Hace un par de años, en abril de 2021, un grupo de 12 clubes poderosos (AC Milan, Arsenal, Atlético de Madrid, Chelsea, FC Barcelona, Inter, Juventus, Liverpool, City, United, Real Madrid y Tottenham) se juntó para anunciar el lanzamiento de un nuevo torneo: LA SUPERLIGA EUROPEA.
Esta propuesta se cruzaba en el camino de la UEFA Champions League y prometía más duelos entre gigantes de forma recurrente, mayor -y mejor- repartición económica, más espectáculo y más fútbol TOP disponible para el aficionado global.
La idea, que llegó a ser presentada y defendida por Florentino Pérez (presidente del Real Madrid) en un programa de TV, no tardó mucho en ser rechazada por la opinión general.
Y es que, pese a que el presidente del Real Madrid aseguró que necesitaban hacer algo verdaderamente revolucionario para evitar el deceso del fútbol (sobre todo tras la pandemia), no gustó el hecho de que los grandes se clasificaran solo por ser grandes y las plazas para ingresar por mérito deportivo fueran mínimas.
El revuelo generado fue bárbaro. Seguidores de todo el mundo, incluso de los llamados ‘clubes fundadores’, expresaron su inconformidad en redes sociales y, en algunos casos, vía manifestaciones públicas afuera de los estadios.
Además, la FIFA y la UEFA, al ver en riesgo sus competencias más importantes (como la UEFA Champions League y el Mundial de Clubes), comenzaron a amenazar fuertemente a los involucrados.
A través de comunicados oficiales, informaron que todos los clubes que participaran esta Superliga Europea quedarían expulsados de sus Ligas y torneos, y los futbolistas implicados, encima, no podrían jugar con su respectiva selección nacional (sin Euros, sin Mundiales y sin torneos internacionales).
Entre las amenazas de los organismos más relevantes y la desaprobación de los hinchas, las instituciones se fueron bajando públicamente del proyecto. De los 12 caballos iniciales, solo el Real Madrid, el FC Barcelona y la Juventus (luego La Vecchia Signora también se desmarcó) siguieron respaldando la iniciativa.
Y ellos, junto a A22 Sports, que fue la empresa que se formó para patrocinar, ayudar e impulsar la creación de la nueva Superliga Europea, se plantaron contra la FIFA y la UEFA frente al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
La European Superleague Company presentó ante el Juzgado de lo Mercantil número 17 de Madrid «una acción dirigida contra la FIFA y la UEFA por estimar que sus normas sobre la autorización de las competiciones y la explotación de los derechos de difusión son contrarias al Derecho de la Unión».
Y la sentencia se dio a conocer este jueves 21 de diciembre de 2023. El Tribunal determinó que «las normas de la FIFA y de la UEFA sobre la autorización previa de las competiciones de fútbol de clubes, como la Superliga, violan el Derecho de la Unión».
Si bien se aclaró que no están pronunciándose sobre la Superliga Europea en específico, se resolvió que la FIFA y la UEFA están abusando de su posición dominante.
Sumado a eso, expusieron que las amenazas de sanción a los clubes y jugadores que participen en alguna nueva competición, así como su necesaria autorización para cualquier proyecto de nueva competición, son ilegales.
«Las normas de la Fédération internationale de football association (FIFA) y de la Union des associations européennes de football (UEFA) que supeditan a su autorización previa cualquier proyecto de nueva competición de fútbol de clubes, como la Superliga, y que prohíben a los clubes y a los jugadores participar en la misma, son ilegales. Ello se debe a que las facultades de la FIFA y de la UEFA no están sujetas a ningún criterio que garantice su carácter transparente, objetivo, no discriminatorio y proporcionado».
Entonces, como la FIFA y la UEFA «no están sujetas a ningún criterio que garantice su carácter transparente, objetivo, no discriminatorio y proporcionado» no deben intentar abusar de posición para bloquear la competencia.
Es decir: sus normas de autorización, de control y sancionadoras (para evitar la llegada de torneos que compitan contra los suyos) son una restricción no justificada a la libre prestación de servicios.
Básicamente, y para no extendernos más en este punto, el Tribunal deliberó que la FIFA y la UEFA están violando el derecho de la competencia y a la libre prestación de servicios.
Y esto, claramente, abre la puerta a que exista un nuevo certamen (podría ser la Superliga o algún otro) y rompe el monopolio europeo de la UEFA.
EL CAMINO HASTA LA SENTENCIA DEL TRIBUNAL
- El proyecto de la Superliga Europea fue destapado por 12 clubes grandes y poderosos.
- La idea se llegó a presentar en un programa de TV y, por su agresividad y poca meritocracia (inicialmente), despertó un revuelo histórico.
- La FIFA y al UEFA amenazaron a los clubes y jugadores con echarlos de sus torneos si entraban a la Superliga Europea.
- Millones de aficionados, impactados por un certamen elitista, cargaron contra la Superliga Europea.
- Entre la negativa de los hinchas y la postura de la FIFA – UEFA, prácticamente todos los clubes fundadores se bajaron del barco, quedando el Real Madrid y el FC Barcelona como la gran fuerza opositora.
- La European Superleague Company se plantó ante la UEFA (y la FIFA), buscando acabar con su monopolio.
- El Tribunal de Justicia de la Unión Europea resolvió que la FIFA y la UEFA, con sus normas de autorización, de control y sancionadoras, están atentando contra el Derecho de la competencia y a la libre prestación de servicios, abusando de su posición dominante.
LA REACCIÓN DE FLORENTINO PÉREZ, LAPORTA Y A22 SPORTS
La resolución del Tribunal fue tomada como un claro triunfo por Florentino Pérez (presidente del Real Madrid), Joan Laporta (presidente del FC Barcelona) y Bernd Reichart (CEO de A22 Sports). Juntos celebran el fin del monopolio de la UEFA y agregaron que, a partir de este momento, los clubes serán dueños de su propio destino (oportunidad inmejorable para reformular el modelo de competición europea).
«En los próximos días estudiaremos con detenimiento el alcance de esta resolución, pero sí les anticipo dos conclusiones de gran trascendencia histórica. En primer lugar, que el fútbol europeo de clubes no es ni será nunca más un monopolio. Y en segundo lugar, que desde hoy los clubes serán los dueños de su destino. Los clubes vemos plenamente reconocido nuestro derecho a proponer e impulsar las competiciones europeas que modernicen nuestro deporte y atraigan a los aficionados de todo el mundo. En definitiva, hoy ha vuelto a triunfar la Europa de las libertades y hoy también han triunfado el fútbol y sus aficionados (…) Desde hoy, el presente y el futuro del fútbol europeo están por fin en manos de los clubes, de los jugadores y de sus aficionados. Nuestro destino nos pertenece y tenemos ante nosotros una gran responsabilidad. Este día marcará un antes y un después. Es un gran día para la historia del fútbol y para la historia del deporte», fueron las palabras de Florentino.
Parte del comunicado del FC Barcelona: «Como una de las entidades impulsoras de la Superliga, el FC Barcelona considera que la sentencia abre la vía a una nueva competición de fútbol de máximo nivel en Europa al manifestarse en contra de la figura del monopolio en el mundo del fútbol, y quiere ofrecer una propuesta de diálogo sobre cuál debe ser el modelo de competición europea del futuro».
El discurso inicial del CEO de A22 Sports: «Hoy es un día histórico para el fútbol. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha decidido poner fin al monopolio de la UEFA sobre el fútbol de clubes europeo. ¿Por qué es importante? Porque demuestra que la posición dominante de la UEFA era injusta, pero lo que es más importante aún es que ahora los clubes tienen el derecho de debatir nuevas ideas y propuestas sin temor a ser sancionados, incluyendo aquellas relacionadas con una nueva competición europea de clubes».
LA RESPUESTA DE LA UEFA
La respuesta de la UEFA no tardó mucho tiempo en llegar. Con un comunicado subido en su portal oficial, enfatizan en que el fallo del Tribunal no respalda la Superliga Europea, sino que valida la ausencia de ciertos criterios en el marco de autorización previa (a nuevas competencias) de la UEFA. Esto, según su versión, ya fue trabajado en 2022.
Su postura no cambió: defienden la pirámide actual del fútbol en Europa. Y aunque la gente detrás de la Superliga se muestra abierta al diálogo, la UEFA insiste en que es un proyecto elitista y cerrado. Mantienen la bandera del mérito deportivo: «No hay lugar para ningún tipo de Superliga en Europa. El mérito deportivo es lo que cuenta. El fútbol es para todos. Hay que mantenerlo abierto para todos».
Este fallo no significa un respaldo o validación a la llamada ‘superliga’, más bien subraya un déficit preexistente dentro del marco de autorización previa de la UEFA, un aspecto técnico que ya fue reconocido y abordado en junio de 2022. La UEFA confía en la solidez de sus nuevas reglas y, específicamente, en que cumplen con todas las leyes y regulaciones europeas pertinentes.
La UEFA sigue decidida en su compromiso de defender la pirámide del fútbol europeo, garantizando que siga sirviendo a los intereses más amplios de la sociedad. Continuaremos dando forma al modelo deportivo europeo colectivamente con federaciones nacionales, ligas, clubes, aficionados, jugadores, entrenadores, instituciones de la UE, gobiernos y socios por igual.
Confiamos en que la pirámide del fútbol europeo basada en la solidaridad que los aficionados y todas las partes interesadas han declarado como su modelo irremplazable estará salvaguardada contra la amenaza de rupturas por parte de las leyes europeas y nacionales.
LA POSTURA INICIAL DE LOS CLUBES TRAS LA RESOLUCIÓN
Seguramente, muchos se preguntan cuál es la posición de los clubes tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Bueno, pues, salvo una posible luz verde del Napoli (todavía no oficial), nada ha cambiado.
El barco de la Superliga no cuenta con nuevos tripulantes.
Al contrario, un montón de instituciones han salido a desmarcarse del movimiento y a respaldar la situación actual del fútbol europeo a nivel clubes.
¿Algunos de los clubes que ya rechazaron -otra vez- la Superliga? Bayern Munich, Borussia Dortmund, Atlético de Madrid, Valencia, PSG, AS Roma, AS Mónaco, Feyenoord, Celtic, Porto, Real Sociedad. y los que participan en la Premier League, como el Manchester City, Tottenham, Chelsea, Manchester United y Liverpool.
EL NUEVO FORMATO DE LA SUPERLIGA EUROPEA
Es importante mencionar que las mentes detrás de la Superliga no vienen con la misma agresividad que en 2021. Para nada. Hablan de propuestas, de diálogo constructivo y de trabajar para innovar y modernizar el fútbol, pensando en continuar alimentando la pasión de los aficionados.
Su formato propuesto -fútbol varonil- es el siguiente:
- Sistema abierto.
- Fase de Liga y fase de eliminatoria.
- 64 clubes participantes.
- Quieren 3 Ligas: la Star League (16 clubes), la Gold League (16 clubes) y la Blue League (32 clubes).
- La participación se basa en méritos deportivos, sin miembros permanentes.
- Ascenso y descenso anual entre Ligas.
- Grupos de 8 equipos (2 grupos en Star League, 2 grupos en la Gold League y 4 grupos en la Blue League).
- Cada club -en fase de grupos- tendrá que jugar como local y visitante, por lo que el mínimo serían 14 partidos por equipo.
- Después de la etapa de grupos, vienen las rondas KO (a partir de cuartos de final) para determinar al campeón de cada Liga y los clubes ascendidos.
- Avanzan a rondas KO los 4 mejores de cada grupo de la Star League (8 clasificados), los 4 mejores de cada grupo de la Gold League (8 clasificados) y los 2 mejores de cada grupo de la Blue League (8 clasificados).
- Cuartos de final y semifinales a doble partido.
- La final a un partido en campo neutral.
- Final de Star Blue, final de Gold League y final de Blue League.
- Los partidos no interferirían con los campeonatos domésticos.
- En el año inicial de la competición, los clubes se seleccionarían según un índice de criterios transparentes basados en el rendimiento.
- Plantean que existan reglas sólidas de sostenibilidad financiera y procesos de aplicación transparentes para garantizar la igualdad de condiciones entre los clubes que participen.
¿El ascenso y descenso? ¿Cómo sería? Los clubes que terminen últimos de cada grupo (el sotanero de cada sector) de la Star League descenderán a la Gold League. Subirán a la Star League los finalistas de la Gold League. Y pasa lo mismo con la Gold League: los últimos de sus dos grupos descienden a la Blue League, mientras que los finalistas de la Blue League suben a la Gold League.
Año con año, en la Blue League, cambiarán 20 de los 32 clubes. Estos serán sustituidos por otros equipos de acuerdo a sus resultados en las Ligas Nacionales.
FÚTBOL GRATIS EN LA PLATAFORMA UNIFY
Uno de los grandes atractivos detrás de la Superliga es que, a diferencia de lo que pasa hoy en día, donde los aficionados tenemos que pagar por prácticamente cada Liga o torneo que queremos ver, su certamen se transmitiría GRATIS en una plataforma de streaming llamada Unify.
¿Cómo sería sostenible? Gracias a la publicidad (anuncios entre partidos y en interfaz).
— A22 Sports (@A22Sports) December 21, 2023
CONCLUSIÓN
Día histórico en el mundo del fútbol porque se falló en contra del monopolio de la UEFA en el balompié europeo. Los clubes ya saben que pueden escuchar propuestas y confeccionar proyectos sin miedo a represalias y sanciones. Sin embargo, la mayoría, al menos de momento, se está negando a algo nuevo.
Conscientes de la resistencia que encontrarán, los jefes de la Superliga volvieron con un formato más sensato y menos violento. Además, esperando que más se sumen a su bando (atreverse a hacer ajustes significativos en el fútbol europeo de clubes), se muestran abiertos al diálogo.
La cuestión para la Superliga es: ¿luchar para convencer a más clubes de que los apoyen en su proyecto o sentarse a charlar y negociar con la UEFA para trabajar un nuevo -o reformado- torneo continental?
Sí, ya hay puerta abierta y margen de maniobra para su competencia. El tema es que, ahora mismo, la conforman el Real Madrid, el FC Barcelona y, quizá, algún club italiano. Y así, por más ambiciosa que sea la propuesta, no se puede hacer mucho.
Tocará sentarse, analizar posturas, valorar el alcance real de sus posibilidades y, en función de eso, conversar y negociar. Si no es así, difícilmente podrán montar algo oficial.