Firmó más participaciones directas en goles (54) que partidos (50) al cierre de las votaciones. Se consagró campeón de la Copa América siendo MVP, goleador y líder de asistencias (sí, las 3 cosas en uno de los torneos más relevantes del período de evaluación), rompiendo una sequía internacional de 28 años y ganando una final ante Brasil en el mítico Estadio Maracaná.
Fue campeón de Copa del Rey siendo MVP de la final con un FC Barcelona en crisis. Formó parte del Equipo Ideal de la UEFA Champions League. Ganó El Pichichi de la Liga de España con un Barça disminuido. Se convirtió en el máximo goleador histórico del fútbol de selecciones sudamericanas (el récord de Pelé tenía 50 años de vigencia). Se colocó como el máximo goleador histórico de las eliminatorias sudamericanas. Y se clasificó al Mundial de Qatar 2022 como capitán, líder futbolístico y con paso invicto.
Si el 2021 de Messi se lo pones a cualquier otro jugador, gana el Balón de Oro y prácticamente no habría reclamos y discusiones. La cuestión es que el argentino no solo compite contra el año actual de los demás, también compite contra su mejor versión, con todo lo que ha hecho previamente. Por eso, muchos consideran que su año fue ‘normal o regular’. Es claro que no fue el mejor año en la vida deportiva de Lio. Sin embargo, fue un año fantástico y digno de ser galardonado si se aísla lo que ha construido en su admirable trayectoria y te sientas a dimensionar cada uno de sus logros.
Es válido creer que Robert Lewandowski, que la rompió toda y fue bestialmente consistente, mereció haberse llevado el reconocimiento. Se entiende. Lo que carece de sentido es asegurar que el resultado oficial fue un robo, que fue una decisión llena de política y que Messi es un ganador impuesto que ‘no hizo nada’ para ser premiado.
No nos deja de sorprender el nivel de exigencia que algunos tienen con Lionel Messi y el propio Cristiano Ronaldo (hoy salió sexto en las votaciones). En ocasiones es verdaderamente irracional. Pero, bueno, es el precio del éxito sostenido. El precio por mantenerse tantos años en la cima.
¿Ganó Lionel Messi? Perfecto, hizo méritos para ser galardonado.
¿Qué hubiera pasado si lo ganaba Robert Lewandowski? Habría estado perfecto, porque de igual manera lo mereció.
Desafortunadamente solo hay un ganador y, por una diferencia mínima de 33 puntos, terminó siendo el 30 del París Saint-Germain. Si Lio tuvo la grandeza y señorío para, en pleno discurso, en su momento de gloria personal, pedirle a France Football que le entregue un Balón de Oro (2020) a Lewy. Y RL9, apenas concluyó la ceremonia, felicitó públicamente al crack sudamericano, es porque saben que cualquiera de los dos pudo salir triunfante.
Los brutales 2020 y 2021 de Don Robert Lewandowski no se olvidarán por la ausencia del trofeo de FF, y El Séptimo para nada fue un regalo. Cuando se reconoce -merecidamente- a un monstruo de estas dimensiones, solo queda aplaudir. Y más en esta etapa de su carrera, que no es que le queden muchos cursos de brillo en la máxima exigencia.
No pretendemos imponerte nuestro punto de vista. Para nada es la intención. Si para ti Lewandowski debió haber ganado el Balón de Oro 2021, tienes argumentos de sobra para defender tu postura. Y todos, seguramente, serán puntuales y correctos. Lo único que sí consideramos prudente señalar es que, por el otro lado, estuvo un fuera de serie que también lo mereció. ¿Robo? Ni cerca. Una decisión dividida en la que ganara quien ganara habría sido justo.
Felicidades, Lewa, tu lugar como uno de los mejores delanteros de la historia jamás será removido. Y felicidades, por supuesto, a quien hizo de lo extraordinario algo ordinario y, con su genialidad, confundió a millones. Ningún año de Messi ha sido ‘normal’, queridos Invictos. Ninguno.
El drama sale sobrando. Hoy, mañana y siempre.