Pensamos en no desempolvar la sección más aclamada del planeta hasta la próxima temporada, pero nos fue imposible contenernos. Teníamos ganas de compartirles los apuntes que hicimos sobre las vueltas de los octavos de final de la UEFA Champions League 2019/20.
Disfruten la lectura.
Y no dejen de compartirnos su retroalimentación.
LAS 15 DE INVICTOS: OCTAVOS DE CHAMPIONS
➤ La presión de Pep Guardiola. Esperar replegado en bloque bajo y buscar dañar con transiciones rápidas habría sido el plan de muchos entrenadores tras haber ganado -como visitante- la ida de una eliminatoria de eliminación directa. Pep Guardiola no buscó es camino. Plantear eso habría atentado contra su estilo, contra su esencia. Sin Sergio Ramos, el entrenador catalán sabía que el Real Madrid tendría más problemas para limpiar la salida. Sin su ‘primer pase’, las dudas se podían sembrar. Y lo aprovecharon. Una buena presión alta no es corretear arriba, no se trata de saltar por saltar. Debe ser organizada y con sentido. Manchester City la ejecutó a la perfección. El éxito estuvo en el posicionamiento. A partir de eso, tapando líneas de pase, generaban indecisión e incomodaban. Y una vez que notaban algún titubeo, venía el ritmo, la intensidad y la intuición para buscar el robo. Gabriel Jesus y Raheem Sterling con los centrales, Foden limitando la opción Casemiro, De Bruyne/Gundogan sobre Kroos/Modric y Walker/Cancelo (partidazo del lateral inglés, por cierto) vigilando las zonas de Mendy y Carvajal. El ahogo se mantuvo durante lapsos prolongados. Real Madrid quiso, y no pudo salir. Los ciudadanos no los dejaron.
➤ La corta respuesta de Zidane. Consideramos a Zizou un DT pragmático. Más que crear una identidad de juego, quiere ganar. Ajusta en función de eso, sin cuidar tanto las formas. Un entrenador que no tira tanto del factor sorpresa, sino de lo sensato. En el Etihad, quedó a deber. Sin SR4, el jugador con más jerarquía para salir jugando desde atrás, ¿por qué insistir en hacerlo? Y más después de ver las complicaciones que les generaron prácticamente desde el silbatazo inicial. El escenario no estaba para eso. Entendemos que si superaban líneas de presión, el rival quedaba desprotegido y encontrarías más metros que recorrer (contexto ideal para Rodrygo y Hazard). La cosa es que era prioritario no encajar más anotaciones. Y arriesgando en tu área, contra un equipo como el Manchester City, te exponías una barbaridad. En cuanto a los cambios, la realidad es que esperábamos mucho más. Por cómo se pararon los sky blues, lo práctico habría sido modificar a un plan de juego directo. Para eso, Luka Jovic (descolgando balones) y Fede Valverde debieron haber entrado antes. Y, bueno, el ingreso de Viní, tomando en cuenta su desequilibrio y cómo estaba Hazard, era cantado. La flexibilidad de ZZ desapareció en una de las noches que más la han necesitado. Extraño.
➤ De Bruyne salió en paños menores. En el Santiago Bernabéu, marcó 1 gol, puso 1 asistencia y generó 4 ocasiones. Se repartió la zona del falso 9 con Bernardo Silva. Y en el segundo capítulo, participando como interior derecho, hizo lo que quiso. Generó 9 ocasiones. Jamás lo pudieron contener. Lastimó con servicios profundos entre líneas, con entregas horizontales y con sus violentos cobros a balón parado. Kevin es el mejor mediocampista del mundo en la actualidad. Por lo que genera, sí, pero también por lo que aporta sin balón. Presiona con mucho criterio y recupera una cantidad de balones impropia para un activo tan creativo. Si dejes correr a KBD, si le concedes segundos para que decida, estás destinado a sufrir. Real Madrid lo hizo, y no la contó. Qué placer verlo competir. No le interesa dejar filigranas. Le importa dañar, ser agresivo, verticalizar, producir. Lo queremos mucho.
➤ Gabriel Jesus, el soldado decisivo. A falta del Kun, apareció el brasileño. Y no partió por carril central, sino como extremo. Una pesadilla para la defensiva madridista porque no les permitía ser referenciado. Carvajal tenía que lidiar con él (cómo lo padeció), pero también Varane. Y siendo tan rápido y dinámico, los puso en jaque. Guardiola le puso la etiqueta de MVP. Lo entendemos. Si bien acá creemos que el mejor de la serie fue Kevin De Bruyne, GJ9 fue el más decisivo. En Madrid, hizo el gol del empate. Y en Manchester, puso la asistencia del gol de Sterling y convirtió la anotación con la que terminó todo. Partiendo desde sector izquierdo, el canterano del Palmeiras resolvió. Dio un paso hacia al frente para los que dudaban sobre su impacto en cotejos de alto riesgo. Se agigantó frente al rey del certamen. Casi nada.
➤ Un Real Madrid diferente. No vimos al Real Madrid en modo Copa de Europa. Ese equipo que, sin importar fallas y adversidades, sale a complicarte. A empujarte. A hacerte sentir su peso histórico. Muchas veces lo hace más con ímpetu y con jerarquía que con ideas, pero se las arregla para dificultar. Esta vez, esa sensación no llegó. Incluso tras el gol de Karim Benzema, que los hizo ‘soñar’ con otra noche mágica’, no se sentía tan cercana una segunda anotación. Les pegó mucho ver a un pilar fallar. Y más si se considera que la clave de su éxito en la Liga de España radicó en la solidez defensiva. Cuánto les faltó Sergio Ramos (la máxima representación de luchar hasta el máximo segundo). Qué poco de Eden Hazard (curso de debut bajísimo por tantos problemas físicos). E hizo falta la adaptabilidad/practicidad del míster francés. No cayeron como suele caer el Real Madrid.
➤ Cristiano Ronaldo contra el mundo. Marcó de penal y marcó un golazo de zurda. Si la Juventus tuvo opciones de meterse entre los 8 mejores de Europa fue exclusivamente porque tienen en sus filas a uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos. A pesar de no contar con un soporte colectivo potente, CR7 se quedó muy cerca de clasificar a la Vecchia Signora a la siguiente ronda. No hay nada que recriminarle al portugués. El cumplió con su función principal: la de finalizar. Los que fallaron fueron sus compañeros (no hubo otro que verdaderamente se atreviera), el cuerpo técnico (un equipo gris durante todo el curso) y la directiva (plantilla TOP, pero descompensada). El único que se salva del papelón.
➤ Los pocos argumentos de la Juventus. Ganaron el Scudetto por la calidad de sus individualidades y por el apagón de sus rivales directos en el tramo final de la Serie A, no porque estuvieran jugando a gran nivel. De hecho, estaban lejísimos de eso. Sufrían atrás y sufrían para generar ocasiones ante rivales replegados. Sus ‘ataques elaborados’ se terminaban limitando a la inspiración de Paulo Dybala y Cristiano Ronaldo. No había ni mecanismos ni comportamientos colectivos que hicieran pensar que verdaderamente tenían opciones de conquistar la UEFA Champions League. La verdad, no sorprende en absoluto lo que sucedió el pasado viernes. Todo aquel que siguió la campaña bianconera lo sabe.
➤ El esfuerzo titánico de Lyon. Aterrizaron en Turín con 1 solo partido oficial en 5 meses. Las circunstancias, no ayudaban. El gris funcionamiento de la Juventus, motivaba. Rudi García repitió el 3-5-2 que venía probando y que le permitió competir de muy buena manera contra el Paris Saint-Germain en la final de la Copa de Francia. La idea no era luchar por la posesión. No querían quitarles el balón. Esperaban con un bloque media/bajo e intentaban desdoblar rápido con las carreras de Memphis (Dembélé), Toko-Ekambi (Reine-Adélaïde), con las subidas de los carrileros y los lanzamientos de los interiores Aouar/Caqueret. El panenkazo de Depay los hizo creer todavía más y, pese a que Cris empató el global con media hora por jugarse, no perdieron la calma. Tuvieron temple. Hubo tensión, no tanto sufrimiento. La inoperancia y lo predecible de la Juventus facilitó la misión, claro, pero no se puede dejar de valorar la personalidad con la que compitieron. Impresionantes Marçal, Denayer y Marcelo anticipando, cortando centros (el ‘argumento’ que más intentaron los de Sarri) y haciendo suyo cada duelo si superaban a algún compañero de la zaga (como en la jugada de Bernardeschi).
➤ La revelación del cuadro francés. Max Caqueret no había jugado jamás en la UEFA Champions League (sí, se trató de su debut) y seguramente no habría visto actividad en suelo italiano si Tousart no hubiese reportado con Hertha Berlín. Se le presentó la oportunidad, y no la desaprovechó. Exhibió su calidad técnica, ayudó mucho en labores de recuperación, cortó avances cuando era necesario y liberó con sus controles/regates. El mediocampista francés de apenas 20 años completó 24 de 28 entregas, firmó 4 de 4 regates y ganó 6 de 14 duelos terrestres (muchos en desventaja). Sus giros y movimientos en espacios reducidos son de jugador especial. Hay que seguirlo de cerca.
➤ Momento de Pirlo. A menos de 24 horas del nuevo tropiezo europeo, se confirmó la destitución de Maurizio Sarri. Entendible porque cayeron en la Supercoppa ante la Lazio, no pudieron con el Napoli en la final de la Coppa Italia, levantaron el Scudetto menos convincente en mucho tiempo y se quedaron en octavos de UEFA Champions League. Además, más allá de los resultados, el funcionamiento no era nada alentador. No había señales positivas como para sostenerlo. Igual, aunque creemos que Sarri pudo hacer mucho más, la directiva tiene un importante grado de responsabilidad. Plantilla de primera línea, pero con problemas en ciertas zonas. No hay garantías en el lateral izquierdo, Cuadrado tuvo que recordar sus días como lateral (respondió El Panita), Pjanic vendido en plena temporada (vaya gestión), continuidad a apuestas que no dan para más (caso Bernardeschi) y terminaron jugando el partido más importante del curso con Gonzalo Higuaín, un centrodelantero en decadencia, como 9 titular. Ahora viene Pirlo. Una apuesta tan emocionante como arriesgada. No tiene ningún tipo de experiencia en los banquillos. Están confiando en el entendimiento que exhibió como jugador, en el crédito que tendrá frente al grupo por su status de leyenda y en los conocimientos que adquirió en su corto proceso de preparación como entrenador. Por lo que fue como mediocampista, la esperanza es encontrar a su Pep o a su Zidane. La cuestión es que previo a llegar a la máxima exigencia, Pep dirigió -con éxito- al Barça B, y Zizou fue asistente y luego estuvo con el Castilla. Lo de Pirlo es un salto directo a la élite. De golpe. Debe ser consciente que se puede ‘quemar’. Ojalá no suceda. Mucha curiosidad por saber qué tipo de entrenador es. Si es tan claro como en sus días como regista, nos divertiremos.
➤ El rey. El golpe que aturdió a los de Gattuso, fue la anotación que se inventó de Lionel Messi. Rodeado, sin apoyo de sus compañeros, cayéndose, levantándose y perdiendo el equilibrio. Un gol solo a su alcance. Luego, vino el penal que ganó arriesgando el físico frente a Koulibaly. El mejor de todos condicionó la eliminatoria en 20-30 minutos. Contra Napoli, alcanzó. Contra Bayern Munich y demás rivales, no bastará solo con Messi. Suárez y Griezmann no pueden tener tan poca incidencia.
➤ El show de Frenkie de Jong. La mejor actuación del holandés desde que arribó a la Ciudad Condal. Cortá la bocha, pa (léase con voz del Kun). Lo más cercano que le hemos visto a su versión del Ajax, Jugando como interior izquierdo, se vio a un FKJ protagonista. Se acercaba a Lenglet para cooperar en la salida, entregas verticales para superar líneas, criterio para atacar la espalda de los volantes napolitanos cuando Griezmann o Suárez hacían desmarques de apoyo y cambios de ritmo con conducciones/regates para romper. Messi, el más determinante. Frenkie, el que mejor jugó. Partidazo.
➤ Aguantar, no controlar. FC Barcelona mantuvo la ventaja, pero jamás controló el trámite. Y es que, ahora mismo, no tienen ni los elementos ni el trabajo para hacerlo. Resuelven sobre la marcha. A veces, les alcanza. A veces, no. Muchos minutos de repliegue bajo contra un Napoli que ‘facilitó’ la labor de Piqué/Lenglet cuando comenzaron a cargar el área de centros. La percepción de posible papelón se agudizó por los fantasmas recientes, no tanto porque Napoli estuviera arrollando, como en su momento lo hicieron AS Roma y Liverpool. Un dato no menor es que el Barça no hizo disparos en todo el segundo tiempo. Ni al arco, ni desviados, ni bloqueados. Cedieron iniciativa, esperaron atrás y jugaron a buscar el contraataque. ¿Qué sucedió? Que como Messi y Suárez presionaron poco, y Griezmann tuvo que bajar mucho más, defendieron nueve y sobraron dos. Y los dos de arriba son buenísimos, pero ya no tienen las piernas que tenían en la época de la MSN. Ni las piernas ni aquel eléctrico Neymar.
➤ Nada que perder. Lo ‘normal’, lo presupuestado, sería que los culés caigan. Por primera vez en un buen rato, no son los favoritos en una eliminatoria de UEFA Champions League. Eso sí, para complicar a los bávaros no podrán escatimar ningún esfuerzo. Siendo un equipo que frágil tanto en ataques organizados como al momento de replegar y buscar transiciones rápidas, deberán apelar a la jerarquía, a ser un cuadro compacto y a la concentración máxima. Si quieren ganarlo, eso se ‘defender con nueve’ y trazar pocos desmarques, no es opción. Ansu Fati, al espacio, puede ser un elemento muy importante. Puig, por su agresividad y dinámica, también. Bayern Munich no es infalible en zona baja. Bayer Leverkusen, en la final de la DFB Pokal, los exhibió. Si vas por ellos, si verticalizas, los lastimas. A ver cómo prepara el juego Quique Setién. Bayern es mucho más equipo, pero a 90 minutos, con tanto de por medio, nunca mejor aplicado el ‘cualquier cosa puede pasar’. El estilo propositivo de los bávaros le puede venir bien al Barça. Con un rival más abierto, quizá puedan fluir como lo consiguieron la primera vez que vimos el 4-3-1-2, con Griezmann por dentro. Por tener al mejor de todos y por el talento individual con el que cuentan, imposible descartar a los blaugranas.
➤ Lewandowski, intratable. Bayern Munich venció al Chelsea por un marcador global de 7-1. Bueno, pues Robert participó en las 7 anotaciones: 3 goles y 4 asistencias. Los destrozó en The Bridge y los destrozó en el Allianz Arena. El polaco tiene activado el beast mode desde hace meses y, encima, cuenta con dos grandes puntos a favor: no dejan de surtirlo por la bandas y por dentro tiene a Thomas Müller, el jugador que mejor libera e interpreta espacios en la élite. En estos momentos, el nacido en 1988 es el mejor 9 del mundo. Y no hay cómo refutarlo.
➤ Chelsea no fue rival. Si con el equipo completo no opusieron mucha resistencia que digamos, la historia no pintaba bien con tantas ausencias para la vuelta. Pulisic, Azpilicueta, Willian, Pedro, Loftus-Cheek y Gilmour no fueron elegibles. Entre las bajas, la necesidad por ir al frente y el estado de forma del rival, otorgaron tanto que se terminaron comiendo otra goleada. La presión media/alta jamás tuvo éxito y, pese a los intentos aislados, solo consiguieron convertir por el fallo de Neuer. ¿Pudo ser peor para los de Lampard? Pudo ser peor.
➤ El proyecto Lampard. Final amargo por la derrota en la final de la FA Cup y la abultada eliminación en UEFA Champions League; sin embargo, no se le puede dar una nota negativa al año de debut de Frank como DT del Chelsea. Sin poder hacer fichajes (acababa de salir Eden Hazard, el máximo referente), clasificaron a la próxima Copa de Europa, vencieron a los equipos del Big Six, disputaron una final y jugaron rondas KO de UCL. Impacientes por ver lo que monta Lamps con más recursos. Ziyech y Werner, fichados. Havertz, cerca. Y esperemos un zaguero de categoría y un lateral izquierdo. Si fortalecen abajo, cuidado con los blues. Hay ilusión.
Gracias por llegar hasta acá.
Y gracias por hacernos parte de su día a día.
Los esperamos para los cuartos de final.
No dejen de seguirnos en todas nuestras plataformas que, como siempre, estaremos a tope en la cobertura de cada partido.
Los queremos con la vida.
INVICTOS.