A 15 días de ser figura contra el AC Milan en San Siro, Memo Ochoa fue abucheado en el Estadio Azteca durante un partido de CONCACAF Nations League contra Jamaica. La prueba absoluta de que muchos basan sus opiniones en lo que dicen personajes que aparecen en TV y realmente no ven sus partidos.
El canterano del América es titular por actualidad, no por nombre o historia. Porque guste o no, al día de hoy, con sus errores incluidos, sigue siendo el mejor portero mexicano disponible.
«Lo que necesita la selección son jugadores en su mejor momento. Si Memo tiene 50 años y juega mejor que los demás porteros, pues tiene que jugar. Son cosas obvias», declaró Luis Chávez, en entrevista para Claro Sports. Y estamos completamente de acuerdo con él.
Es válido pensar que es tiempo de un recambio generacional en el arco, pero tratar así a un jugador que coreaste durante tres Mundiales seguidos es, por decirlo de forma elegante, lamentable. ¿Memoria? Ni un poco. ¿Oportunismo? Para repartir.
Ojalá, cuando le lleguen las chances, que le llegarán, Acevedo responda de inmediato. El ambiente actual no perdona, te señala y, en algunos casos, te condena. Y lo peor es que los que alimentan esta toxicidad llevan décadas viviendo del futbol mexicano y no se plantearían, ni de chiste, dejar su puesto para que venga alguien más joven.
Aclarar que esto no lo escribimos desde la indignación, enfado o molestia. Para nada. Entendemos cómo funciona esto (después de ver a Lionel Messi y Cristiano Ronaldo siendo pitados y abucheados en algunos partidos con su selección o equipos ya nada nos sorprende). Simplemente nos gusta expresar nuestra opinión y promover la reflexión.
Está bien exigir, está bien preferir a un jugador antes que a otro y está bien simpatizar más con la propuesta de cierto entrenador. Pero también estaría muy chingón respetar y no maltratar a aquellos que, en algún episodio de tu vida como aficionado, te trajeron alguna alegría. No aplaudirlos y no ovacionarlos si sientes que no lo merecen. Respetarlos (hoy Memo fue tratado como si llevara 50 partidos siendo un bodrio, cuando, en realidad, viene siendo nuestro jugador más consistente de los últimos ciclos).
Luego de más de una década leyendo comentarios, reacciones y cubriendo el día a día del balompié nacional e internacional, sabemos que el futbol está lleno de oportunistas y personas cuyo único objetivo es incendiar (no solo en México, es un mal mundial). Porque, sí, la verdad siempre será mucho más fácil reventar en las malas y subirse al barco a las buenas (les acaba de pasar a un montón de ‘periodistas’ y aficionados en Argentina).
Y es que alguien que sostiene que, siendo marzo de 2023, hay un portero mexicano en mejor estado de forma que Memo Ochoa sencillamente no sigue la Liga MX y no ve la Serie A. Nos encantaría que Acevedo estuviera brillando semana a semana y que tuviéramos a otros 2 o 3 candidatos listos para cubrir el puesto, pero la realidad es la que es.
¿Relevo generacional? Sí. Siempre y cuando no sea forzado. Si hubiera alguien en mejor momento, y si el cancerbero de 37 años estuviera entregando un mal rendimiento en la Serie A, Diego Cocca no lo convocaba. Como está pasando, por ejemplo, con Luis Chávez (inamovible gracias a sus actuaciones) y Héctor Herrera (que ya no está viniendo).
Memo continúa en la portería del TRI porque no hay una alternativa por delante de él. Cuando haya alguien mejor, como ya pasa con Santi Giménez – Raúl Jiménez (El Bebote debería estar por encima del 9 de Los Wolves), seremos los primeros en decirlo. Hoy, que gracias a lo que hacemos podemos ver muchísimo futbol todos los días, no es así.
En fin.
Si tú vives el juego de manera ocasional, fundamentas tu opinión en lo que expresó algún comentarista incendiario (muchos de ellos, por cierto, emiten ‘opiniones’ de acuerdo a las relaciones personales que han construido alejados del micrófono) y te diviertes/entretienes de esa manera, adelante. Es tu tiempo y tu dinero (los que van al estadio). Nadie te detendrá.
Pero desde acá el mensaje que lanzamos es otro: respeto a quien se ganó el respeto en la cancha. Y si no es mucho pedir, emitir juicios y opiniones solo si existe un seguimiento considerable y análisis fundamentado detrás. En el futbol, y en cualquier otro tema.