Durante la semana que recibió la Bota de Oro 2020/21, Robert Lewandowski le concedió una entrevista a el diario El País. El atacante polaco charló con el periodista Diego Torres. Y en un momento de la conversación, el actual 9 del Bayern Munich compartió una reflexión que, sentimos, vale la pena difundir.
El análisis de Lewy vino después de que le preguntaron por qué jugadores que antes valoraban más el arte, la fantasía, el regate y el freestyle, de pronto, dejaron eso atrás y comenzaron centrarse más en la búsqueda incesante del gol, como ha pasado con monstruos de la talla de Cristiano Ronaldo, Zlatan Ibrahimovic y Kylian Mbappé.
Las estadísticas, el big data y las valoraciones a partir de highlights, según el máximo goleador de la Selección de Polonia, han tenido una implicación -directa o indirecta- en ello. De un tiempo a la fecha, muchos no ven los partidos completos y basan sus opiniones en función de quién marca, quién asiste o quién tiene mejores números en algún apartado.
Pudiste haber hecho un gran partido, pero si eres atacante y no conviertes, seguramente miles dirán que no rendiste o simplemente no eres tan bueno. Las expectativas se han disparado, incluso descontrolado. Si anotas, normal. Si no lo haces, pese a que quizá generaste ventajas para los demás, no estuviste bien.
LA FANTÁSTICA REFLEXIÓN DE ROBERT LEWANDOWSKI
«Las expectaciones son tan altas que si marcas un gol menos que otros goleadores muchos dicen que no eres tan bueno. Por eso tantos goleadores dejan la poesía a un costado. Porque en esta industria cada vez hay más gente que no ve los partidos, ni analiza lo que ocurre porque en la modernidad cada vez hay menos paciencia para ver atentamente los 90 minutos de los partidos, y solo ven las estadísticas y el big data. Si te ven marcar dicen: ‘ok, estaba ahí’. Y si no marcas, aunque hayas sido brillante, juzgan que lo has hecho mal. ¡Hasta los periodistas juzgan los partidos a través de los highlights! Este mundo ha cambiado la conducta de los jugadores en el campo».
Obviamente esto no les pasa a todos. Hay quienes se olvidan de los regates porque entienden que los goles los acercan más a los éxitos individuales y colectivos, y es completamente válido. Pero la tendencia es clara. Cada vez se ven menos rebeldes, menos gambetadores y menos permisos -de los entrenadores- para arriesgar.
Y lo que dice Robert respecto a la fijación excesiva en los goles, las asistencias y los resúmenes, lo vivimos y vemos en cada día de cobertura. Ahora mismo hay una corriente de ‘aficionados’ que prácticamente no toleran que se destaquen acciones que no tienen impacto en el marcador. Y es una locura.
Por supuesto que los goles son lo más importante, pero también se puede/debe disfrutar de los movimientos que no terminan en anotación. Un pase filtrado, una conducción agresiva, un cañito, una cobertura defensiva, un buena secuencia colectiva, una barrida en la línea o una linda maniobra individual. Si solo te interesa quién convierte o quién mete el pase decisivo, pues igual y no te gusta tanto el deporte más hermoso del planeta.