Un día después de haber vivido la jornada más complicada de su carrera como integrante del cuerpo médico de la Selección de Dinamarca, Morten Boesen compareció en una conferencia de prensa junto al DT y al director deportivo del combinado vikingo.
El doctor Boesen compartió que el futbolista del Inter sufrió un paro cardiaco. El nacido en 1992 ‘se había ido’ (su corazón dejó de latir), pero lograron reanimarlo con el desfibrilador. “Bueno, él, cómo puedo decirlo, se había ido. Hicimos una reanimación cardiaca, fue un paro cardiaco. ¿Qué tan cerca estuvimos (de la tragedia)? No lo sé, lo trajimos de vuelta después de una desfibrilación, eso es bastante rápido”.
No tiene claro por qué sucedió lo que sucedió: “No soy cardiólogo, así que los detalles sobre lo que sucedió y lo que viene se los dejaré a los expertos del hospital. Ese es mi comentario”.
“No tenemos una explicación sobre por qué pasó. No puedo responder esa pregunta. No lo vi en directo (el desplome del jugador), lo vi en la pantalla después de que el incidente ocurrió. Ustedes vieron lo mismo que yo, pero no hay más explicación hasta ahora”.
Eriksen sigue hospitalizado a la espera de que se le hagan todas las pruebas necesarias para saber cuál fue la causa de su problema. Según gente del staff médico Tottenham e Inter, que son los clubes más recientes en los que ha estado, el jugador de 29 años jamás había arrojado un resultado cardiaco alarmante.
Y sobre si el COVID-19 pudo haber afectado, Reuters reportó que Giuseppe Marotta, directivo neroazzurro, comentó en Rai Sport que el enganche danés no ha sufrido el virus y tampoco ha sido vacunado. Tocará aguardar para ver qué conclusiones sacan los doctores que lo están atendiendo en Copenhague.