Lo hizo todo para no salir. Quería seguir en el campo, pero simplemente no pudo ser. Tras la entrada que recibió de Dimitri Payet en el minuto 25 de la primera mitad, Cristiano estuvo dispuesto a seguir jugando a pesar de que no estaba en óptimas condiciones, pero después de un par de intentos se dio cuenta que tenía que pedir su cambio.
Deportes Cuatro captó que el capitán de la Selección de Portugal pidió ser atendido hasta en dos ocasiones por el cuerpo médico de Portugal para evitar ser sustitido. Tras conducir el balón en una contra, Cristiano tomó la decisión de pedir el cambio y así darle la oportunidad a un compañero que estuviera bien físicamente.
Sus gritos de impotencia y lágrimas de tristeza lo dicen absolutamente todo. Sabía que no podía, pero nunca quiso irse…
Cristiano fue líder sin hablar. Mandó un mensaje con hechos. Al querer regresar dos veces después de haber sido lesionado, el futbolista del Real Madrid le manifestó a los suyos que estaba prohibido rendirse. Se marchó del campo, pero nunca los abandonó. Eso es un CAPITÁN.