En 2015, el FC Barcelona y el Bayern Munich se encontraron en las semifinales de la UEFA Champions League. Los culés, liderados por la MSN, ganaron la serie con autoridad y esa misma temporada, además, lograron el segundo triplete de su historia.
Después de esa campaña, millones de aficionados pensaban que el club del Camp Nou seguiría dominando en la élite. Sin embargo, no fue así. Neymar se marchó en una operación que impactó muchísimo a nivel institucional. Llegaron los fichajes de pánico. Y todo, poco a poco, se fue derrumbando.
A 6 años de aquella eliminatoria, la actualidad del gigante bávaro y de la entidad de la Ciudad Condal son bestialmente distintas. Uno equipo viene de arrasar en 2020 y opta por repetir la hazaña, mientras que el otro conjunto perdió al mejor jugador de su historia, ha recibido un montón de humillaciones y se encuentra viviendo una etapa -complicada- de transición.
¿POR QUÉ EL FC BARCELONA SE ALEJÓ TANTO DE LA CIMA?
¿A qué se debe esto? ¿Por qué el Bayern Munich continúa en lo más alto del fútbol mundial? Bueno, pues Piqué tiene la respuesta. El campeón del mundo no necesitó extender demasiado para explicar qué sucedió: «La gestión. Es tan sencillo como eso».
El Triplete de 2015 maquilló muchas cosas y mareó a los socios, quienes se dejaron seducir por el proyecto de Josep Maria Bartomeu y su Junta. Encima, Messi los hizo creer que podía seguir luchando por todos los objetivos, cuando la señales de alarma se vieron desde la etapa de Ernesto Valverde.
Un manejo tenebroso que se cargó la época dorada del Barça. Con una mejor dirigencia seguramente habrían pasado más tiempo en el trono. O al menos no habrían firmado tantos papelones como en el último lustro.
Dato Invicto. En 2017, 2018, 2019 y 2020, el FC Barcelona quedó fuera de la UEFA Champions League dejando imágenes tristísimas. Goleados por la Juventus, remontados por AS Roma, remontados por Liverpool y destrozados por el Bayern Munich.
¿Sabías que…? En el último par de temporadas, el FC Barcelona solo ha ganado 1 título colectivo: la Copa del Rey. Eso, en época de Lionel Messi, es imperdonable.