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En el partido homenaje a Wayne Rooney entre Manchester United y Everton, Memphis Depay intentó ganarse a la afición de los red devils con una espectacular chilena. Lamentablemente para su causa, el recurso no resultó, y terminó haciendo el ridículo.
Los hinchas del club del Old Trafford no fueron los únicos en reírse, el hombre del homenaje y su pequeño hijo, Kai, no pudieron contener la risa al ver que el joven holandés ni siquiera pudo contactar el balón. El nene probablemente pensó ‘mi papá mete esas y hasta en derbis’.
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Nada le está saliendo al buen Memphis…
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