Partido disputadísimo, 210 minutos de tensión pura (toda la eliminatoria y el tiempo éxtra) y todo se definiría en tanda de penales. Imposible pasarla bien en una tanda si eres jugador, entrenador o aficionado de alguno de los equipos involucrados. Estamos seguros de que muchos aficionados y futbolistas sufrieron en la tanda del Atlético vs Leverkusen, pero nadie sufrió más que Arda Turan.
El turco no quiso ver los penales. Durante toda la tanda le dio la espalda al arco, se hincó y se puso a rezar. Cuando escuchaba los gritos del Calderón, volteaba temerosamente, pero siempre regresó a su posición de rodillas. Tras el penal errado por Kießling agradeció con todo y se fue a celebrar con sus compañeros y afición.
Y algunos dicen que el fútbol solamente es un deporte…