las dos opciones lo baja de la Selección de México. Ahí está Uriel Antuna, que jugando en LA Galaxy fue fijo para Gerardo Martino; ahí está Jonathan dos Santos; y no podemos olvidarnos de Carlos Vela, quien sería indiscutible si quisiera seguir siendo contemplado. Poniéndolo así (sobre esos dos escenarios), la decisión prácticamente se toma sola, ¿no?
➔ Una salida cantada y la etapa en Monterrey. El ciclo de Rodolfo Pizarro con Rayados estaba destinado a ser efímero. Llegó porque Chivas quiso venderlo al mejor postor, no porque el jugador estuviera fascinado con la idea de sumarse al elenco norteño. Es así. De hecho, como mencionamos arriba, su aterrizaje a la ciudad de las montañas se dio justo cuando más pensaba en Europa. Igual el chico llegó, respondió (más allá de los altibajos) y cumplió lo que prometió: no se iba sin ser campeón. No se convirtió en ídolo (no es que le interesara mucho serlo), pero dejó performances difíciles de olvidar. Siempre que un hincha del Monterrey hable de la final de Concachampions que le ganaron a Tigres UANL, recordarán el masterclass de Rodo en al cancha del BBVA.
➔ El tren a Europa. En México, entre las altas pretensiones de los clubes de acá y la falta de seguimiento que hay en Europa (no nos ven demasiado), no pudo irse. En Estados Unidos, considerando que es cabeza de proyecto (jugador designado) y que invirtieron casi 20 MDD en el puro traspaso), la cosa se complica aún más. Pero tampoco es imposible. No lo descartamos de golpe. Con 25 años de edad, después de dos años brillando en la MLS (Atlanta United), Miguel Almirón se fue al Newcastle United muy bien vendido. Las urracas pagaron 24 millones de euros y se llevaron al paraguayo. Ese antecedente vale para pensar que aún podría haber una última oportunidad para el oriundo de Tampico. Si Rodolfo Pizarro se devora la Liga de Estados Unidos en sus primeros cursos, con 26 o 27 años todavía podría irse. Es poco probable, no descabellado. Ahora mismo, el mercado está tan acostumbrado a cifras de locura, que podría haber algún club que se anime a poner 25-30 MDD por un enganche al que vea en un estado de forma diferencial. ¿La ventana hacia Europa se hace más chica en Estados Unidos que en México? Por supuesto. Y no porque la Liga MX tenga más difusión que la MLS, sino porque Rayados tenía disposición para negociar con un club europeo, mientras que Inter Miami no lo dejarían ir -en buen momento- por una ‘cifra baja’. ¿Es una opción que se descarta por completo? Para nada.
➔ Ningún chile embona en México. Si Diego Lainez decide irse a Europa siendo todavía un juvenil y no es titular en sus primeras campañas, burlas, memes y comentarios sosteniendo que no es lo suficientemente bueno o que todavía no era su tiempo. Si Edson Álvarez acepta lucharla en un club como Ajax y está teniendo complicaciones en sus meses iniciales, se empiezan a leer frases como ‘mejor que se regrese a México’, ‘no dio la talla’, ‘no entiendo a qué carajo fue’. Si Hirving Lozano da el salto al fútbol TOP5 de Europa y está viviendo una situación problemática con el cambio DT, comienza a soltarse una oleada de eruditos que aseguran que fue El Chucky nunca fue tan bueno, que la prensa lo infló, y que debe buscarse un club de menor nivel. Y si Rodolfo Pizarro opta por la MLS, inicia la lluvia de posts para tildarlo de ‘conformista’, ‘mediocre’ y ‘mercenario’. Se burlan de los que van a pelearla a Europa, increpan al que toma un rumbo alterno, revientan al que se queda en país y, de paso, cargan contra el que va y sí tiene éxito (caso del Chicharito). Está bien opinar y se vale criticar, pero no hay necesidad de ir derramando toxicidad. Se juzga severamente con una facilidad pasmosa y sin una pizca de empatía. Curiosamente, es un fenómeno que se agudiza cuando se habla de vidas ajenas. No se trata de aplaudir/estar de acuerdo con todo, sí de hacerlo desde una posición constructiva y analítica. Tengamos un gramito madre.
REFLEXIONES FINALES
- ¿Ir a la MLS es un retroceso deportivo? A pesar de que es una Liga en crecimiento, sí, sí lo es.
- ¿Ir a la MLS da más vitrina que la Liga MX? La verdad, no hay diferencia significativa. Se juega mejor fútbol en México, pero no nos los llevamos de calle. En Europa no se sigue mucho el fútbol de acá. Y compramos que sepan más de la Major League Soccer, por las figuras internacionales con las que suelen contar, que de la Liga MX.
- ¿Rodolfo Pizarro tenía/tiene nivel para ir a pelear a Europa? Sí. Primero en una liga transitoria (Holanda o Portugal) para irse adaptando al ritmo competitivo. Y después, dependiendo de su evolución, pensar en fútbol más exigencia.
- ¿En Estados Unidos se cierra la puerta europea para Pizarro? No del todo, pero se complica considerablemente. Si la está rompiendo (la única manera de que Europa se fije en él), la cifra de salida sería mucho más alta que en México (no vemos al Inter Miami vendiéndolo por menos de lo que le invirtieron).
- ¿Compartimos la decisión de Rodolfo Pizarro? Desde el renglón deportivo netamente deportivo, no. Repasando los pros y contras de todos los factores evaluables, sin duda. Tomó la decisión más inteligente. Porque la diferencia entre una Liga y otra no es abismal, por la calidad de vida que encontrará en Miami, por el bondados calendario que tendrá y por los cheques que recibirá.
Ojalá encare el reto de la MLS con la seriedad/profesionalismo que le ha caracterizado a Carlos Vela con LAFC. Guste o no, tiene la capacidad para ser uno de los mejores futbolistas en Estados Unidos y seguir siendo un elemento válido en la Selección absoluta de México.
INVICTOS.