La FIFPro, organización que representa a 65,000 futbolistas profesionales alrededor del mundo, emitió un comunicado expresando su apoyo/respaldo hacia las Asociaciones de Jugadores que, a estas alturas, ya han solicitado que se suspendan actividades deportivas.
El mensaje es claro: el fútbol debe proteger la salud pública, a los jugadores y las competiciones. Ahora mismo, según señalan, los profesionales del fútbol se encuentran especialmente preocupados por la exposición al COVID-19, lo que puede repercutir sobre ellos mismos, sus familias y amigos. Esa exposición no solo podría producirse durante los partidos, sino también en entrenamientos o viajes.
Por esa razón, la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales está solicitando a los empleadores y organizadores de los torneos que tomen medidas de precaución a corto plazo, como la suspensión de entrenamientos o competencias.
Se pretende que se acuerden determinaciones transparentes, razonables y coherentes, siguiendo las recomendaciones de los gobiernos.
EL COMUNICADO COMPLETO DE LA FIFPRO
FIFPRO mantiene un seguimiento de cómo está afectando la expansión del coronavirus (COVID-19) en todo el mundo, y de sus repercusiones para la industria del fútbol profesional.
Los viajes transfronterizos y la asistencia a los partidos y a los eventos en torno a los mismos crean un elevado riesgo, que afecta a todos, desde los espectadores y jugadores, a los oficiales del partido y al personal del club. Para proporcionar un curso de acción fiable y claro, que sitúe en primer lugar a las personas y a la salud pública, solicitamos a las autoridades y a los organizadores de la competición que adopten decisiones transparentes, razonables y coherentes en el conjunto de la industria del fútbol, siguiendo las recomendaciones de sus respectivos gobiernos.
Los futbolistas profesionales, al igual que otros trabajadores, se muestran preocupados por la exposición al coronavirus, que pueda repercutir sobre ellos mismos, sus familias y amigos, durante sus vidas cotidianas. Para los jugadores, esa exposición podría producirse durante un viaje, los entrenamientos o las jornadas de partido. Toda acción relativa a estas actividades deberá coordinarse en estrecha cooperación con los jugadores y sus sindicatos.
Solicitamos a los empleadores y a los organizadores de las competiciones, que respeten los derechos de los jugadores de tomar medidas de precaución a corto plazo, incluida la suspensión de entrenamientos o de competiciones. Apoyamos a los jugadores y a los sindicatos que hayan solicitado la suspensión o el aplazamiento de actividades futbolísticas en sus respectivos países o regiones.
Tratándose de una industria internacional, el fútbol profesional queda fuertemente afectado por esta situación, de múltiples formas. Los partidos que se celebran a puerta cerrada y las cancelaciones tienen un efecto considerable sobre el flujo de ingresos y de efectivo hacia los clubes de pequeño y mediano tamaño. Por lo tanto, la industria del fútbol debería considerar la adopción de medidas extraordinarias de solidaridad para proteger la industria y apoyar a los clubes en dificultades mediante, por ejemplo, ayudas económicas o anticipo de pagos.
A medida que la situación evoluciona, es importante fortalecer la coordinación entre las partes interesadas del fútbol internacional, los gobiernos y expertos en salud pública, con tal de asumir el mejor curso de acción posible para nuestra industria y las personas que la integran.
El martes, la AIC (Asociación de Futbolistas Italianos) y AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) le solicitaron conjuntamente a la UEFA que los partidos entre equipos italianos/españoles se suspendieran. El máximo organismo europeo, considerando las restricciones de viaje de ambas naciones, aplazó los cotejos.
Probablemente, en las próximas horas/días, se irá completando el efecto cadena.